tag:blogger.com,1999:blog-63460048925054252472024-03-18T02:48:48.936-07:00RINCON DEL BIBLIOTECARIOLa idea es crear un espacio para el comentario, la información, la reflexión, el conocimiento y la amistad entre los bibliotecarios del mundo. Se incluyen noticias y notas de actualidad relacionada con el libro, las bibliotecas, los bibliotecarios y el desarrollo personal.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-49666257967137949182013-05-04T22:28:00.001-07:002013-05-04T22:34:01.253-07:00Inventarios del mundo<div style="text-align: left;">
<span style="color: #565144; line-height: 17px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: <b>Pablo Capanna</b></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; letter-spacing: 1px; line-height: 15px; text-transform: uppercase;"><span style="color: blue;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="letter-spacing: 1px; line-height: 15px; text-transform: uppercase;"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;">SOBRE LAS VARIANTES DE LA CLASIFICACIóN</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="letter-spacing: 1px; line-height: 15px; text-transform: uppercase;"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-A9fAWP6R2g8/UYXs3akbQjI/AAAAAAAAEFI/JKmYlpyXes0/s1600/sala_taxonomia07.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="214" src="http://4.bp.blogspot.com/-A9fAWP6R2g8/UYXs3akbQjI/AAAAAAAAEFI/JKmYlpyXes0/s1600/sala_taxonomia07.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="letter-spacing: 1px; line-height: 15px; text-transform: uppercase;"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: left;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin-bottom: 11.25pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace doscientos años, los ferrocarriles eran la avanzada del progreso,
hasta en Inglaterra, y las reglamentaciones ferroviarias aún se estaban
escribiendo, porque las nuevas situaciones aparecían a medida que se expandían
las redes. Una de ellas se presentó el día en que el Rev. William Buckland, un
famoso teólogo anglicano que era a la vez un gran naturalista, fue a sacar
pasajes a la boletería de la estación y tuvo que declarar con qué equipaje
pensaba viajar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Buckland (1784-1856) era conocido por
sus esfuerzos por conciliar el relato del Génesis con la geología de su amigo
Lyell, apelando a la hipótesis catastrofista. Pero era también el que había
descubierto el primer fósil de dinosaurio, el que polemizaba con Darwin y con
Babbage antes de que el primero revolucionara la biología y el segundo fundara
la informática. Buckland era conocido por sus costumbres excéntricas: su casa
estaba llena de animales y se jactaba de haber comido la carne de los bichos
más repugnantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando fue a la boletería para sacar
pasaje, el zoólogo declaró que pensaba viajar en compañía de un mono y una
tortuga. El empleado, tomado por sorpresa, estuvo un rato consultando el
reglamento y por fin dictaminó que el simio tenía que pagar medio boleto porque
era un perro. En cambio la tortuga estaba eximida, por ser un insecto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es de lamentar que el anónimo empleado
no se tomara el trabajo de consignar los criterios que seguía para clasificar a
los animales. El mono y el perro eran mamíferos y tenían un tamaño similar,
pero la tortuga sólo podía parecerse a una cucaracha por la forma de caminar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El empleado de la boletería había
incursionado, a su manera, en esa disciplina llamada taxonomía, que se ocupa de
definir las cosas, describirlas y ponerles nombre. Ocurre que todo puede ser
clasificado, no sólo animales, plantas y piedras, sino lugares, conceptos,
eventos, propiedades, relaciones, libros o tags de búsqueda en la Red.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 7.5pt 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">LOS TAXONOMISTAS<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La taxonomía, ciencia y arte de la
clasificación, a algunos podrá parecerles una ocupación burocrática. Quizás
opinen lo mismo de quienes compilan diccionarios, donde se recopilan los usos
lingüísticos, pero sin los lexicógrafos y los taxonomistas nos costaría mucho
ponernos de acuerdo acerca de lo que hablamos. Las suyas son convenciones que
pueden ser tan inevitables como las normas sociales, como lo reconoce hasta ese
transgresor que pone el grito en el cielo cuando él es la víctima de la
violación de una norma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Según la Biblia, la principal tarea que
le fue asignada a Adán antes de ponerse a ganarse el pan con el sudor de la
frente fue la de ponerles nombre a todas las cosas que habían sido creadas
antes que él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Simbólicamente, esto quiere decir que
la actividad de clasificar las cosas es tan antigua como el lenguaje. Algunos
taxonomistas, llevados por el orgullo, no dudan en calificar a su profesión
como la más antigua del mundo, a riesgo de ser injustos con las prostitutas,
que reivindican esa prioridad. El lenguaje y el sexo son muy antiguos. Nadie
dudará de que el sexo es el más antiguo de los dos, pero ocurre que las
transacciones siempre se hacen usando algún tipo de lenguaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La actividad taxonómica siempre estuvo
condicionada por los sistemas sociales, la estructura del lenguaje y por el
interés con el cual se la hacía. Ella fue la que le permitió a Foucault
irrumpir en la filosofía enancado en una cita de Borges. En efecto, en “El
idioma analítico de John Wilkins”, Borges nos remitía a una enciclopedia china,
casi seguramente apócrifa, donde los animales eran clasificados en absurdas
categorías, que iban desde embalsamados y amaestrados hasta lechones y perros
sueltos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con todo lo pintoresco que pueda
resultar el texto, se diría que estaba bastante lejos de la realidad, si
consideramos que una de las primeras taxonomías botánicas (con 365 especies) la
mandó compilar hace unos cinco mil años el emperador chino Shen Nung. También
se diría que en las taxonomías los géneros y las especies se encajan unos en
otras a la manera de las cajas chinas. Sin embargo, suelen seguir un orden
jerárquico cuyo esquema lógico fue trazado por un filósofo neoplatónico llamado
Porfirio, en el siglo III. El “árbol de Porfirio” es una jerarquía ramificada
que va de lo general a lo particular. Los seres vivos, por ejemplo, pertenecen
a una especie, y ésta a un género. El género es el último eslabón de una
pirámide que abarca categorías como reino, filo, clase, orden y familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Probablemente, las primeras taxonomías
nacieron en la botánica, por motivos esencialmente prácticos. A los herbarios
recién les seguirían los bestiarios, movidos por un interés un poco más
científico. Cualquiera diría que es fácil distinguir el ave que podemos comer
al asador de aquella que puede dejar nuestros huesos pelados, pero los
vegetales son tan variados que es peligrosísimo confundir un hongo venenoso con
uno comestible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los herboristas no sabían en qué se
metían. Teofrasto, el gran discípulo de Aristóteles, había identificado 480
especies vegetales, pero cinco siglos más tarde Dioscórides ya conocía 600. El
gran estallido se dio con la revolución científica. En el siglo XVI Cesalpino
reconoció 1500 especies, pero en el XVII Ray sabía de 18.000. Linneo, que
inventó el sistema binario de clasificación, ya registraba 8300 especies tan
sólo de plantas con flores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Actualmente, todos los catálogos han
resultado insuficientes, y hay que apelar a las bases de datos. El año pasado,
a pesar de todos los ataques que ha sufrido la biodiversidad, el Catalogue of
Life registraba 1.400.000 especies, aunque si fuésemos a considerar las
extinguidas estaríamos cerca de los dos millones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 7.5pt 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">CRITERIOS<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los criterios científicos para
catalogar la naturaleza tardaron mucho en diseñarse y bastante en imponerse. En
los antiguos herbarios se agrupaba a los vegetales en función de nuestra
conveniencia, según produjeran frutas, verduras, fibras o maderas. Los
bestiarios, por su parte, separaban a los animales en útiles, perjudiciales o
indiferentes. Así de subjetiva es la popular clasificación de la gente en
amigos, enemigos y traidores, que le debemos al filósofo nazi Carl Schmitt.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un poco más objetivas fueron las
clasificaciones por tamaño (hierbas, arbustos y árboles), que ya había
propuesto Teofrasto, y aquellas que partían de la forma del fruto y de la
semilla, como la de Cesalpino. Un paso enorme lo dio Linneo cuando introdujo
como criterio la sexualidad y creó reglas precisas para la descripción. De ese
modo, la botánica y la zoología dejaron de ser inventarios para convertirse en
ciencias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los biólogos, que fueron los primeros
en hacer taxonomías, también fueron los primeros en percatarse de que alguna
vez se toparían con la filosofía. Para comenzar, porque debían optar entre
realismo y nominalismo. Linneo, el patriarca de los taxonomistas, era un
“realista”, estaba convencido de que las especies eran esencias tan inmutables
como las Ideas de Platón, y sólo admitían variaciones menores. En alguna parte
tenía que haber un Caballo-patrón que sirviera de modelo para todas las razas
de caballos. El problema lo tuvo cuando se tropezó con una mutación, una hierba
llamada Peloria, y no supo qué hacer con ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando comenzaron a plantearse los
criterios evolutivos, Buffon propuso que describir era mejor que clasificar.
Con el evolucionismo se impusieron la diversidad y la visión dinámica unidas a
eso que los filósofos llamaban “nominalismo”: las especies son abstracciones,
rótulos creados a los fines prácticos, que usamos cuando convenimos en agrupar
a los individuos según ciertos rasgos comunes y les ponemos un rótulo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero, ¿cómo elegir los rasgos que vamos
a tener en cuenta? Empeñado en explicar el proceso de especiación, Darwin
reconocía que el concepto de especie era “vago y arbitrario”. Un siglo más
tarde, Mayr reconocía que había cuatro o cinco conceptos distintos. Hasta hoy,
el conflicto sigue estando entre categorizar e identificar a una especie, o
bien entender el proceso evolutivo que le ha dado origen, tratando de colmar
los “eslabones” faltantes. Para no hablar de los híbridos, que son conocidos
desde que existe la mula, y los transgénicos, que no parecen reconocer límites.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las nuevas definiciones se establecen
en el curso de largas deliberaciones académicas, donde no pocas veces se vota.
Se usan códigos numéricos y hasta códigos de barras. Pero los criterios que se
han ido imponiendo se fundan en el genoma, porque el ADN sigue siendo la mejor
“descripción” que conocemos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 7.5pt 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">LOS HERBORISTAS DE BIBLIOTECA</span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-iQsA8W3d6RQ/UYXtZS1D4iI/AAAAAAAAEFQ/U8-EOM_NPI0/s1600/dewey-sistema-de-clasificacion-decimal_MLC-O-35974780_7234.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-iQsA8W3d6RQ/UYXtZS1D4iI/AAAAAAAAEFQ/U8-EOM_NPI0/s1600/dewey-sistema-de-clasificacion-decimal_MLC-O-35974780_7234.jpg" width="320" /></a></span></b></div>
<b><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></b><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si hay un reino que crece, se expande y
hasta llega a evolucionar, es el mundo del libro. Cuando dejó de depender del
papiro y el cuero, se nutrió de celulosa durante siglos y no hizo más que
crecer desde que comenzó a migrar al silicio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El crecimiento exponencial de las
bibliotecas, desde los tiempos de Alejandría, obligó bien pronto a quienes
cuidaban de ellas a de-sarrollar su propia taxonomía, para no perderse en la
maraña de textos y orientar a quienes salían a cazar conocimientos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una historia de los sistemas de
clasificación usados por los bibliotecarios de todos los tiempos sin duda
reflejaría la ordenación del conocimiento y la jerarquía de las ciencias que
imponía la filosofía dominante en cada época.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Era previsible que desde hace más de un
siglo se fuera imponiendo en las bibliotecas el sistema digital ideado por
Melvil Dewey, que tiene la ventaja de ser abierto y procede con la misma lógica
que el sistema métrico decimal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mientras las tradicionales clasificaciones
de animales y plantas tendían a ordenarse según una pirámide que iba de lo
general a lo específico, la estructura lógica del código Dewey es la de una red
con diez ítem principales, cada uno de los cuales se divide en diez. En el
nivel tres ya ofrece mil opciones y puede subdividirse al infinito, a veces
añadiendo algunas letras para especificar los temas más escurridizos. Las diez
entradas del sumario son: obras generales, filosofía, religión, ciencias
sociales, lengua, ciencias puras, ciencias aplicadas, arte, literatura,
geografía e historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estos criterios son los que imperaban
en el siglo XIX, y hoy resultan bastante discutibles. Se podrá objetar que la
psicología vaya en el mismo rubro que la filosofía o que se dedique todo un
rubro a la religión. Puede parecer caprichoso que el arte, el juego y el
deporte estén en el mismo apartado, o que la geografía (que podría estar entre
las ciencias físicas) vaya unida a la historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Desde los tiempos de Dewey la ciencia y
la tecnología han experimentado muchas revoluciones, lo cual obliga a
flexibilizar todas las clasificaciones. Pero existe un enorme stock de libros
antiguos ya catalogados, y volver a empezar a cada rato se hace imposible. Al
fin y al cabo, hasta la numeración decimal es una convención, y nuestros
relojes se siguen rigiendo por el sistema babilónico. Pero si no es físicamente
posible estar cambiando de rótulos a cada rato, los sistemas informáticos
ofrecen la posibilidad de hacerlo; con ellos, un buen referencista puede
decidir el éxito de una investigación con sólo encaminar la búsqueda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 11.25pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy en día ya hay más escritores que
lectores. Escribir una novela o un poemario es considerado un derecho y un
deber, lo cual implica obligar a amigos y parientes a leerlo, a comprarlo o por
lo menos a asistir a la presentación. En estas circunstancias, los taxonomistas
de biblioteca pueden llegar a ser más importantes que los venerables escritores
de solapas y contratapas. Pronto los émulos de Steve Jobs inventarán un
buscador inteligente que será capaz de darnos en ciento cuarenta, o mejor aún,
en catorce caracteres, un escueto resumen del texto. Gracias a él cualquiera
podrá comportarse como si lo hubiera leído, lo cual le permitirá ganar amigos o
por lo menos no perderlos.</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: x-small;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="letter-spacing: 1px; line-height: 15px; text-transform: uppercase;"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: x-small;">Fuente: <a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2839-2013-05-04.html">http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2839-2013-05-04.html</a></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="letter-spacing: 1px; line-height: 15px; text-transform: uppercase;"><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-85768036342595694312010-03-14T20:17:00.000-07:002010-03-15T03:31:05.133-07:00Elogio al desorden digital: ¿puede ser bello el caos?<span class="Apple-style-span" style="font-family:'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif;font-size:12;"><p class="bajada" style="FONT-WEIGHT: bold; COLOR: rgb(102,102,102); FONT-FAMILY: 'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif">El orden (o desorden) digital desafía los conceptos tradicionales de clasificación en categorías, temas, jerarquías, orden alfabético. Ahora cada cosa puede estar y ser ubicable desde muchos lugares simultáneamente. <b>Por José Luis Pizarro</b></p><p class="visto" style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0); FONT-FAMILY: 'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif"><br /></p><p class="credito" style="FONT-WEIGHT: normal; FONT-SIZE: 1em; COLOR: rgb(0,0,0); FONT-FAMILY: 'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif; TEXT-ALIGN: left"><img style="BORDER-RIGHT: rgb(51,51,51) 1px solid; BORDER-TOP: rgb(51,51,51) 1px solid; BORDER-LEFT: rgb(51,51,51) 1px solid; BORDER-BOTTOM: rgb(51,51,51) 1px solid" src="http://www.elmorrocotudo.cl/admin/files/pictures/picture-935.jpg" /> Escrito por <a style="COLOR: rgb(0,102,153); TEXT-DECORATION: none" href="http://www.elmorrocotudo.cl/admin/perfil/935">José Luis Pizarro</a></p><p class="credito" style="FONT-WEIGHT: normal; FONT-SIZE: 1em; COLOR: rgb(0,0,0); FONT-FAMILY: 'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif; TEXT-ALIGN: left"><br /></p><p class="credito" style="FONT-WEIGHT: normal; FONT-SIZE: 1em; COLOR: rgb(0,0,0); FONT-FAMILY: 'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif; TEXT-ALIGN: left"><img class="main-foto" style="BORDER-RIGHT: rgb(51,51,51) 1px solid; BORDER-TOP: rgb(51,51,51) 1px solid; FLOAT: left; MARGIN-BOTTOM: 5px; BORDER-LEFT: rgb(51,51,51) 1px solid; MARGIN-RIGHT: 5px; BORDER-BOTTOM: rgb(51,51,51) 1px solid" src="http://www.elmorrocotudo.cl/tmp_images/500/noticia_24976_normal.jpg" /></p><div id="utilidades" style="CLEAR: both; BORDER-TOP: rgb(204,204,204) 1px solid; OVERFLOW-Y: hidden; FONT-WEIGHT: normal; OVERFLOW-X: hidden; WIDTH: 400px; COLOR: rgb(0,0,0); BORDER-BOTTOM: rgb(204,204,204) 1px solidfont-family:'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif;font-size:10px;" ><span class="Apple-style-span" style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:12;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:10;"><br /></span></span></span></span></div><div id="utilidades" style="CLEAR: both; BORDER-TOP: rgb(204,204,204) 1px solid; OVERFLOW-Y: hidden; FONT-WEIGHT: normal; OVERFLOW-X: hidden; WIDTH: 400px; COLOR: rgb(0,0,0); BORDER-BOTTOM: rgb(204,204,204) 1px solidfont-family:'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif;font-size:10px;" ><span class="Apple-style-span" style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:12;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:10;"><br /></span></span></span></span></div><div style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)font-family:'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif;" align="justify" ><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;">Probablemente las que más han pagado el pato con la revolución digital han sido las bibliotecas y es tal vez por esta razón que David Weinberger – con algo de ironía – dedica su libro <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“Todo revuelto: El poder del nuevo desorden digital”</span></i></span></span><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;"> (1) justamente a los bibliotecarios. Es un ensayo sobre las nuevas tecnologías de la información, las capacidades de difusión del saber que ofrece el espacio cibernético a través de la Web y el impacto que esto tiene en la democratización del conocimiento. El libro, publicado en EEUU en 2008 y recientemente presentado en Italia, se ha convertido en un manual de referencia en los medios de especializados (2). Al parecer, aún no ha sido traducido al español.<br /><br />Partiendo del principio que clasificar o sistematizar las cosas y las ideas es una tendencia natural en el ser humano, Weinberger comienza analizando la evolución del proceso que ha conducido a ordenar la información, desde los inicios greco-romanos (en nuestra cultura occidental), hasta los tiempos modernos. Así parte por las clasificaciones aleatorias o en función del uso – que llama de <strong><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">primer tipo</span></strong></span></span><span style="font-family:verdana;font-size:100%;"> – como son el orden alfabético (en los diccionarios por ejemplo), el orden cronológico (las fotos de viaje o de las vacaciones), o por temática (fotos de familia, recetas de cocina, etc.) Bajo ese criterio, los libros muchas veces se ordenan simplemente por tamaño o por colección y en los estados más avanzados, por tema, como se observa hasta hoy en las librerías (novelas, guías de viaje, etc).<br /><br />El <strong><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">segundo tipo</span></strong>, es la clasificación por orden sistemático usando ciertos criterios, como la clasificación decimal de libros inventada por </span><a style="COLOR: rgb(0,102,153); TEXT-DECORATION: none" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_Dewey_de_clasificación"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">Dewey</span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;"> en 1876 y empleada hasta hoy en las bibliotecas de todo el mundo, que el autor analiza largamente en el Capítulo 3: “La geografía del conocimiento”, o la clasificación de las especies, con </span><a style="COLOR: rgb(0,102,153); TEXT-DECORATION: none" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Clasificación_científica"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">Linneo</span></a><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;"> como figura pionera, que trata en el Capítulo 4: “Agregar y fraccionar”.<br /><br />Todos estos sistemas parten de un principio físico común a todos los ordenamientos: cada cosa debe <strong><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">tener su lugar</span></strong> y cada cosa debe <strong><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">estar en su lugar</span></strong></span></span><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;">, para así poderla encontrar fácilmente. Sin embargo, la virtualización y la digitalización están dejando obsoletos todos estos sistemas, no sólo porque tienen limitaciones con el cruce de los datos almacenados, sino y sobre todo, porque la cantidad de artículos de todo tipo que se generan cada día, es más abrumadora y virtual, ocupando poquísimo espacio físico.<br /><br />Así nace el orden (o desorden) del <strong><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">tercer tipo</span></strong> de Weinberger, el cual desafía los conceptos seculares de que las cosas del mundo se deben clasificar en categorías, temas, jerarquías, orden alfabético, etc. Nunca más <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“cada cosa estará o tendrá un lugar”</span></i></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">, sino que las cosas podrán estar en cualquier lugar y ser ubicables desde muchos puntos simultáneamente. De hecho no existe, nada mas caótico en el mundo que el World Wide Web (la famosa triple w) y sin embargo los objetos y los conocimientos son, más que nunca, fáciles de ubicar.<br /><br />Basta con insertar los términos justos en cualquier “motor de búsqueda” como Google o Yahoo para situarlos en los armarios virtuales. De esta manera un libro, una revista o un disco, puede estar presente y ser encontrado entre millones de otros desde cualquier parte del mundo y con frecuencia puede también ser leído, consultado o escuchado directamente en línea o descargado en nuestro PC. Más allá de esta enorme visibilidad a bajo costo, está también la posibilidad de comprar o vender lo que se quiere con la ventaja que a diferencia de los supermercados, no necesitamos desplazarnos por larguísimos corredores para encontrar el punto justo donde está la mostaza que buscamos, la que podemos coger sin cuidado de hacer caer los frascos de las otras marcas que están a su lado.<br /><br />Pero el caos de la Web resulta también del hecho que los conocimientos se generan y se organizan de manera colaborativa a velocidad exponencial, como sucede por ejemplo con Wikipedia, YouTube, Flickr, los millones de “blogs” o las cada vez más numerosas publicaciones (o revistas) virtuales. Es lo que se ha dado en llamar la </span><a style="COLOR: rgb(0,102,153); TEXT-DECORATION: none" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Web_2.0"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">Web 2.0</span></a><span style="font-family:verdana;font-size:100%;"> (3), resultado de una nueva concepción de un poder que se construye desde abajo hacia arriba, como lo señala el nombre mismo de Wikipedia (<i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">what I know is</span></i>). Aún así, la acumulación de páginas Web “favoritas” en nuestro navegador requiere de mecanismos o instrumentos de clasificación que se han venido a llamar </span><a style="COLOR: rgb(0,102,153); TEXT-DECORATION: none" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Marcadores_sociales"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">“marcadores sociales”</span></a><span style="font-family:verdana;font-size:100%;"> o “tags”, definidos como <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“una forma de almacenar, clasificar y compartir enlaces en Internet o en una Intranet”</span></i>, el más conocidos de los cuales es</span><a style="COLOR: rgb(0,102,153); TEXT-DECORATION: none" href="http://delicious.com/"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">Delicious.com</span></a><span style="font-family:verdana;font-size:100%;">.<br /><br />Es difícil predecir cual será el futuro de estos sistemas categoriales que tienden a introducir un “orden” personal o institucional en el desorden cibernético, pero el empleo de estos marcadores se encuentra al origen del neologismo <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">folksonomia</span></i>, que es el <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“conjunto ordenado de categorías (o taxonomía) que emerge de la manera como la gente etiqueta los objetos”</span></i>. La aplicación tiene pros y contras (los que podemos encontrar en </span><a style="COLOR: rgb(0,102,153); TEXT-DECORATION: none" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Marcadores_sociales"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">Wikipedia</span></a><span style="font-family:verdana;font-size:100%;">) y aunque me reconozco un navegador asiduo que toma mucha de la información – incluso técnica – directamente de la red, no los he utilizado jamás.<br /><br />Tal vez esto deriva del hecho que soy un <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“inmigrante digital”</span></i> y no un<i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“nativo digital”</span></i>, conceptos acuñados en 2001 por </span><a style="COLOR: rgb(0,102,153); TEXT-DECORATION: none" href="http://aprenderapensar.net/2009/05/18/nativos-digitales-vs-inmigrantes-digitales"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">Marc Prensky</span></a><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;"> para indicar la llamada <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“brecha digital”</span></i>, que enfrenta por un lado la generación que se ha incorporado a la red en el curso de su vida (los que hoy tenemos más de 30 años pero también los jóvenes sin acceso a Internet), a la generación de que ha crecido <strong><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">con</span></strong> los instrumentos digitales. Esta diferencia, que aparece puramente técnica, tiene seguramente implicaciones antropológicas mucho más complejas, que permiten explicar en ciertos casos las dificultades de ciertos educadores (e incluso los padres), para llegar a los más jóvenes, quienes nativos digitales, hablan el nuevo idioma de manera natural y no entienden los métodos tradicionales. <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“Todo va demasiado lento para ellos, no conciben que el papel no les “responda” como lo hace la pantalla de sus dispositivos digitales y su atención cambia continuamente de foco”</span></i></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">.<br /><br />Pero el cambio epocal al que apunta Weinberger se enfrenta también a algunos detractores. Nicholas Carr en particular (4) (citado por </span><a style="COLOR: rgb(0,102,153); TEXT-DECORATION: none" href="http://www.materiabiz.com/mbz/2020/nota.vsp?nid=32163"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">Pardo</span></a><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;">), afirma que la red nos hace más estúpidos, planteando un punto de vista elitista: la cultura y sus asimilados – como las noticias o las informaciones – deben ser dejadas a los expertos. El culto del aficionado (<i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“The cult of the amateur”</span></i>) y la Web colaborativa, los resultados de las aplicaciones abiertas, están creando – desde su punto de vista – <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“una selva de mediocridad”</span></i></span></span><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;">, alegando que deben ser sólo los medios de comunicación de masa o los especialistas quienes tengan el poder de producir, editar y distribuir información, limitando el rol de los demás (o sea de nosotros) a meros lectores, como funcionó con la industria cultural en el siglo pasado.<br /><br />Como colaboradores no profesionales de El Morrocotudo, seguramente que no podemos compartir estos puntos de vista.<br /><br />=========<br />(1) Es la mejor traducción que pude encontrar para expresar lo que David Weinberg quiso decir con su título <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Everything is miscellaneous: the power of the new digital disorder</span></i></span></span><span style="font-family:verdana;"><span style="font-size:100%;"> (Henry Holt and Co. New York. 2008).<br /><br />(2) David Weinberger: <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Elogio del disordine</span></i></span></span><span style="font-family:verdana;font-size:100%;">. Bur Next. Milan. 2010.<br /><br />(3) La Web 2.0 es una representación simbólica de la evolución de la red concebida en una perspectiva de usuario pasivo a una de usuario activo. Refleja una transición de las aplicaciones tradicionales (Web 1.0) hacia aquellas enfocadas al usuario final, con quienes se genera colaboración y se ofrecen servicios que reemplazan las utilidades de escritorio del PC.<br /><br />(4) Andrew Keen: <i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">The Cult of the Amateur. How Today’s Internet Is Killing Our Culture.</span></i> Doubleday. 2007. </span></div><div style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)font-family:'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif;" align="justify" ><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:verdana;"></span></span></div><div style="FONT-WEIGHT: normal; COLOR: rgb(0,0,0)font-family:'Lucida Grande', Tahoma, Arial, Verdana, sans-serif;" align="justify" ><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">Fuente: </span><a href="http://www.elmorrocotudo.cl/admin/render/noticia/24976"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;font-size:100%;">http://www.elmorrocotudo.cl/admin/render/noticia/24976</span></a></div><p></p></span><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1