tag:blogger.com,1999:blog-63460048925054252472024-03-18T02:48:48.936-07:00RINCON DEL BIBLIOTECARIOLa idea es crear un espacio para el comentario, la información, la reflexión, el conocimiento y la amistad entre los bibliotecarios del mundo. Se incluyen noticias y notas de actualidad relacionada con el libro, las bibliotecas, los bibliotecarios y el desarrollo personal.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.comBlogger15125tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-90788809478084606212019-02-23T09:34:00.000-08:002019-02-23T09:34:28.742-08:00Un amor surgido entre las páginas de los libros<br />
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Por</span><span style="background: white; color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13.5pt;">: <b>Karla Marie-Rose Derus</b></span><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="background: white; color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13.5pt;"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: center;">
<span style="background: white; color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13.5pt;"><img alt="(Brian Rea)" height="360" src="https://www.infobae.com/new-resizer/y3IOZhpsUQWN0HxgXYdAaqQ7Xwk=/750x0/filters:quality(100)/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2019/02/23040110/new-york-times-13.jpg" width="640" /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="background: white; color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13.5pt;"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Durante
seis años de soltería a mis veintitantos, me convertí en alguien que no
conocía. Antes, siempre había sido una lectora. De niña caminaba a la
biblioteca varias veces a la semana y de noche me quedaba despierta leyendo
bajo las sábanas con una linterna. Sacaba tantos libros y los regresaba tan
pronto que en una ocasión la bibliotecaria explotó: "No te lleves tantos
libros a casa, si no vas a leerlos todos".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Pero
sí los leí todos", le respondí, dejándole la carga en los brazos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Fui
estudiante de Letras Inglesas en la universidad y después obtuve la maestría en
Literatura, pero poco después de que la tesis engargolada ocupó su lugar en la
repisa junto a mi título, dejé de leer. Sucedió gradualmente, como cuando sanas
o mueres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Cuando
creé mi perfil en OkCupid (usuario: missbibliophile52598), llené la sección de
"Libros favoritos", y dejé que mi gusto literario hablara por mí:
Cien años de soledad, París era una fiesta, Colmillo blanco, El buen nombre, El
mundo conocido, El dios de las pequeñas cosas, El lugar del aire. No obstante,
sentí un pánico repentino cuando me di cuenta de que habían pasado más de dos
años desde que leí la mayoría de estos títulos y, en algunos casos, más de
cinco años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">A pesar
de mis antecedentes, traté de mantener mi personaje de ratón de biblioteca. Me
uní a clubes de lectura en Meetup.com a los que nunca asistí. Saqué de la
biblioteca un ejemplar de Nunca me abandones, de Kazuo Ishiguro, porque todos
lo estaban leyendo, solo para entregarlo con retraso de una semana, sin leer y
con multas por pagar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Seguía
amando la idea de leer. Atesoraba los libros y las librerías. Siempre que
encontraba una, me quedaba durante horas entre los estantes como si estuviera
poniéndome al corriente con viejos amigos, elegía ejemplares que ya había leído
y compraba libros nuevos que no había leído.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Cuando
la novia de mi padre me regaló un libro de Joel Osteen en Navidad, lo devolví
para intercambiarlo por Una bendición de Toni Morrison. También compré la
colección de cuentos de Dostoievski, pero no leí ninguno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">David
fue mi primera cita en OkCupid —mi primera cita en línea en la vida—. Era alto
y agradable, aunque tímido. Le hice una pregunta tras otra para mantenerlo a
gusto y hacer que fluyera la conversación, pero también para desviar su
atención (un truco clásico de los introvertidos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">En su
perfil decía que le gustaba leer, así que le pregunté por el libro más reciente
que había leído. Su rostro se iluminó y sus dedos comenzaron a bailar. Las
primeras semanas me di cuenta de que David leía mucho más que yo, uno o dos
libros a la semana, aproximadamente. Parecíamos una pareja improbable: yo soy
una mujer negra de 1,61 metros, de madre caribeña; él es un hombre blanco que
mide 1,90 metros y es originario de Ohio. No obstante, a medida que nos
conocíamos, nuestra fe compartida y amor por los libros zanjaba las brechas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">La
primera vez que David fue a mi casa, comparamos nuestras bibliotecas. Solo
teníamos cuatro libros en común; dos de ellos eran colecciones de C. S. Lewis.
David prefería la historia y la no ficción, mientras que a mí me atraían los
escritores negros de ficción y las historias de inmigrantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Meses
más tarde, cuando comenzamos a hablar de la posibilidad de casarnos algún día,
no mencioné el tema de fusionar nuestras bibliotecas, no porque temiera tener
que separarlas algún día, sino porque me gustaba tener mis propias historias
para compartir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">En
nuestra séptima cita, David y yo visitamos la biblioteca central.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Te
propongo un juego", dijo, mientras sacaba dos bolígrafos y pequeñas hojas
autoadhesivas de su bolsa. "Busquemos libros que hayamos leído y dejemos
reseñas para el siguiente lector".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Vagamos
entre los pasillos durante más de una hora. Al final, nos sentamos en el piso,
en la sección de poesía, y le leí un verso de Linda Pastan. Él escuchó, con la
cabeza inclinada hacia abajo, la barbilla contra el pecho, y luego preguntó:
"¿Qué es lo que te gusta de ese verso?".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Aquella
primavera, mientras hacíamos un pícnic al aire libre, le pregunté: "Si te
digo algo, ¿prometes no juzgarme?".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">David
dejó de escribir la lista de los libros que planeaba leer durante el verano y
levantó las cejas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Este
año, solo he leído un libro", confesé. "Empecé otros tres, pero no
los he terminado".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Pero
estamos en junio", respondió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Lo
sé".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"¿Un
libro?".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Lo
sé".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Pero
te gustan los libros", dijo. "Te gustan las librerías. Te gustan las
bibliotecas".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"¿Acaso
este asunto termina con la relación?".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"No,
pero, aun así. ¡Ponte a leer!".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Estaba
dolorosamente consciente de la flagrante hipocresía de mi vida. Defendía las
virtudes de las librerías en la era de las ventas en línea y compraba libros
siempre que tenía oportunidad, pero a duras penas los leía. Se quedaban por
todos lados, hasta que mi casa parecía vestir libros tal como uno viste ropa.
Se acumularon en las sillas y rodearon los brazos del sofá.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">En
japonés hay una palabra para esto: tsundoku, el acto de comprar libros que
nunca lees.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Los
estantes de mi biblioteca se pandean en el centro, y no solo porque están
hechos de triplay barato, sino porque tienen dos hileras de libros, la del
frente y la de atrás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Si
quiero encontrar un libro de mi época universitaria, o de antes de esta, sé que
debo buscar en la fila de atrás. Si estoy buscando una adquisición reciente,
reviso la del frente. Alrededor del librero hay pilas con diferentes categorías
de libros. Entre ellas: libros que he leído; libros que quiero leer; libros que
empecé, pero no terminé porque no me gustaron; libros que comencé y me
gustaron, pero cuya lectura no podía justificar debido a su contenido sexual
gráfico o violento. En esa categoría hay dos libros de Philip Roth.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">La
última vez que visité una librería de todo por un dólar, compré cinco títulos
para mí y dos para David. Su orden de "Ponte a leer" resonaba en mi
cabeza. Una tarde, tomé uno de los libros de pasta dura que había comprado en
esa librería solo porque el título me pareció poético.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Me costó
mucho trabajo engancharme con el libro. Se suponía que el narrador era un
hombre de edad avanzada, pero me pareció que sonaba más a cómo se imagina una
mujer joven que se escucha un hombre viejo. Cada vez que me sentía tentada a
abandonarlo, pensaba en David. Él acababa de empezar La broma infinita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Me
obligué a leer los dos primeros capítulos y cuando llegué al tercero descubrí
un narrador nuevo. Me encantó la alternancia de voces. Me llevé el libro al
trabajo y lo leí en el almuerzo. Lo leí de vuelta a casa, levantando de vez en
cuando la mirada mientras caminaba para asegurarme de evitar a los extraños y
el concreto disparejo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Me
vanaglorié de que, mientras mis pares milénials también caminaban con la cabeza
gacha, y los ojos mirando apenas por encima de las palmas de las manos, yo no
estaba solo recorriendo las publicaciones de Instagram. Estaba leyendo. Leyendo
un libro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"¿Qué
tal tu día?", preguntó en un mensaje de texto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Bien,
estoy un poco cansada", respondí. "Me quedé despierta hasta tarde y
terminé mi libro". Yo había tratado de sacar el tema de forma casual, pero
estaba orgullosa de mí misma. La última vez que me quedé despierta toda la
noche leyendo fue cuando tenía 12 años y el libro era Mujercitas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">No era
una competencia, pero había cierta presión. Sentí que David me impulsaba a ser
de nuevo la persona que solía ser y la que quería ser. Siempre que comenzaba a
hablar del libro de no ficción que estaba leyendo acerca del surgimiento de
Silicon Valley o de filósofos del medioambiente, yo le hablaba de ficción, de
hombres que abandonaron su país escondiéndose en cajas solo para salir trepando
y convertirse en pájaros. Le recordaba que en ocasiones la única manera de
explicar el mundo en que vivimos es inventándolo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Una vez
le pregunté a David qué le gustaba de mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Hizo una
pausa y dijo: "Haces que sea menos cínico. Contigo veo el mundo como un
lugar lleno de maravillas".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Al cabo
de poco más de un año de nuestra cita en la biblioteca, David sugirió que la
visitáramos de nuevo. Mientras caminábamos entre los estantes, me preguntó si
recordaba el juego de nuestra primera visita, cuando pusimos reseñas escritas
en hojas autoadhesivas sobre nuestros libros favoritos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Sí
lo recuerdo".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Sacó un
libro del estante, se hincó en una rodilla y lo abrió. Dentro, su nota decía:
"Karla, siempre has sido tú. ¿Te quieres casar conmigo?".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Su
propuesta había permanecido entre las páginas de The Rebel Princess durante más
de un año.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Sí",
respondí. "Me quiero casar contigo".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Nos
abrazamos en medio del pasillo de ficción, rodeados de las historias de otras
personas y a punto de iniciar la nuestra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Karla
Marie-Rose Derus es una escritora que vive en Los Ángeles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Courier New";">*Copyright: c.2019 New York Times News
Service<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br /><br />
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35; margin-left: 2em; text-indent: -2em;">
<div class="csl-entry">
Fuente bibliográfica</div>
<div class="csl-entry">
ROSE DERUS, -KARLA MARIE, 23 De Febrero, [sin fecha]. Un amor surgido entre las páginas de los libros. <i>Infobae</i> [en línea]. [Consulta: 23 febrero 2019]. Disponible en: <a href="https://www.infobae.com/america/the-new-york-times/2019/02/23/un-amor-surgido-entre-las-paginas-de-los-libros/">https://www.infobae.com/america/the-new-york-times/2019/02/23/un-amor-surgido-entre-las-paginas-de-los-libros/</a>. </div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=webpage&rft.title=Un%20amor%20surgido%20entre%20las%20p%C3%A1ginas%20de%20los%20libros&rft.identifier=https%3A%2F%2Fwww.infobae.com%2Famerica%2Fthe-new-york-times%2F2019%2F02%2F23%2Fun-amor-surgido-entre-las-paginas-de-los-libros%2F&rft.aufirst=23%20De%20Febrero&rft.aulast=Rose%20Derus%2C%20-Karla%20Marie&rft.au=23%20De%20Febrero%20Rose%20Derus%2C%20-Karla%20Marie&rft.language=es_ES"></span></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com44tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-72037086359467539752017-12-12T03:46:00.000-08:002017-12-12T03:51:15.637-08:00La Nochebuena del bibliotecario (otro cuento de Navidad a la manera de Dickens)<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Por: <b>Carlitos Dikeno</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-gQ_GaJspdV8/Wi_AWXA9T2I/AAAAAAAAHRM/ZyNNet0h5E0nIndGLxQZIrYFKeURlIiewCLcBGAs/s1600/makingofezine-com.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="294" data-original-width="470" height="400" src="https://2.bp.blogspot.com/-gQ_GaJspdV8/Wi_AWXA9T2I/AAAAAAAAHRM/ZyNNet0h5E0nIndGLxQZIrYFKeURlIiewCLcBGAs/s640/makingofezine-com.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Cuando
el Bibliotecario levantó los ojos del libro se dio cuenta de que no quedaba
nadie. Todos se habían ido y el Ayudante, ese vago que siempre está buscando
excusas para escurrir el bulto, había apagado las luces y cerrado los
ordenadores. “Bien, es Nochebuena”, pensó, “y supongo que sería inútil intentar
que cumpla con el horario debido. En fin, yo también me iré a casa, hace rato
que siento mucho frío”. Un frío extraño, además. Parecía que le saliera desde
dentro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">No le
resultó difícil atravesar la sala, a pesar de la oscuridad. Conocía bien “su”
biblioteca, aquel rincón en el que llevaba más de 20 años. Sabía dónde estaba
cada mesa, cada silla, cada estante. Mientras buscaba las llaves y conectaba
las alarmas volvió a pensar en el Ayudante. “Cada día está más enloquecido” se
dijo. “No hace más que proponer proyectos descabellados. ¿Pensará que nos pagan
para divertir a la gente? No faltaba más…”. Recordó que, esa misma mañana, le
había sugerido felicitar a sus lectores con reproducciones de los villancicos
renacentistas que guardaban en los depósitos. “¡Un material sagrado, sólo para
sabios!”. También le había insinuado que arreglaran una sala casi vacía para
acoger a los estudiantes. “Los pobres no tienen una biblioteca en el Instituto,
y aquí hay una buena sección de referencia”. ¡Pobres! ¡Llamar pobres a esta
panda de gamberros que sólo sirven para montar botellones! Por no hablar de la
absurda idea de bajar de Internet crucigramas para los ancianos. Así
utilizarían la colección de diccionarios y eso les ayudará a ejercitar la
cabeza, decía el insensato. “Esos ya no tienen ni cabeza, están gagás. Los
diccionarios son muy valiosos y, gracias a mis desvelos, se conservan
impolutos. No tardarían en babear encima”. ¿Y qué pensar del club de lectura
para “marujillas”?. Así las llamó: “marujillas”. “¿Vamos a perder el tiempo
charlando de La Regenta con semejante hatajo de incultas?”. El desgraciado
estaba tan loco como su sobrino, que quería abrir en la Biblioteca un chat, un
blog, una lista de distribución, qué sé yo cuántas tonterías más. Una vez pidió
un servicio de alertas, ¡alertas! “Vaya tontería… que se espabile cada cual y
busque la información por su cuenta”. La biblioteca no estaba para atender a
ignorantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Notó que
al final de la sala se reflejaba una luz. “¿Se habrá dejado abierto algún OPAC
el inútil ese? No sería raro, hoy estaba trastornado”. Fue a oscuras hasta la
pantalla que brillaba en la penumbra, para apagarla. Y entonces vio que algo se
movía allá dentro, como si estuvieran proyectando una película. No podía ser:
aquello era un terminal y no daba acceso más que al catálogo. ¿Qué se movía,
entonces?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Se
acercó más y, de pronto, el frío que toda la tarde había sentido se hizo más
profundo. Desde la pantalla del ordenador le hacía señas un rostro macilento,
enjuto, triste. ¡Era el anterior Bibliotecario! Había sido su maestro, su
mentor, incluso “su padrino”. Le enseñó cuanto sabía y desde entonces veneraba
su memoria. Pero… hacía más de 10 años que estaba muerto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Se
asustó. Medio paralizado por el miedo, pero empujado por la curiosidad, se
acercó más, dispuesto a averiguar qué era aquello. Y entonces, la figura del
Viejo Bibliotecario señaló a una esquina de la pantalla y desde allí empezaron
a surgir imágenes… imágenes familiares. El Bibliotecario se vio a sí mismo, un
niño todavía, allí, en esa misma biblioteca. Habían montado un belén y el Viejo
Bibliotecario había sacado cuentos de Navidad y los había dispuesto encima de
las mesas. También había golosinas en el mostrador y todo el mundo se
felicitaba las fiestas. Parecían contentos. Mientras miraba la escena, el
Bibliotecario notó que el frío había desaparecido… hasta tenía ganas de unirse
a aquel alegre grupo de gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Pero la
imagen comenzó lentamente a desvanecerse y otra vez apareció la figura del
Viejo Bibliotecario. Ahora señalaba a otra esquina de la pantalla. Y allí, como
a través de una cámara web, el Bibliotecario vio a su Ayudante, cantando con un
coro de adolescentes… los villancicos de la biblioteca. También vio a un grupo
de mujeres de mediana edad, que hablaban animadamente y se intercambiaban
libros… de la biblioteca. “¡Este granuja me la ha jugado!”, pensó. “A pesar de
mis instrucciones, ha sacado los villancicos, ha organizado su club…. Me va a
oír cuando regrese”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Estaba
indignado. Y volvía a sentir el mismo frío. Mientras rumiaba cómo poner freno a
los atrevimientos del Ayudante, la imagen volvió a desvanecerse y una vez más
el Viejo Bibliotecario apareció y señaló otra esquina de la pantalla. Pero esta
vez no se vio nada. Todo quedó negro, oscuro, no hubo ruidos ni movimiento.
Todo era silencio. Desconcertado, pulsó el ratón varias veces sin resultado
alguno. No sabía qué hacer. Y entonces oyó detrás de él un susurro muy leve.
“Sssss. No haga ruido. Nos pueden descubrir”. Miró a todos lados sin ver a
nadie. “No haga ruido, es peligroso. Los ordenadores están prohibidos”.
“¿Prohibidos? ¿Qué tonterías está diciendo? Hay más de treinta ordenadores en
mi biblioteca”. “Chssss, no pronuncie esa palabra. Todas están cerradas. Y los
cines, y las salas de conciertos. No se pueden leer más libros que los
oficiales”. “¿Cómo dice? Hace un momento he visto a un grupo de mujeres
intercambiando novelas, a un coro cantando villancicos… ¿me está tomando el
pelo?”. “Lo que usted vio pasó hace muchos años. Las mujeres no pueden salir de
sus casas. La música está vedada. Nadie canta, nadie lee, nadie tiene Internet.
Es muy peligroso. La gente dejó de venir a las bibliotecas porque no servían
para nada y, poco a poco, el fanatismo y la ignorancia se apoderó de
nosotros.”. Y, dicho esto, el murmullo cesó y todo quedó completamente en
silencio y a oscuras. El Bibliotecario notó cómo el frío, más terrible que
nunca, le recorría las venas y lo paralizaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Y en ese
momento cayó en la cuenta: era una broma. Una broma de mal<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">gusto,
claro. Una broma del Ayudante, sin duda en colaboración con el idiota de su
sobrino. Le habían gastado la broma del “Cuento de Navidad”. Muy bien montada
por cierto, pero un hombre de su cultura ¿cómo había podido ser tan ingenuo?.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Bastante
molesto, abrió la puerta para salir y tropezó con el Ayudante que volvía a toda
prisa. <b>“Muy divertida su broma, muy
divertida”</b>, casi rugió. “¿Divertida? ¿Qué broma? No sé de que me habla”,
dijo el Ayudante, sin resuello. “Vengo del Ayuntamiento. Por culpa de la
iluminación de Navidad que han colgado en la fachada hubo un cortocircuito y
nos quedamos sin luz. Llevamos toda la tarde completamente a oscuras, y tuve
que desalojar la biblioteca. Se lo dije cuando aún era de día, ¿no se enteró?”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">“¿No se enteró, señor Bibliotecario?”<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-small;">Fuente bibliográfica</span></div>
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35; padding-left: 2em; text-indent: -2em;">
<div class="csl-entry">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-small;">DIKENO, CARLITOS, B., 2016. La Nochebuena del Bibliotecario (Otro cuento de Navidad a la manera de Dickens). <i>Boletín DIB: De interés para el bibliotecario.</i> [en línea]. [Consulta: 12 diciembre 2017]. Disponible en: https://deinteresparaelbibliotecario.wordpress.com/2016/12/19/la-nochebuena-del-bibliotecario-otro-cuento-de-navidad-a-la-manera-de-dickens/. </span></div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=blogPost&rft.title=La%20Nochebuena%20del%20Bibliotecario%20(Otro%20cuento%20de%20Navidad%20a%20la%20manera%20de%20Dickens)&rft.description=Cuando%20el%20Bibliotecario%20levant%C3%B3%20los%20ojos%20del%20libro%20se%20dio%20cuenta%20de%20que%20no%20quedaba%20nadie.%20Todos%20se%20hab%C3%ADan%20ido%20y%20el%20Ayudante%2C%20ese%20vago%20que%20siempre%20est%C3%A1%20buscando%20excusas%20para%20escurrir%20el%20bulto%E2%80%A6&rft.identifier=https%3A%2F%2Fdeinteresparaelbibliotecario.wordpress.com%2F2016%2F12%2F19%2Fla-nochebuena-del-bibliotecario-otro-cuento-de-navidad-a-la-manera-de-dickens%2F&rft.aufirst=Bibliotecas&rft.aulast=Dikeno%2C%20Carlitos&rft.au=Bibliotecas%20Dikeno%2C%20Carlitos&rft.date=2016-12-19"></span></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-58002747002615265792017-05-29T04:03:00.002-07:002017-06-02T07:42:11.704-07:00En la librería (cuento)<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Por: <b>Patricio
Rago<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-_i3cQoFAnOo/WSv_2iZ7geI/AAAAAAAAHDI/HMchTxkd3ewQbvWwbAFRpSULa0UOzcCGwCLcB/s1600/0020541545.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="345" data-original-width="642" height="342" src="https://2.bp.blogspot.com/-_i3cQoFAnOo/WSv_2iZ7geI/AAAAAAAAHDI/HMchTxkd3ewQbvWwbAFRpSULa0UOzcCGwCLcB/s640/0020541545.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Porque
el hombre sabe. Y a uno que sabe no sólo se lo reconoce por los autores que
elige sino también por la manera en que sostiene el libro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Hace ya
más de un año que viene a la librería. Es un hombre mayor, tendrá unos setenta
años. No sé nada de él, ni su nombre ni a qué se dedica; y aunque el saco
sport, los anteojos de marco negro, y la agenda y el libro bajo el brazo me
hacen suponer que es psicoanalista, bien podría ser cualquier otra cosa:
profesor, economista o abogado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">La
escena se repite sin variaciones: el hombre se detiene, mira unos segundos la
vidriera y entra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">—Buenas
—dice con una seriedad de piedra. Jamás una sonrisa en sus labios, ni una sola
vez. Y además, hace un tiempo noté que tampoco me mira a los ojos, nunca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Cuando
le contesto y le pregunto cómo le va, me sentencia con un:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">—Bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Entonces
se inclina sobre la vidriera desde el lado de adentro y agarra el libro que le
interesa. Lo examina y pregunta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">—¿Cuánto
cuesta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">A veces
se queja del precio, aunque por lo general se lo termina llevando. </span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Porque el
hombre sabe. Y a uno que sabe no sólo se lo reconoce por los autores que elige
—Bernhard, Wittgenstein, Kordon, Nabokov, Céline— sino también por la manera en
que sostiene el libro. Hay algo en la forma de tomarlo con las dos manos —la
derecha abajo, dejando que el libro descanse sobre la palma, y la izquierda
arriba, abriendo las hojas con el pulgar y sosteniendo las páginas abiertas
entre el índice y el mayor—, algo en la precisión y en la seguridad pero también
en la sutileza y hasta en un cierto y certero amor, que lo delata de inmediato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Así es.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">El
hombre, siempre con la misma seriedad y sin mirarme a los ojos, repite el mismo
proceder. A veces resopla, algo fastidiado, como si lo indignara que yo haya
puesto ese libro en la vidriera y él, por alguna razón, al verlo, no pudiera
hacer otra cosa más que comprarlo. Me divierte la exageración de imaginarlo
desviar el camino para evitar la cuadra, o caminando rápido con la mirada al
frente; y las veces en que se deja vencer por la tentación, lo veo llegar a su
casa de mal humor para contarle a la mujer:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">—Otra
vez el pibe de la librería con esa vidriera. Parece mentira. ¡La puta madre!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Durante
mucho tiempo me pregunté qué será, qué le pasará por la cabeza, por qué tanta
seriedad, tanto fastidio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Hasta
que el otro día pasó algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Justo
levanté la vista de la computadora y lo vi pasar. Iba con un muchacho que debía
tener unos treinta años y que de inmediato supuse que era su hijo. Tenía el
pelo algo largo, con rulos, y una remera azul, gastada, con la imagen de una
persona que no llegué a reconocer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">El
muchacho giró la cabeza hacia la vidriera y se detuvo, el hombre reaccionó dos
pasos después. De pronto estaban los dos parados uno al lado del otro con la
mirada fija en los libros. En un momento el hijo le señaló Eisejuaz, de Sara
Gallardo, y el hombre asintió, satisfecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Se
comentaron algo que no pude oír y el muchacho entró. Ahí es cuando lo pude ver
bien. Tenía una gran dificultad para moverse. Llevaba los brazos encogidos
contra el pecho, las muñecas quebradas y las manos como muertas, y arrastraba
con dificultad la pierna derecha. La piel pálida y los ojos negros, diminutos,
me hicieron pensar en esas fotos de asesinos seriales que aparecen en los noticieros,
pero su aspecto no inspiraba terror, sino tristeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Se
acercó al escritorio y me preguntó con voz gutural cuánto costaba el libro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">El
hombre entró justo detrás. Tomó el libro entre los dedos pulgar, índice y mayor
y se lo alcanzó a su hijo. Durante todo ese tiempo seguía sin mirarme pero yo
sentía que de alguna manera la distancia entre él y yo se atenuaba. Ahora yo
sabía algo de su vida, que tal vez él no habría querido que yo supiera. El
hombre no parecía incómodo pero tampoco enojado como de costumbre. Llevaba más
bien el momento con esa dignidad que admiro profundamente y que considero una
de las virtudes del ser humano: aceptar lo inevitable, resistir al remolino de
la desesperación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Avergonzado
de mis lamentos cotidianos, traté de ponerme en su lugar. Pensé en su vida, en
su destino, en la bronca, en la decepción, en la impotencia, en las veces que
debe haber encarado a Dios o a la vida por haber sido tan ingrata. Me acordé de
Job, de ese libro hermoso de Joseph Roth. Pero todo esto son palabras, el
hombre estaba ahí y yo acá.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Le dije
el precio y el muchacho dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">—Sí, lo
quiero —y miró a su padre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">El
hombre metió la mano en su pantalón y sacó los billetes. En ese momento fue
cuando me miró por primera vez desde que viene a la librería.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;">Entonces
le di el vuelto y se fueron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , "sans-serif"; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35; padding-left: 2em; text-indent: -2em;">
<div class="csl-entry">
Fuente bibliográfica</div>
<div class="csl-entry">
RAGO, PATRICIO, [sin fecha]. En la librería. <i>La Capital</i> [en línea]. [Consulta: 29 mayo 2017]. Disponible en: http://www.lacapital.com.ar/cultura-y-libros/en-la-libreria-n1403565.html</div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=webpage&rft.title=En%20la%20librer%C3%ADa&rft.description=Porque%20el%20hombre%20sabe.%20Y%20a%20uno%20que%20sabe%20no%20s%C3%B3lo%20se%20lo%20reconoce%20por%20los%20autores%20que%20elige%20sino%20tambi%C3%A9n%20por%20la%20manera%20en%20que%20sostiene%20el%20libro.&rft.identifier=http%3A%2F%2Fwww.lacapital.com.ar%2Fcultura-y-libros%2Fen-la-libreria-n1403565.html&rft.aulast=Rago%2C%20Patricio&rft.au=Rago%2C%20Patricio"></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
</div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-76641834811070210332017-02-28T04:34:00.000-08:002017-02-28T04:34:03.310-08:00Cuentos para hacer más corta la espera en la estación del tren<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por:<b> Mila Fernández</b></span><br />
<div style="text-align: center;">
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-6UeHYf9UYjs/WLVrOATdsrI/AAAAAAAAG54/5-0O9fLDWh40ssSmBcwZybsAufPqLFZEwCLcB/s1600/n-SHORT-EDITION-large570.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://3.bp.blogspot.com/-6UeHYf9UYjs/WLVrOATdsrI/AAAAAAAAG54/5-0O9fLDWh40ssSmBcwZybsAufPqLFZEwCLcB/s640/n-SHORT-EDITION-large570.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Llegas a
la estación y compruebas que tu tren aún tardará diez minutos en llegar... Es
entonces cuando te desesperas, cuando no sabes qué hacer, si sentarte y que
pase el tiempo, o volver a echar mano de tu smartphone y comprobar si
ha cambiado el estado de tus redes sociales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Desde
hace unos años que unas modernas máquinas de vending ocupan los
pasillos y áreas de descanso de muchas estaciones de tren francesas,
precisamente para hacer esa espera mucho más agradable. <b>Son dispensadores de cuentos</b> de la empresa Short
Édition. <b><i><span style="color: #00b0f0;">"Este es un objeto simple, hermoso,
original y sorprendente... Porque en una sociedad en la que la vida cotidiana
cada vez es más rápida, el tiempo es un bien precioso.</span></i></b> Con estos
cuentos cortos queremos transformar el tiempo muerto en tiempo de lectura y
relajación", cuentan sus fundadores a El Huffington Post.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: center;">
<img alt="short_edition2" height="479" src="http://i.huffpost.com/gen/4839080/thumbs/o-SHORT_EDITION2-570.jpg?7" width="640" /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">UNA
EXPERIENCIA DE ÉXITO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">La idea
de instalar estas máquinas suministradoras de pequeños relatos surgió en 2011,
en la localidad francesa de Grenoble, cuando cuatro apasionados de la
literatura y la tecnología crearon una comunidad virtual de literatura corta y
nuevos talentos. Los primeros dispensadores se instalaron en esta ciudad, en
ocho lugares públicos: ayuntamiento, oficina de turismo, bibliotecas... Hoy hay
70 en funcionamiento —principalmente en Francia y Estados Unidos—, 35 en
estaciones de tren y el resto en aeropuertos, áreas de servicio de autopistas,
centros comerciales, ayuntamientos, bibliotecas, hospitales, centros sociales y
residencias de la tercera edad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">"Uno
de nuestros primeros seguidores fue el director de cine Francis Ford Coppola
que, en cuanto lo descubrió, instaló un dispensador en su café literario
Zoetrope de San Francisco", dicen orgullosos los inventores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: center;">
<img alt="coppola_shorteditions" height="425" src="http://i.huffpost.com/gen/4839700/thumbs/o-COPPOLA_SHORTEDITIONS-570.jpg?7" width="640" /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">¿Y QUIÉN
ESCRIBE?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">El
funcionamiento de estos "especiales entregadores de cuentos" es muy
sencillo. No tienen pantalla, tan solo hay que pulsar uno de los tres botones y
el azar hace el resto, ofreciendo al lector un papiro con un cuento o un poema
de 1, 3 o 5 minutos, según haya sido su elección. Por cierto, la lectura es
gratuita y se pueden pulsar los botones cuantas veces se quiera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: center;">
<img alt="short_edition3" height="426" src="http://i.huffpost.com/gen/4839088/thumbs/o-SHORT_EDITION3-570.jpg?6" width="640" /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><br /></span></div>
<div style="text-align: left;">
</div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Cada
máquina está conectada a la web de la comunidad Short Édition, que
cuenta con más de 180.000 suscriptores y más de 10.000 autores, escritores
aficionados que han encontrado en esta plataforma la oportunidad de que sus
relatos se lean y de hacer más agradables las esperas.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="515" src="https://www.youtube.com/embed/q8gzonNRnM0" width="760"></iframe><br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35; padding-left: 2em; text-indent: -2em;">
<div class="csl-entry">
<br /></div>
<div class="csl-entry">
Fuente bibliográfica</div>
<div class="csl-entry">
FERNÁNDEZ, MILA, 2016. Cuentos para esperar el tren. <i>El Huffington Post</i> [en línea]. [Consulta: 28 febrero 2017]. Disponible en: http://www.huffingtonpost.es/2016/11/09/cuentos-estacion-de-tren_n_12863530.html. </div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=webpage&rft.title=Cuentos%20para%20esperar%20el%20tren&rft.description=Llegas%20a%20la%20estaci%C3%B3n%20y%20compruebas%20que%20tu%20tren%20a%C3%BAn%20tardar%C3%A1%20diez%20minutos%20en%20llegar...%20Es%20entonces%20cuando%20te%20desesperas%2C%20cuando%20no%20sabes%20qu%C3%A9%20hacer%2C%20si%20sentarte%20y%20que%20pase%20el%20t&rft.identifier=http%3A%2F%2Fwww.huffingtonpost.es%2F2016%2F11%2F09%2Fcuentos-estacion-de-tren_n_12863530.html&rft.aulast=Fern%C3%A1ndez%2C%20Mila&rft.au=Fern%C3%A1ndez%2C%20Mila"></span></div>
<br />
<br /><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-27688728391837985922017-02-02T17:25:00.000-08:002017-02-02T17:25:25.482-08:00El cosedor de archivos (cuento)<div style="margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Por: <b>El Mendolotudo</b></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-lSIRo5Z9Dgg/WJPagRoSfUI/AAAAAAAAG1Q/EmaTQ_auTF43FeknFbfGLlfvtmuxwHqNQCLcB/s1600/images%2B%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="250" src="https://2.bp.blogspot.com/-lSIRo5Z9Dgg/WJPagRoSfUI/AAAAAAAAG1Q/EmaTQ_auTF43FeknFbfGLlfvtmuxwHqNQCLcB/s400/images%2B%25282%2529.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Fuma
recio en la oscuridad, como estando ajeno a todo. La tenue luz de la lamparita
emite un cono de brillo que ilumina las hojas amarillentas y húmedas por el
apile del tiempo. Posiblemente un café se enfría sobre la parte oscura del
escritorio que explota de carpetas, folios y máquinas de escribir en desorden
claro oscuro.</span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">La
figura recortada del hombre hincado sobre una foja, el cordel montado sobre el
ojo de una larga aguja. Los dedos marcados por el oficio y las manos que
muestran su habilidad de mil noches igual. Gruesos anteojos de verdes cristales
y amplio marco negro brillante como alquitrán. Cobriza la tez, el rostro
surcado por profundas arrugas con expresión de desinterés por todo. Azabache
pelo grasiento con raya al costado, algún mechón que de tanto en tanto debe ser
acomodado. Oscura la ropa también, como si saliera de la misma noche para una
infernal tarea. El Cosedor de archivos une a fuerza de lino las hojas de
borroso texto en las noches del juzgado provincial número ocho. Heredero de una
larga tradición de cosedores. Condenado a una faena monótona y carente de
futuro, pasa las nocturnas horas entre el hilo, las hojas y los crímenes sin
resolver.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Ariadna.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">El
nombre llama su atención desde el centro de un párrafo escrito a máquina. No
muy común en su provincia encontrar un nombre así, la curiosidad le lleva al
resto del texto. Homicidio. Lee en lo profundo de la oscuridad con apenas algo
de brillo sobre las hojas escritas a máquina.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Mendoza
tres de agosto de mil novecientos sesenta y cuatro.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Todo
había empezado como comienzan estas cosas. Yo solo buscaba alguien con quien
salir y de repente ya no podía vivir sin ella. No es que fuese perfecta, solo
que de repente me vi dependiendo de ella para todo. Su pelo, su piel. El brillo
de sus ojos en los que me veía reflejado cuando amanecíamos luego de hacer el
amor toda la noche. La forma en cómo tomaba la taza al desayunar, todo me
envolvía y me hacia necesitarla hasta el extremo de no sentirme vivo si no era
a su lado. Creo que por todo esto cuando ella decidió dejarme, es que no pude
concebir una existencia sin ella.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Pensé
que éramos una sola alma. Evidentemente ella no sentía igual.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Siempre
imagine una vida de a dos mientras la besaba, mientras le tomaba de la mano.
Mientras la amaba.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Y un
buen día, solo la maté.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">El
Cosedor continúa la lectura al amparo de la agonizante luz. Se estira para
extraer de la noche la taza del frio café. Un largo sorbo. Comprueba que algo
le sobra en la taza y la remata forzando el trago hasta concluir. Se acomoda
los anteojos mientras pita lentamente lo que le queda de un cigarro. Mira a su
alrededor como buscando a alguien que se lo pueda impedir y vuelve a la
lectura.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Tengo
el alma hecha pedazos, nunca pensé en dañarla. Nunca hubiera sido capaz de
lastimarla de haberme quedado otra opción. La vida corre en una sola dirección,
sabe. Y ella de pronto se salía de lo prefijado. Se intentaba escapar del
destino. Ese destino decía que debía estar a mi lado, que me pertenecía desde
el día en que me juró amor eterno. Se iba de mi lado y tal vez no sabía que
estaba obligada a quedarse junto a mí por ese juramento. O tal vez su vida no
era lo que ella deseaba. De cualquier forma la liberé, la liberé de sus
errores. De equivocarse. De una equivocación de la que se hubiera arrepentido
por siempre.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Un
amigo me dijo: "Conozco a la chica ideal para vos". Le dije que del
amor ya estaba asqueado, acababa de terminar una tortuosa relación y no deseaba
apurarme por iniciar otra. Pero al verla, le juro sobre la tumba de Ariadna,
que no pude más que derretirme a sus pies.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Derretido
también me quedé cuando ella le tomaba la mano a ese imbécil en el paseo de las
rosas. Me había dejado por Esteban Gargona. Un tipo de lo más insulso. Vacio de
corazón y escrúpulos, negociante de sombrías intenciones, un abogado que en
definitiva era por lo que me había cambiado. No conocía al tipo más allá de su
nombre, pero presumo que esas eran sus características.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">¿Se
había olvidado de mí?<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">No
parecía recordarme cuando le propinaba los besos más escandalosos en ese paseo
público. O cuando él le prometía cosas al oído que le encendían las mejillas.
No, en definitiva parecía ya no recordarme para nada. Ahora que lo pienso,
vuelve a mí la forma en cómo tanto amor se transformo en un odio infinito. Un
rencor que me colmaba el pecho, me hacia apretar los puños con tanta fuerza que
dolían. Puteaba a cada fibra de su ser y le deseaba mil maldiciones. Pero no
podía negar lo fascinado que me tenía. Por odio o por amor, por cariño o
rencor, fuera lo que fuera la necesitaba en mi vida. No podía simplemente
seguir y volver a las rutinas ásperas de siempre, no se puede salir señor juez
después del paraíso al mundo de nuevo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">El
cosedor hace una pausa. Respira hondo y vuelve a observar a su alrededor.
Apenas se distinguen las formas más allá de lo que ilumina el cono de luz de la
pequeña lámpara. Regresa al carpetón que estaba cosiendo. Hojas y hojas de
peritajes, declaraciones y acciones, como los eslabones de pesadas cadenas en
sus manos, se acumulan ante él. Alguna palabra de lo leído aún rumea entre
dientes cuando se detiene ante otra que parece salir del texto:<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Buñuelos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Había
decidido el día en el preciso momento en que me enteré que ella habría de
casarse con ese tarado. Habían pasado tres años desde nuestra separación, más
yo no podía dejarla en mi pasado. Unos días antes, sin ir más lejos, había
soñado con ella. Hacíamos un largo viaje hacia Punta de los Saltos. Todo era
tan nítido. El auto descapotable rojo, la capellina sostenida por su mano de
cisne. Sus grandes anteojos oscuros y esa esplendorosa sonrisa de actriz de
cine de la década del cuarenta. Recuerdo haber despertado aún con el sabor de
los buñuelos que llevábamos para la media tarde. El día había comenzado de
manera especial, había tomado ese sueño como una premonición de que al fin ella
podría volver a mí. Pero esa misma tarde un amigo comentó la noticia. Las
invitaciones habían comenzado a circular. Todos menos yo estaban convidados al
gran evento. Tal vez mis asedios constantes, mis llamadas sin hablar o mis
mensajes anónimos fueran la causa de tal excepción. De todas formas no podía
perderme el evento que definiría mis días de ahí en más.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">El
enorme salón de la calle Suipacha estaba listo para la ocasión. Yo fumaba en mi
viejo Fiat estacionado del otro lado de la plaza. Desde ahí los pude ver
llegar, malditos traidores hijos de puta, al rebaño de mis antiguos amigos y a
ellos dos. Ella estaba hermosa, brillante como una blanca estrella delicada y
llena de gracia. Él era solo un imbécil.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">En
el salón Suipacha era sabido que uno se podía colar por el sector de los baños.
Una pared baja que comunicaba la calle con un pequeño patío justo detrás de la
cocina me permitió meterme sin invitación. Caí como atado de leña, me sacudí la
tierra del saco y me apresure a ganar los sanitarios. Frente a uno de los
espejos me ordené para no llamar la atención. Tenía puesto un viejo traje de
color azul y un corbatín que a ella le encantaba. Me emprolijé el pelo
ordenando mi mechón oscuro engominado hacia un costado. Estaba listo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">El
cosedor de archivos hace otra pausa, se acabo el café y el cigarro, huérfano de
vicios se encuentra a solas en medio de la noche. La lectura le ha insumido
casi toda la jornada y el alba amenaza con arribar. No sabe por qué ha
comenzado a brotar una rara sensación en lo profundo de su pecho, no pudiendo
dejar de leer la transcripción de la declaración a pesar del cansancio. Se
acomoda los anteojos gruesos y vuelve a sus hojas, a una palabra en especial:<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Vals.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Alguno
me debe haber reconocido, pero era tanta la gente que aproveché y pasé casi sin
ser visto. Me agazapé detrás de un gordo gigantesco, mi porte me permite a
veces esas licencias. Los miré bailar el vals de los novios. Ella seguía
brillando y él seguía siendo un imbécil. Por un momento dudé. Me di cuenta que
en realidad la amaba demasiado. Pero luego recordé todo lo que me había
lastimado en estos tres años. Tanta espera en vano, tanto llanto reprimido,
tanta furia y putear a mi destino y mala suerte. Todo mientras me veía
estancado en tanto que ella había decidido continuar con su vida. Su vida sin
mí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Respiré
hondo y encaré.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">El
Cosedor siente crecer la sensación de conocer esta historia de alguna manera
lejana, incluso ya es hasta incómodo leerla.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Había
comenzado la parte en la que bailan con los padrinos y luego el resto de los
familiares. Uno a uno los conocidos se turnaban para bailar con ella. Encaré
con aplomo y en un descuido me filtré entre dos muchachos, uno la dejaba y el
otro la iba a tomar. Estreche su mano mientras ella sonreía a su izquierda
atrapada por un flash. Aún algo deslumbrada tardó en reconocerme, tanto que me
alcanzo a regalar su esplendida sonrisa. Su última sonrisa fue mía. Apoye el
caño sobre su pecho apuntando al corazón y se lo rompí en un estruendo, tal y
como ella me lo rompió a mí.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Me
hubiese gustado pegarme el tiro que planeaba en la sien, pero todos saltaron a
mi impidiéndomelo. Mientras me golpeaban primero los familiares y luego los
agentes de policía no podían dejar de sonreír por alguna extraña razón. Si
supiera señor juez lo aliviado que me sentí...<o:p></o:p></span></div>
<div style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 16px; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 24px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline; width: 644px;">
</div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">El
relato continúa, pero el Cosedor no necesita más, ha leído lo suficiente. Sus
ojos se iluminan de pronto y al retirarse los gruesos anteojos se reconoce a sí
mismo en el espejo de aquel baño, emprolijando su negro mechón.<o:p></o:p></span></div>
<div style="box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 12.5pt;">Fuente bibliográfica:</span></div>
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35; padding-left: 2em; text-indent: -2em;">
<div class="csl-entry">
MENDOLOTUDO, E., [sin fecha]. El cosedor de archivos - MDZ Online. [en línea]. [Consulta: 3 febrero 2017]. Disponible en: http://www.mdzol.com/nota/717158-el-cosedor-de-archivos/. </div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=webpage&rft.title=El%20cosedor%20de%20archivos%20-%20MDZ%20Online&rft.description=Un%20hombre%20con%20una%20vida%20sombr%C3%ADa%20y%20con%20acceso%20a%20lectura%20clasificada%20busca%20llegar%20a%20la%20luz%20en%20esta%20historia.&rft.identifier=http%3A%2F%2Fwww.mdzol.com%2Fnota%2F717158-el-cosedor-de-archivos%2F&rft.aufirst=El&rft.aulast=Mendolotudo&rft.au=El%20Mendolotudo"></span></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-26092538994995911972016-09-27T04:34:00.000-07:002016-09-27T04:34:13.926-07:00Defensa del libro a cualquier precio<div class="MsoPlainText">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 16px;">Por: </span><b style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 16px;">Hernán Firpo</b></div>
<div class="MsoPlainText">
<b style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 16px;"><br /></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-RYInaB3HMxI/V-pW9jYG_yI/AAAAAAAAGlc/Q1lnSXWaMjgMHwm3RRIg_O_AO7HtT7tBgCLcB/s1600/descarga%2B%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="298" src="https://4.bp.blogspot.com/-RYInaB3HMxI/V-pW9jYG_yI/AAAAAAAAGlc/Q1lnSXWaMjgMHwm3RRIg_O_AO7HtT7tBgCLcB/s400/descarga%2B%25282%2529.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoPlainText">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">El tipo
me pegó un manotazo, oficial. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Me lo
manoteó y se lo llevó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Lo tenía
puesto en el sobaco derecho, oficial, apretado como se aprietan los libros por
la calle. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Me lo
afanó y salió corriendo derecho por Pueyrredón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Mientras
lo perseguía, gritaba: <b>¡Deténganlo!</b> <b>¡Deténganlo!</b> <b>¡Me robó el libro!</b> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Imagínese,
oficial, <b>nadie se movió</b>, <b>nadie se metió</b> y…. “claro -interrumpe el oficial-,
debían pensar que era una cámara oculta para Tinelli. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">¡¿Cómo va a decir me robó el libro?!</span></b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"> Tenía que gritar <b>‘me robó’</b> y punto, sin especificar nada, y
mucho menos en este caso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">O
tendría que haber dicho: <b>‘Me robaron el
celular’</b>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Ahí todo
el mundo se hubiera puesto en su lugar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Usted
sabe, a nadie le gusta que le toquen su celular”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Bueno,
le cuento, oficial: era el libro de un teórico de la libertad de escritura, un
enemigo feroz de los escritores sometidos. Italiano él, Ermanno Cavazzoni. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">“¿Murió?”
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">No, no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">“Ah,
como hablaba en pasado ...” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Me lo
robaron, por eso hablo en pasado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Cavazzoni,
oficial, con doble zeta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">“¿En
serio pretende que le tome la denuncia?” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Escuchemé
oficial -optando por un gesto más severo-, el otro día la noticia fue que había
mucha gente comprando libros por 10 pesos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><span style="color: #e69138;">“¿Usted quiere decirme que los libros son
importantes?”</span></span></b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">No, sólo
quiero llamar su atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">“Leí la
noticia”, me señaló.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"> “Era en el contexto del cierre de una
librería, ¿no es cierto?” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Sí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><span style="color: #e69138;">“Bueno, créame, a la gente no le gustan los
libros, le gustan las ofertas"</span></span></b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><b><span style="color: #e69138;">. </span></b><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">¿Cavazzoni
me dijo?”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="margin-bottom: 12.0pt;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><br /></span></div>
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35; padding-left: 2em; text-indent: -2em;">
<div class="csl-entry">
Fuente bibliográfica</div>
<div class="csl-entry">
FIRPO, Hernán, 07 de setiembre 2016. Defensa del libro a cualquier precio. <i>Clarin.com</i> [en línea]. [Consulta: 27 septiembre 2016]. Disponible en: http://www.clarin.com/opinion/Defensa-libro-cualquier-precio_0_1645635572.html. </div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=webpage&rft.title=Defensa%20del%20libro%20a%20cualquier%20precio&rft.description=El%20tipo%20me%20peg%C3%B3%20un%20manotazo%2C%20oficial.%20Me%20lo%20manote%C3%B3%20y%20se%20lo%20llev%C3%B3.%20Lo%20ten%C3%ADa%20puesto%20en%20el%20sobaco%20derecho%2C%20oficial%2C%20apretado%20como%20se%20aprietan%20los%20libros%20por%20la%20calle.%20Me%20lo%20afan%C3%B3%20y%20sali%C3%B3%20corriendo%20derecho%20por%20Pueyrred%C3%B3n.%20Mientras%20lo%20persegu%C3%ADa%2C%20gritaba%3A%20%C2%A1Det%C3%A9nganlo!%20%C2%A1Det%C3%A9nganlo!%20%C2%A1Me%20rob%C3%B3%20el%20libro!%20Imag%C3%ADnese%2C%20oficial%2C%20nadie%20se%20movi%C3%B3%2C%20nadie%20se%20meti%C3%B3%20y%E2%80%A6.%20%E2%80%9Cclaro%20-interrumpe%20el%20oficial-%2C%20deb%C3%ADan%20pensar%20que%20era%20una%20c%C3%A1mara%20oculta%20para%20Tinelli.%20%C2%A1%C2%BFC%C3%B3mo%20va%20a%20decir%20me%20rob%C3%B3%20el%20libro%3F!%20Ten%C3%ADa%20que%20gritar%20%E2%80%98me%20rob%C3%B3%E2%80%99%20y%20punto%2C%20sin%20especificar%20nada%2C%20y%20mucho%20menos%20en%20este%20caso.%20O%20tendr%C3%ADa%20que%20haber%20dicho%3A%20%E2%80%98Me%20robaron%20el%20celular%E2%80%99.%20Ah%C3%AD%20todo%20el%20mundo%20se%20hubiera%20puesto%20en%20su%20lugar.%20Usted%20sabe%2C%20a%20nadie%20le%20gusta%20que%20le%20toquen%20su%20celular%E2%80%9D.%20Bueno%2C%20le%20cuento%2C%20oficial%3A%20era%20el%20libro%20de%20un%20te%C3%B3rico%20de%20la%20libertad%20de%20escritura%2C%20un%20enemigo%20feroz%20de%20los%20escritores%20sometidos.%20Italiano%20%C3%A9l%2C%20Ermanno%20Cavazzoni.%20%E2%80%9C%C2%BFMuri%C3%B3%3F%E2%80%9D%20No%2C%20no.%20%E2%80%9CAh%2C%20como%20hablaba%20en%20pasado%20...%E2%80%9D%20Me%20lo%20robaron%2C%20por%20eso%20hablo%20en%20pasado.%20Cavazzoni%2C%20oficial%2C%20con%20doble%20zeta.%20%E2%80%9C%C2%BFEn%20serio%20pretende%20que%20le%20tome%20la%20denuncia%3F%E2%80%9D%20Escuchem%C3%A9%20oficial%20-optando%20por%20un%20gesto%20m%C3%A1s%20severo-%2C%20el%20otro%20d%C3%ADa%20la%20noticia%20fue%20que%20hab%C3%ADa%20mucha%20gente%20comprando%20libros%20por%2010%20pesos.%20%E2%80%9C%C2%BFUsted%20quiere%20decirme%20que%20los%20libros%20son%20importantes%3F%E2%80%9D.%20No%2C%20s%C3%B3lo%20quiero%20llamar%20su%20atenci%C3%B3n.%20%E2%80%9CLe%C3%AD%20la%20noticia%E2%80%9D%2C%20me%20se%C3%B1al%C3%B3.%20%E2%80%9CEra%20en%20el%20contexto%20del%20cierre%20de%20una%20librer%C3%ADa%2C%20%C2%BFno%20es%20cierto%3F%E2%80%9D%20S%C3%AD.%20%E2%80%9CBueno%2C%20cr%C3%A9ame%2C%20a%20la%20gente%20no%20le%20gustan%20los%20libros%2C%20le%20gustan%20las%20ofertas.%20%C2%BFCavazzoni%20me%20dijo%3F%E2%80%9D%20Hern%C3%A1n%20Firpo%20hfirpo%40clarin.com&rft.identifier=http%3A%2F%2Fwww.clarin.com%2Fopinion%2FDefensa-libro-cualquier-precio_0_1645635572.html&rft.aufirst=Hern%C3%A1n&rft.aulast=Firpo&rft.au=Hern%C3%A1n%20Firpo"></span></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-18109333803780268332016-08-22T18:47:00.000-07:002016-08-22T18:47:32.436-07:00El libro perdido (cuento)<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Por: <b>Marcelo
Birmajer</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-lCCHJLVkYb8/V7uqbsorx0I/AAAAAAAAGfE/w-uw3g24lEg7NNg1J5FMOPa1JUzlNuMoQCLcB/s1600/Hugo-Horita_CLAIMA20160729_0263_28.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://3.bp.blogspot.com/-lCCHJLVkYb8/V7uqbsorx0I/AAAAAAAAGfE/w-uw3g24lEg7NNg1J5FMOPa1JUzlNuMoQCLcB/s1600/Hugo-Horita_CLAIMA20160729_0263_28.jpg" /></a></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><br /></span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">–Perder
un libro para mí es distinto que perder cualquier otra cosa– me dijo mi amigo
Max–. No me refiero a no encontrarlo en la biblioteca, sino a que pasa por tus
manos, y de pronto desaparece. En este caso, la antología de Bécquer donde leí
por primera vez Volverán las oscuras golondrinas. La verdad es que nunca le
había prestado atención al primer verso, donde asegura que volverán. Sospecho
que la mayoría de las golondrinas van a volver, nunca lo había tomado en cuenta.
Porque el verso extraordinario es el que aclara que aquellas <b>que aprendieron nuestros nombres</b>, ésas,
no volverán. Y ese verso genial opaca a todos los demás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">–Paco
Ibañez le encontró la música perfecta –agregué–. Cuando lo canta, parece que lo
hubieran compuesto juntos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">–Ese
libro llegó por primera vez a la casa que compartí con Carolina. Cuando nos
fuimos a vivir juntos, <b>les pusimos
nuestros nombres a varios libros</b>, arriba del índice en la antología de
Bécquer, pero al poco tiempo interrumpimos el rito: <b>ella descubrió que, si nos separábamos, no podríamos dividirlos</b>.
Dos años después me dio el olivo y anoté el número del flete de la mudanza en
la última página de la antología. Me mudé. Armé mi nueva biblioteca. Viajé por
el mundo: arreglar computadoras es un pasaporte universal. Regresé. Conocí a
Fabiana, me casé, tuve hijos, me separé. El otro día estaba buscando Los seis
problemas para don Isidro Parodi, de Bustos Domecq, cuando cayó en mis manos,
ajado, polvoriento, el libro de Bécquer. Apenas lo abrí, y noté que nunca había
leído otro poema de la antología. No sé si por falta de interés, o por temor a
la melancolía. El asunto es que no encontré el de Borges y Bioy, y me dejé a
mano el de Bécquer para leerlo en la semana, o el siguiente mes. Cuando quise
retomarlo, ya no estaba. ¿Cómo buscás un libro perdido, dentro de tu propia
casa? A diferencia del de Parodi, el de Bécquer sabía que nunca lo había sacado
de casa. No se lo había prestado a nadie. ¡Estaba ahí! Considero a los libros
perdidos como presas de caza: miro para otro lado, hago de cuenta que estoy
buscando otra cosa, los engaño con mi desinterés para atraparlos cuando se
descuiden. Lo busco como Seymour le recomienda a su hermano menor en Levantad
carpinteros la viga del tejado: sin apuntar demasiado. Busco otros libros. Me
compré de nuevo los Seis Problemas, aunque no me repongo de la pérdida de mi
edición original. Pero el libro de Bécquer era como esos recuerdos que rozan la
memoria y se escapan, como algo muy importante que estás a punto de decir, y se
te esfuma contra el paladar. <b>Una
estocada de la memoria contra el alma</b>. Un secreto que tu cerebro te oculta,
como un enemigo íntimo. Una madrugada estaba buscándolo, con la escalera, en un
rincón remoto, imposible, sólo tentando al azar, ¿quién podría haber llevado el
libro hasta esas alturas de mi biblioteca, una pterodáctilo mientras yo dormía?
La mujer más alta con la que me había acostado desde que lo había perdido, no
hubiera llegado allí ni con la escalera. Cuando de pronto sonó el teléfono
fijo. ¿Quién y por qué podría llamarme a esa hora? Decidí seguir buscando el
libro. En el contestador, escuché una voz femenina. Dudé, hasta que me dijo que
era Carolina. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Veinte años? Estaba por Buenos
Aires, y me quería ver. Cortó. Me tuve que sostener fuerte del estante, y luego
bajé con mucho cuidado. Volví a escuchar el mensaje y me quedé pensando. Entre
dos guías de teléfono, en un mueble que no usaba desde que lo compré, estaba el
libro de Bécquer. Las guías de teléfono tampoco las había usado. Abrí el libro
por el final, y volví a ver el número del flete que había anotado en tinta
negra. Y luego fui al índice, a buscar un poema que no fuera el de las
golondrinas. Borré el mensaje que me había dejado Carolina en el contestador. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">Los nombres que yo le había puesto al
libro, ya no estaban. Literalmente, no estaban</span></b><span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";">.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Courier New";"><br /></span></div>
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35; padding-left: 2em; text-indent: -2em;">
<div class="csl-entry">
Fuente bibliográfica</div>
<div class="csl-entry">
BIRMAJER, M., [sin fecha]. El libro perdido. <i>Clarin.com</i> [en línea]. [Consulta: 23 agosto 2016]. Disponible en: http://www.clarin.com/ciudades/libro-perdido_0_1622237881.html. </div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=webpage&rft.title=El%20libro%20perdido&rft.description=%E2%80%93Perder%20un%20libro%20para%20m%C3%AD%20es%20distinto%20que%20perder%20cualquier%20otra%20cosa%E2%80%93%20me%20dijo%20mi%20amigo%20Max%E2%80%93.%20No%20me%20refiero%20a%20no%20encontrarlo%20en%20la%20biblioteca%2C%20sino%20a%20que%20pasa%20por%20tus%20manos%2C%20y%20de%20pronto%20desaparece.%20En%20este%20caso%2C%20la%20antolog%C3%ADa%20de%20B%C3%A9cquer%20donde%20le%C3%AD%20por%20primera%20vez%20Volver%C3%A1n%20las%20oscuras%20golondrinas.%20La%20verdad%20es%20que%20nunca%20le%20hab%C3%ADa%20prestado%20atenci%C3%B3n%20al%20primer%20verso%2C%20donde%20asegura%20que%20volver%C3%A1n.%20Sospecho%20que%20la%20mayor%C3%ADa%20de%20las%20golondrinas%20van%20a%20volver%2C%20nunca%20lo%20hab%C3%ADa%20tomado%20en%20cuenta.%20Porque%20el%20verso%20extraordinario%20es%20el%20que%20aclara%20que%20aquellas%20que%20aprendieron%20nuestros%20nombres%2C%20%C3%A9sas%2C%20no%20volver%C3%A1n.%20Y%20ese%20verso%20genial%20opaca%20a%20todos%20los%20dem%C3%A1s.%20%E2%80%93Paco%20Iba%C3%B1ez%20le%20encontr%C3%B3%20la%20m%C3%BAsica%20perfecta%20%E2%80%93agregu%C3%A9%E2%80%93.%20Cuando%20lo%20canta%2C%20parece%20que%20lo%20hubieran%20compuesto%20juntos.%20%E2%80%93Ese%20libro%20lleg%C3%B3%20por%20primera%20vez%20a%20la%20casa%20que%20compart%C3%AD%20con%20Carolina.%20Cuando%20nos%20fuimos%20a%20vivir%20juntos%2C%20les%20pusimos%20nuestros%20nombres%20a%20varios%20libros%2C%20arriba%20del%20%C3%ADndice%20en%20la%20antolog%C3%ADa%20de%20B%C3%A9cquer%2C%20pero%20al%20poco%20tiempo%20interrumpimos%20el%20rito%3A%20ella%20descubri%C3%B3%20que%2C%20si%20nos%20separ%C3%A1bamos%2C%20no%20podr%C3%ADamos%20dividirlos.%20Dos%20a%C3%B1os%20despu%C3%A9s%20me%20dio%20el%20olivo%20y%20anot%C3%A9%20el%20n%C3%BAmero%20del%20flete%20de%20la%20mudanza%20en%20la%20%C3%BAltima%20p%C3%A1gina%20de%20la%20antolog%C3%ADa.%20Me%20mud%C3%A9.%20Arm%C3%A9%20mi%20nueva%20biblioteca.%20Viaj%C3%A9%20por%20el%20mundo%3A%20arreglar%20computadoras%20es%20un%20pasaporte%20universal.%20Regres%C3%A9.%20Conoc%C3%AD%20a%20Fabiana%2C%20me%20cas%C3%A9%2C%20tuve%20hijos%2C%20me%20separ%C3%A9.%20El%20otro%20d%C3%ADa%20estaba%20buscando%20Los%20seis%20problemas%20para%20don%20Isidro%20Parodi%2C%20de%20Bustos%20Domecq%2C%20cuando%20cay%C3%B3%20en%20mis%20manos%2C%20ajado%2C%20polvoriento%2C%20el%20libro%20de%20B%C3%A9cquer.%20Apenas%20lo%20abr%C3%AD%2C%20y%20not%C3%A9%20que%20nunca%20hab%C3%ADa%20le%C3%ADdo%20otro%20poema%20de%20la%20antolog%C3%ADa.%20No%20s%C3%A9%20si%20por%20falta%20de%20inter%C3%A9s%2C%20o%20por%20temor%20a%20la%20melancol%C3%ADa.%20El%20asunto%20es%20que%20no%20encontr%C3%A9%20el%20de%20Borges%20y%20Bioy%2C%20y%20me%20dej%C3%A9%20a%20mano%20el%20de%20B%C3%A9cquer%20para%20leerlo%20en%20la%20semana%2C%20o%20el%20siguiente%20mes.%20Cuando%20quise%20retomarlo%2C%20ya%20no%20estaba.%20%C2%BFC%C3%B3mo%20busc%C3%A1s%20un%20libro%20perdido%2C%20dentro%20de%20tu%20propia%20casa%3F%20A%20diferencia%20del%20de%20Parodi%2C%20el%20de%20B%C3%A9cquer%20sab%C3%ADa%20que%20nunca%20lo%20hab%C3%ADa%20sacado%20de%20casa.%20No%20se%20lo%20hab%C3%ADa%20prestado%20a%20nadie.%20%C2%A1Estaba%20ah%C3%AD!%20Considero%20a%20los%20libros%20perdidos%20como%20presas%20de%20caza%3A%20miro%20para%20otro%20lado%2C%20hago%20de%20cuenta%20que%20estoy%20buscando%20otra%20cosa%2C%20los%20enga%C3%B1o%20con%20mi%20desinter%C3%A9s%20para%20atraparlos%20cuando%20se%20descuiden.%20Lo%20busco%20como%20Seymour%20le%20recomienda%20a%20su%20hermano%20menor%20en%20Levantad%20carpinteros%20la%20viga%20del%20tejado%3A%20sin%20apuntar%20demasiado.%20Busco%20otros%20libros.%20Me%20compr%C3%A9%20de%20nuevo%20los%20Seis%20Problemas%2C%20aunque%20no%20me%20repongo%20de%20la%20p%C3%A9rdida%20de%20mi%20edici%C3%B3n%20original.%20Pero%20el%20libro%20de%20B%C3%A9cquer%20era%20como%20esos%20recuerdos%20que%20rozan%20la%20memoria%20y%20se%20escapan%2C%20como%20algo%20muy%20importante%20que%20est%C3%A1s%20a%20punto%20de%20decir%2C%20y%20se%20te%20esfuma%20contra%20el%20paladar.%20Una%20estocada%20de%20la%20memoria%20contra%20el%20alma.%20Un%20secreto%20que%20tu%20cerebro%20te%20oculta%2C%20como%20un%20enemigo%20%C3%ADntimo.%20Una%20madrugada%20estaba%20busc%C3%A1ndolo%2C%20con%20la%20escalera%2C%20en%20un%20rinc%C3%B3n%20remoto%2C%20imposible%2C%20s%C3%B3lo%20tentando%20al%20azar%2C%20%C2%BFqui%C3%A9n%20podr%C3%ADa%20haber%20llevado%20el%20libro%20hasta%20esas%20alturas%20de%20mi%20biblioteca%2C%20una%20pterod%C3%A1ctilo%20mientras%20yo%20dorm%C3%ADa%3F%20La%20mujer%20m%C3%A1s%20alta%20con%20la%20que%20me%20hab%C3%ADa%20acostado%20desde%20que%20lo%20hab%C3%ADa%20perdido%2C%20no%20hubiera%20llegado%20all%C3%AD%20ni%20con%20la%20escalera.%20Cuando%20de%20pronto%20son%C3%B3%20el%20tel%C3%A9fono%20fijo.%20%C2%BFQui%C3%A9n%20y%20por%20qu%C3%A9%20podr%C3%ADa%20llamarme%20a%20esa%20hora%3F%20Decid%C3%AD%20seguir%20buscando%20el%20libro.%20En%20el%20contestador%2C%20escuch%C3%A9%20una%20voz%20femenina.%20Dud%C3%A9%2C%20hasta%20que%20me%20dijo%20que%20era%20Carolina.%20%C2%BFCu%C3%A1nto%20tiempo%20hab%C3%ADa%20pasado%3F%20%C2%BFVeinte%20a%C3%B1os%3F%20Estaba%20por%20Buenos%20Aires%2C%20y%20me%20quer%C3%ADa%20ver.%20Cort%C3%B3.%20Me%20tuve%20que%20sostener%20fuerte%20del%20estante%2C%20y%20luego%20baj%C3%A9%20con%20mucho%20cuidado.%20Volv%C3%AD%20a%20escuchar%20el%20mensaje%20y%20me%20qued%C3%A9%20pensando.%20Entre%20dos%20gu%C3%ADas%20de%20tel%C3%A9fono%2C%20en%20un%20mueble%20que%20no%20usaba%20desde%20que%20lo%20compr%C3%A9%2C%20estaba%20el%20libro%20de%20B%C3%A9cquer.%20Las%20gu%C3%ADas%20de%20tel%C3%A9fono%20tampoco%20las%20hab%C3%ADa%20usado.%20Abr%C3%AD%20el%20libro%20por%20el%20final%2C%20y%20volv%C3%AD%20a%20ver%20el%20n%C3%BAmero%20del%20flete%20que%20hab%C3%ADa%20anotado%20en%20tinta%20negra.%20Y%20luego%20fui%20al%20%C3%ADndice%2C%20a%20buscar%20un%20poema%20que%20no%20fuera%20el%20de%20las%20golondrinas.%20Borr%C3%A9%20el%20mensaje%20que%20me%20hab%C3%ADa%20dejado%20Carolina%20en%20el%20contestador.%20Los%20nombres%20que%20yo%20le%20hab%C3%ADa%20puesto%20al%20libro%2C%20ya%20no%20estaban.%20Literalmente%2C%20no%20estaban.&rft.identifier=http%3A%2F%2Fwww.clarin.com%2Fciudades%2Flibro-perdido_0_1622237881.html&rft.aufirst=Marcelo&rft.aulast=Birmajer&rft.au=Marcelo%20Birmajer"></span></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-91387243296077116412016-05-22T08:44:00.000-07:002016-05-22T08:47:31.387-07:0010 Cuentos literarios llevados al cine<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-uYp6fnwOYuQ/V0HUcLkcxEI/AAAAAAAAGPQ/1EHwh_c-i04MjFCH4RwyQcFnhnNr5oIYACLcB/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="298" src="https://2.bp.blogspot.com/-uYp6fnwOYuQ/V0HUcLkcxEI/AAAAAAAAGPQ/1EHwh_c-i04MjFCH4RwyQcFnhnNr5oIYACLcB/s400/images.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">La relación entre el cine y la literatura ha sido constante y de gran valor, pero es mucho más común la adaptación de novelas que las de un cuento. Por eso aquí queremos resaltar 10 Cuentos literarios que han sido llevados al cine. </span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: center;">
<span style="font-size: large;">CUENTO - PELÍCULA</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">1. </span><a href="http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/jap/akuta/en_el_bosque.htm" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">En el bosque</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> y </span><a href="http://ciudadseva.com/textos/cuentos/jap/akuta/rashomon.htm" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Rashomon</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> de Ryunosuke Akutagawa - </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Rash%C5%8Dmon_(pel%C3%ADcula)" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Rashomon</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> (1950) de Akira Kurosawa</span></span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
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<br /></div>
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/xCZ9TguVOIA" width="400"></iframe><br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">2. </span><a href="http://www.goodreads.com/book/show/1173566.The_Wisdom_of_Eve" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">La sabiduría de Eva</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> de Mary Orr - </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/All_About_Eve" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Eva al desnudo</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> (1950) de Joseph L. Mankiewicz</span></span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/skZDG3Ffw8A" width="400"></iframe><br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">3. </span><a href="http://ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/hemin/las_nieves_del_kilimanjaro.htm" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Las nieves del Kilimanjaro</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> de Ernest Hemingway - </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Las_nieves_del_Kilimanjaro_(pel%C3%ADcula_de_1952)" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Las nieves del Kilimanjaro</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> (1952) de Henry King</span></span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/UzGRQlHRpDA" width="400"></iframe><br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">4. </span><a href="http://www.miettecast.com/woolrich.pdf" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Tuvo que ser un asesinato</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> de Cornell Woolrich - </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_ventana_indiscreta" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">La ventana indiscreta</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> (1954) de Alfred Hitchcock</span></span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/6kCcZCMYw38" width="400"></iframe><br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">5. </span><a href="http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/poe/la_caida_de_la_casa_usher.htm" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">La caída de la casa Usher</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> de Edgar Allan Poe - </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_ca%C3%ADda_de_la_casa_Usher_(pel%C3%ADcula_de_1960)" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">La caída de la casa Usher</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> (1960) de Roger Corman</span></span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/QslKMIOeME8" width="400"></iframe><br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">6. </span><a href="http://www.literatura.us/cortazar/babas.html" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Las babas del diablo</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> de Julio Cortázar - </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Blow-Up" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Blow-Up</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> (1966) de Michelangelo Antonioni</span></span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/-mDpxq689EM" width="400"></iframe><br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">7. </span><a href="http://www.cuentosinfin.com/el-nadador/" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">El nadador</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> de John Cheever - </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_nadador" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">El nadador</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> (1968) de Frank Perry y Sydney Pollack</span></span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/6HuleRy4oh8" width="400"></iframe><br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">8. </span><a href="https://visualelbolson.files.wordpress.com/2014/08/la_leyenda_de_sleepy_hollow_y_otros_cuentos_de_fantasmas1.pdf" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">La leyenda de Sleepy Hollow</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> de Washington Irwing - </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sleepy_Hollow_(pel%C3%ADcula_de_1999)" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Sleepy Hollow</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> (1999) de Tim Burton</span></span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/Hnotwi0hTEk" width="400"></iframe><br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">9. </span><a href="http://www.letrasperdidas.galeon.com/consagrados/c_dick02.htm" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">El informe de la minoría</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> de Philip K. Dick - </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Minority_Report" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">Minority Report</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> (2002) de Steven Spielberg</span></span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', Trebuchet, Verdana, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/jdl6eAIx2K4" width="400"></iframe><br /></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<span style="font-size: large; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br />
</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: 'trebuchet ms', trebuchet, verdana, sans-serif; line-height: 18.48px; text-align: left;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">10. </span><a href="https://consiguelibros.files.wordpress.com/2015/06/el-curioso-caso-de-benjamin-button.pdf" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">El curiosos caso de Benjamin Button</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> </span><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">de Francis scott Fitzgerald -</span><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> </span><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_curioso_caso_de_Benjamin_Button_(pel%C3%ADcula)" style="color: #0b5394; line-height: 19.8px; text-align: justify; text-decoration: none;">El curioso caso de Benjamin Button</a><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;"> </span><span style="line-height: 19.8px; text-align: justify;">(2008) de David Fincher</span></span></div>
<div style="font-size: 13.2px; text-align: center;">
<span style="font-size: 13.2px; line-height: 19.8px; text-align: justify;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="250" src="https://www.youtube.com/embed/rAYtpZgelAM" width="400"></iframe></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Fuente: http://guialiteraria.blogspot.com.ar/</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-85385439814691452702015-05-13T13:34:00.001-07:002015-05-13T13:34:49.338-07:00Mi primer cheque de sueldo - Cuentos de bibliotecarios<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: #4f6228; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: bold; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span style="background-color: transparent; color: #4f6228; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: bold; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: Fernando J. Pebe</span></span></div>
<b id="docs-internal-guid-a61d3a50-4ef9-85b7-f9c6-bb28a19fe7ec" style="font-weight: normal;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-top: 0pt; text-align: center;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img alt="D:\Documentos Personales\Pictures\imagen-16b.jpg" height="269px;" src="https://lh5.googleusercontent.com/i1qK3V4vW9NtnMdDAotdG0vjlRHuLzIR7or3gAbghPABB65hEy078SJ6iWkBi8kFv2kcAZfOwqBrydjzHSpvJnP2UL_2zVDmC6pXXO8a0VWu9LGmpUyfinQ1rUHJvpv6vdkH9SrUgR-4ukBc" style="-webkit-transform: rotate(0rad); border: none; transform: rotate(0rad);" width="448px;" /></span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">“Bellavista tiene algunas avenidas muy parecidas a Barranco”, esa fue mi primera impresión mientras me desplazaba a mi primer centro de trabajo. Recientemente había terminado mis estudios de bibliotecología y ya tenía un trabajo donde desarrollar todo lo aprendido en la Escuela de Bibliotecarios. Mi colega de promoción Bartolomé Trejo Rodríguez, me había convocado para trabajar en la biblioteca escolar del colegio “San José” de los hermanos Maristas del Callao. Para ir de Barranco a Bellavista me tomaba algo más más de hora y media. Sin embargo eso no tenía mayor importancia para mí. Era cierto, cruzar medio Lima para llegar a mi primer centro de labores, era un viaje largo y tedioso, lleno de ilusiones y sueños juveniles. Gracias a mi colega oficialmente era mi primer empleo y debutar en una nutrida biblioteca escolar era todo un reto para mí.</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cuando me presente después de un breve saludo de bienvenida Bartolomé me asigno mi tarea diaria. Ver ahora a mi colega convertido en mi jefe, me causo una buena impresión, me dio más confianza para empezar mi carrera de bibliotecario profesional. Mi labor era catalogar todos los libros clasificados por mi colega. La papeleta de clasificación, las fichas catalográficas, las reglas de catalogación de la Library Congress bien aprendidas, y una vieja máquina de escribir “Remington”, era todo lo que necesitaba para cumplir mi importante tarea. Al principio me costó bastante trabajo dominar las vueltas de rodillo, los espacios, los puntos y las comas. Después de mucha práctica los juegos de fichas para el catálogo me salían perfectos.</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Era el mes de julio, los escolares estaban en pleno exámenes de medio año y los hermanos maristas querían su biblioteca lista lo más pronto posible. El reordenamiento alfabético de las fichas catalográficas fue mi segunda tarea: fichas de autores, títulos y asuntos desfilaban como naipes por mis manos, directos al catálogo público. En quince días mi destreza para fabricar juegos de fichas era total. Bartolomé era de poco hablar y yo también, así que formamos un equipo de trabajo altamente productivo, solo había que poner el letrero de: “bibliotecarios trabajando”.</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pasado un mes de arduo trabajo me entregaron mi primer cheque. Recuerdo que por aquella época el sueldo básico era de 4,500 soles. Una fortuna para mi alicaída economía. Recuerdo que estaba entre emocionado y muy nervioso por cobrar mi primer cheque de sueldo. Nunca antes había realizado una gestión bancaria, por eso cuando ingrese a las oficinas del banco sus resplandecientes instalaciones me impresionaron, la limpieza y el orden eran de una clínica de lujo, el personal perfectamente uniformado. Después de algunos titubeos logre instalarme en la cola. </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El cajero terminalista era un hombre de mediana edad, pulcramente vestido, bigotes recortados y rostro imperturbable. Cuando le toco atenderme se mostró muy amable y atento conmigo. Miro el cheque al revés y al derecho por algunos interminables segundos, yo pensaba que estaba buscando alguna razón para no pagarme. Hasta que por fin abrió la caja sacando un fajo de relucientes billetes los contó rápidamente, con la misma destreza con el que yo contaba mis fichas catalográficas. Me miró fijamente entregándome el dinero con una amigable sonrisa. Me retire del banco elogiando la buena atención de cajero, pensando que esa era la imagen que debería proyectar cuando atendiera a mis lectores.</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Con mi pequeña fortuna en el bolsillo, regrese presuroso al colegio, me escondí entre los estantes de libros y saque del bolsillo con gran orgullo mi fajo de billetes, ver todo ese dinero en mis manos me causo una gran satisfacción, mientras hacia una relación mental de todo lo que me podría comprarme con mi primer sueldo. Pero cuando lo reconté me di con la ingrata sorpresa de que me faltaba un billete de quinientos soles. El muy sinvergüenza del cajero me había robado en mi propia cara. Pero eso no pareció importarme, porque había cobrado mi primer cheque de sueldo, producto de mi esforzado trabajo en una biblioteca escolar.</span></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Calibri; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Calibri; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br class="kix-line-break" /></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: Calibri; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Bellavista, invierno del 76</span></div>
<br /><div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-6939810062861039652015-04-03T15:36:00.001-07:002015-04-03T15:36:04.781-07:00Babelita - Un cuento de bibliotecarios (y de otros seres lectores)<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="text-align: justify;">Recién había terminado de estudiar y con ese, que iba a ser mi primer trabajo, empezaba mi viaje como bibliotecaria, </span><span style="text-align: justify;">así que yo estaba muy contenta y orgullosa de que me hubieran elegido a mí. Sabía de la </span><span style="text-align: justify;">larga fama de la biblioteca adonde iba a trabajar pero nunca la había visitado, ni siquiera en las entrevistas de selección, que me habían hecho en unas oficinas exteriores. </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Además de la fama conocía por afuera el edificio: era un bloque imponente, cuadrado, sólido, que ocupaba dos manzanas, rodeado de parque.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="text-align: justify;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px; text-align: center;">
<span style="text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="background-color: #e9edec; clear: both; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-Qr-gvJTBvys/VISsGJTd8AI/AAAAAAAAGek/hrDfiXolvTg/s1600/hex%C3%A1gonos%2Bplanos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; color: #93c47d; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-Qr-gvJTBvys/VISsGJTd8AI/AAAAAAAAGek/hrDfiXolvTg/s1600/hex%C3%A1gonos%2Bplanos.jpg" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por eso, la primera sorpresa al entrar fue la arquitectura: adentro, el bloque cuadrado se transformaba en hexágonos. Sí, en hexágonos. Un piso, y otro y otro, y los depósitos en el subsuelo, todos eran hexagonales, con un impresionante hueco en el medio que los recorría de arriba abajo, haciéndoles perder un espacio valioso que de otra forma podría haberse aprovechado muy bien. Eso pensé yo al verlo, porque llevaba en la cabeza los temas de arquitectura recién vistos en la carrera, y me pregunté cuál arquitecto desaprensivo habría diseñado la biblioteca con esa planta tan mala y monótona. Además, había en cada piso dos cuartitos mínimos que se repetían como una obsesión, uno de los cuales parecía haber sido pensado como baño, aunque se usaban para guardar escobas y baldes, y también papeles y cajas para tirar. Los baños reales estaban en otro lado. Tampoco la iluminación, que provenía de lámparas más que de ventanas, era buena. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una bibliotecaria alegre, de mirada chispeante, me recibió esa mañana con la burlona frase “bienvenida a Babelita”, mientras hacía un amplio gesto para indicarme todo el edificio. Me causó gracia. Luego, y mientras esperaba a la directora, la bibliotecaria me contó a grandes trazos acerca del fondo bibliográfico diciéndome que era muy rico y diverso y que la tradición indicaba que lo era tanto que no tenía dos libros idénticos, y eso que se contaban unos millones de ejemplares. Lo de que no tuviera dos libros idénticos me pareció imposible, o por lo menos improbable, y también desacertado ufanarse de eso, pero me callé la boca sin poder descifrar la divertida ironía que le escuchaba en esa declaración. Me di cuenta que declarar que no había dos libros idénticos era un estandarte y que se usaba como consigna de publicidad y para los aniversarios y celebraciones de la biblioteca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En cierto momento mi guía me avisó que la directora de la biblioteca había llegado y que me recibiría. Me llevó por varios hexágonos hasta su despacho mientras me contaba que la llamaban <st1:personname productid="la Mujer" w:st="on">la Mujer</st1:personname> del Libro, y con graciosa insolencia dibujó una especie de reverencia al decirlo. Luego me dejó en la puerta de la oficina y me dijo que tal vez nos veríamos un día en el descanso del almuerzo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Yo no conocía personalmente a <st1:personname productid="la Mujer" w:st="on">la Mujer</st1:personname> del Libro pero sabía que era muy reconocida entre los bibliotecarios del mundo. Ella había sido una de las fundadoras del grupo internacional que trabajaba desde hacía años en construir el catálogo de catálogos, un Catálogo Total que presentara de una sola vez, en un solo sitio web, todo lo que la humanidad hubiera escrito, y que previera también el espacio y las condiciones para todo lo que escribiría por los siglos de los siglos. Para mí era un honor conocerla y me sentía un poco intimidada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-UcVxpr1kDJs/VISDPH79j9I/AAAAAAAAGdM/Lw7_sj_O4sc/s1600/Mano%2Bcon%2Blibro.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; color: #93c47d; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" height="135" src="http://2.bp.blogspot.com/-UcVxpr1kDJs/VISDPH79j9I/AAAAAAAAGdM/Lw7_sj_O4sc/s1600/Mano%2Bcon%2Blibro.jpg" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" width="200" /></span></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La directora era alta y enorme, muy blanca, y de ojos claros e inexpresivos. Me dio la bienvenida y me invitó a conversar sobre algunas cuestiones generales. Hacía silencios muy largos al hablar y aquella primera vez no pude dejar de inquietarme con ellos porque ¿yo tenía que hacer o decir algo durante esos largos segundos en los que me miraba callada con sus ojos claros de mirada fija y vacía? Después me acostumbré: lo único que tenía que hacer era esperar a que volviera a hablar. Esperé, entonces, hasta que me encomendó la primera tarea que yo haría en Babelita.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;" /></span><div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como había supuesto me darían las tareas atrasadas de años, las tediosas, los kilómetros de estantes sin revisar, las que todos los bibliotecarios esquivaban desde hacía mucho. Pero no me importaba, yo todo lo quería aprender y además, como recién llegada, no estaba en posición de seleccionar tarea. Y así fue: la tarea que me encomendó la directora fue revisar los estantes del Hexágono Uno y corroborar las existencias con la base de datos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Era una tarea de auxiliar pero que me permitió descubrir las inconsistencias de la biblioteca y ponerme en alerta. Lo primero que noté fue la uniformidad: todos los volúmenes parecían tener la misma altura y el mismo grosor, algo más de cuatrocientas páginas cada uno, ¿cómo habían logrado adquirir y guardar uno al lado del otro tantos libros del mismo tamaño? Y luego los conté: en cada estante se guardaban treinta y dos libros, ni uno más ni uno menos, y con independencia del largo del estante. Sin haber recibido ninguna advertencia sobre esto pensé que bien podía racionalizarse el espacio y comencé a correrlos para ganar metros, pero enseguida me observaron que debía conservar el número de treinta y dos volúmenes por estante. Lamenté la directiva por inútil y me quedé con ganas de discutirla.</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
</div>
<div class="" style="background-color: #e9edec; clear: both; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px; text-align: right;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-QvT9N62eOxE/VISEq6MXjCI/AAAAAAAAGdg/50DRyHYUTBs/s1600/Babel%2B1%2Blibros.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; color: #93c47d; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" height="147" src="http://2.bp.blogspot.com/-QvT9N62eOxE/VISEq6MXjCI/AAAAAAAAGdg/50DRyHYUTBs/s1600/Babel%2B1%2Blibros.jpg" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" width="200" /></span></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="text-align: justify;"></span></span></div>
<div style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">También encontré que la leyenda de que no había dos libros idénticos era eso, una leyenda. En cada estante encontraba duplicados, no uno o dos, sino muchos. Los idénticos estaban impecables, parecían recién salidos de la editorial, como si nunca hubieran sido abiertos, y no figuraban en las bases de datos. Entonces me vino a la cabeza el lema de la biblioteca, ese de que no tenía dos libros idénticos, ¡así, claro! Y también advertí el papel que cumplían: se intercalaban entre los títulos, antes de que apareciera alguno de otro tamaño, hasta completar los treinta y dos del estante para que lo emparejara dándole esa uniformidad visual que impresionaba por perfecta. De ese modo, al verlos emergía una pregunta: ¿todos los libros eran iguales?</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;" /></span><div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ese primer día, y el siguiente y el siguiente, mientras yo avanzaba en mi relevamiento, intentaba comentar con los otros bibliotecarios mis hallazgos, que enseguida comenzaron a parecerme insólitos. Nos reuníamos a almorzar por turnos y por grupos de hexágonos, los de los depósitos, los de los hexágonos impares, los de los pares, en otra cuestión matemática incomprensible para mí y que todos asumían con naturalidad. Lo extraordinario era lo que se hacía cada vez al terminar de comer. Llamaban al Hexágono Cinco avisando que el almuerzo ya había terminado y que estábamos dispuestos, y entonces aparecía en el comedor un par de sonrientes compañeros que eran recibidos agitando los brazos y con cantitos de tribuna, del tipo “¡Y pegue, y pegue, pegue Cinco, pegue”!, y cuya función consistía en hacer cálculos para que, de acuerdo a los resultados que se obtuvieran, el próximo almuerzo de cada turno se combinara entre diferentes pisos, entre el tercer depósito y el Hexágono Nueve, o entre el Hexágono Tres y el Hexágono Siete, por ejemplo. Cuando vi eso, me quedé boquiabierta. Pregunté cuál era el sentido de esa costumbre y me respondieron, divertidos, que era para que los hexágonos parecieran infinitos (¿a quién tenían que parecerlo?) porque respetando esos cálculos no habría repeticiones de los pisos que se reunían a comer por mucho tiempo (por tiempo indefinido, o jamás de los jamases, volvieron a reírse, y si nos repetimos empezaremos de nuevo, aseguraron). Por esta razón nunca coincidí con la bibliotecaria desenfadada que me había recibido al llegar.<br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En esos almuerzos yo intentaba abrir conversación acerca de mis dudas y desconciertos, pero</span><a href="http://4.bp.blogspot.com/-zx85Vf3n6uw/VIWPLxjgXLI/AAAAAAAAGe0/O3ox6cGi-Yg/s1600/Libros%2Bque%2Bsobresalen.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; color: #93c47d; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-zx85Vf3n6uw/VIWPLxjgXLI/AAAAAAAAGe0/O3ox6cGi-Yg/s1600/Libros%2Bque%2Bsobresalen.jpg" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" /></span></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">encontraba que casi siempre mis nunca repetidos compañeros estaban hablando incansable y fervorosamente de un tal Funes. Este Funes, del que nunca pude saber si ese era su apellido real o el que le daban como apelativo, era un misterioso bibliotecario, ya jubilado y ciego, que en virtud de sus muchos años de trabajo seguía yendo por su gusto a la biblioteca, pero sin obligaciones laborales que cumplir. Que fuera ciego ya me pareció asombroso, pero más todavía cuando se aseguraba que memorizaba la ubicación de todos y cada uno de los libros de la biblioteca. Recordaba la disposición de todos los que hubiera visto, y por los que ya no había podido ver solo era necesario mencionarle dónde se ubicaban para que lo guardara en su memoria para siempre. Cuando me lo contaron creí que me estaban haciendo una broma para recién llegados, pero no lo era, cada día alguno de los bibliotecarios contaba un nuevo desafío que había consistido en preguntarle a Funes dónde se guardaba tal o cual libro, uno que tal vez no había sido requerido por años, o por décadas. Y según el relato, Funes habría respondido en el acto: “en tal hexágono, a la derecha, estante tal, número cual”. Todos se quedaban debatiendo la precisa respuesta, de nuevo admirados por la memoria ilimitada del viejo bibliotecario. Yo ansiaba conocerlo pero nunca lo hallé y no me lo crucé hasta que me fui.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La siguiente tarea que me dieron fue también reveladora. Debía controlar la llegada de una adquisición muy grande de libros en la cual la biblioteca había invertido una suma considerable de su presupuesto. Me gustó recibir este trabajo, a mí siempre me han gustado los libros nuevos porque me parece que son como los bebés, que vienen a renovar el mundo y la biblioteca. Una mañana descargaron muchas cajas en uno de los depósitos y yo me ubiqué allí, con las facturas en mano, para tildar título por título. Con expectativa abrí la primera caja y saqué el primer libro, y cual no sería mi sorpresa al ver que el título era un conjunto de consonantes sin significado, algo como “Xhgfytlñ Tylbcx” y que el texto repetía tres letras mayúsculas, CVM desde la primera página hasta la última. Sí, desde la primera hasta la última, todas las páginas llenas de CVM, una tras otra.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div>
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-eEj3w-dBT3E/VISUgH-vFYI/AAAAAAAAGdw/OfDREqW1n_c/s1600/Rayas%2Brojas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; color: #93c47d; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-eEj3w-dBT3E/VISUgH-vFYI/AAAAAAAAGdw/OfDREqW1n_c/s1600/Rayas%2Brojas.jpg" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" /></span></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me asusté, y solté el libro como si me quemara. ¿Qué era eso? Dejé esa caja recién abierta y abrí otra: los libros tenían como título una nueva combinación de consonantes y adentro la misma repetición de cevemés. Me restregué los ojos, tal vez yo estuviera soñando. Abrí otra caja más y para mi ya desencajado asombro comprobé la misma repetición de letras en todos los textos. Por un segundo pensé que serían tal vez libros de prueba de las editoriales, por ejemplo pruebas de papeles o de tintas, y que habrían llegado por error a la biblioteca, y alcancé a ilusionarme por ese segundo, saqué desesperada todos los libros de la caja, sin mirar los títulos consonánticos y tratando de encontrar alguno que no presentara las CVM, pero me rendí: todos eran iguales e igualmente perversos.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me quedé desconcertada en medio del depósito, con las facturas en la mano, perdida. Nunca había visto eso y nunca se me había ocurrido pensar que alguien podría editar semejante chifladura, con los costos que tendría. Tardé en reaccionar pero decidí que yo no iba a relevar como si fueran normales esas anomalías, así que abrí todas las cajas, una por una, y en todas corroboré lo mismo. Conté las cajas, multipliqué los libros, comparé con las listas en papel y sin más subí a buscar a la directora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La directora almorzaba en su despacho atendiendo algo en su pantalla al mismo tiempo, y me recibió con calidez. Habrá visto mi expresión porque detuvo un bocado en el aire y se quedó esperando lo que le dijera. Cuando quise hablar no me salían las palabras de tan afectada que estaba, y cuando por fin me salieron solo podía emitir exclamaciones y oraciones inconexas, algo como: “la compra…hay…¡ohh!…ahh…es que no…¡nooo!...sin vocales…horrible…no, no…¡ohhh!, repite, repite, repite…”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La directora dejó el tenedor y me observó con aquella mirada suya. Estaba tratando de entender lo que le decía, creo. Miró las facturas que tenía en la mano, y al fin sonrió. Me preguntó quién me había dado el trabajo de controlar la adquisición y evaluó que no era una tarea para alguien recién incorporada a la biblioteca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px; margin-left: 21pt; text-indent: -18pt;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">–<span style="font-stretch: normal;"> </span>¿Pero qué es eso? <span lang="ES-AR">– </span>pregunté, alterada todavía <span lang="ES-AR">–</span><span lang="ES-AR"> </span>¿qué son esas cosas con aspecto de libros?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La señora suspiró como si explicármelo fuera muy difícil y me dijo que tal vez lo podría comprender más adelante, que le dejara las facturas, que ella se ocuparía de asignar la tarea a alguien antiguo, que me tranquilizara y que me tomara la hora del almuerzo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-7pRB6UDZseQ/VISYkrfc5SI/AAAAAAAAGd8/K4RQGlaWciY/s1600/ventana.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; color: #93c47d; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-7pRB6UDZseQ/VISYkrfc5SI/AAAAAAAAGd8/K4RQGlaWciY/s1600/ventana.JPG" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" /></span></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Salí de la oficina perturbada porque <st1:personname productid="la Mujer" w:st="on">la Mujer</st1:personname> del Libro no me había dado ninguna respuesta. Esa noche, sin poder dormir, lo entendí: seguro que se trataba de una compra espuria, sería corrupción, ¡seguro que era eso! Habría algún acuerdo sucio entre una editorial y la biblioteca, y gente que se llenaría de plata con esa adquisición absurda que vaya a saber qué ocultaba, supuse. Y sentí vergüenza por haber visto esas imitaciones horrendas de libros, como si hubiera visto desnudo a mi padre.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;" /></span><div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por varios días me sentí mal, desengañada, pero desconfiaba de compartirlo con los demás a quienes veía tan incluidos y tan convencidos. Hacía todo lo que me indicaban pero en mi interior estaba sufriendo lo peor que me puede pasar: decepción. ¿Esta era la famosa biblioteca? ¿Así de extravagante y así de corrupta? Al anterior desconcierto por la arquitectura, por la forma obsesiva de guardar solo treinta y dos libros por estante, a los personajes fantasmales que deambulaban por los pisos, como Funes, a las costumbres extrañamente matemáticas de los bibliotecarios, a la difusa percepción de que me tenían bajo la sombra de una broma gigantesca, a la falta de respuestas a mis preguntas, le sumaba ahora la sospecha de corrupción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por otro lado, fui conociendo a los referencistas y tampoco me resultaron un refugio. En los ratos libres se reunían a conversar acerca de unos hexágonos distintos a aquel en que se encontraban, que estarían pisos más arriba o más abajo, y se los oía ilusionados con encontrar en esos otros lo que no hubiera en el propio. ¿Qué buscaban? Los del Hexágono Cero decían que trabajar en el Hexágono Seis tenía compensaciones que no existían en el suyo; los del Seis se mostraban cansados del Seis y proclamaban que trabajar en el Hexágono Uno resumiría todo lo que deseaban; los del Uno, por su parte, buscaban en el Tres una materialidad que les haría bien, según manifestaban. Todos, además,</span><a href="http://3.bp.blogspot.com/-iEMoVlJdPNk/VIWYDY5VrFI/AAAAAAAAGfE/y3iffx_nVXk/s1600/helice_2.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; color: #93c47d; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-iEMoVlJdPNk/VIWYDY5VrFI/AAAAAAAAGfE/y3iffx_nVXk/s1600/helice_2.JPG" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" /></span></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">tenían gran expectación en lo que fuera a mudarse al Hexágono Cuatro, un piso vacío que el mismo ascensor no reconocía y en el que no se detenía. Y aunque tenían todos los registros en sus bases de datos igual suponían que en otras plantas podrían encontrar obras tan ricas e iluminadoras que cambiarían por completo la atención de ese mostrador de referencia. Persiguiendo esta idea observaban con máxima atención a los lectores creyendo que los que accedían a esos libros serían más cultivados y profundos, el trabajo más interesante en esos pisos, y más clara la posibilidad de desarrollar la carrera. Y cada uno aseguraba que tenía pedido un traslado o que lo pediría en breve. Así en todos los niveles, los de más arriba o los de más abajo. A veces me quedaba escuchándolos por curiosidad, pero ya sin expectativa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;" /></span><div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La biblioteca era riquísima en lingüística y en literatura y presentaba textos en todos los idiomas del mundo, vivos y muertos. Tenía corresponsales en diversos países encargados de buscar traducciones y a mí me maravillaba la variedad idiomática que de una misma obra se podía reunir, aunque no sin cierto regusto irónico: ¿cuál era el objetivo de reunir tantas variaciones de la misma obra? ¿Para qué? Yo solía discutir con el irritable bibliotecario encargado de ese hexágono, que se encrespaba con mi interrogante. Le preguntaba “¿qué vanidad de vanidades lleva a que los versos del Martín Fierro aparezcan en euskera, en guaraní, en checo, en esperanto o en japonés?”, y él casi me echaba del piso, “¡vanidad de vanidades!”, rugía, como si le hubiera clavado un puñal en medio del pecho, ofendidísimo. Me imaginé al Martín Fierro escrito en cemevé: ¡ahijuna! Sería la variación <span lang="ES-AR">q</span>ue faltaba.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y había en todos los hexágonos muchos libros escritos en lenguas ni vivas ni muertas, unos idiomas no existentes ni en el pasado ni ahora, textos que parecían combinaciones de letras y nada más. También les preguntaba a los otros bibliotecarios qué idiomas eran esos, si es que eran idiomas (¿serían lenguajes de programación?), pero ellos tampoco sabían. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-R6KQSwoO9eM/VISddm9F3kI/AAAAAAAAGeU/JzuHU6g8tuY/s1600/letras%2B2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; color: #93c47d; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-R6KQSwoO9eM/VISddm9F3kI/AAAAAAAAGeU/JzuHU6g8tuY/s1600/letras%2B2.jpg" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una vez vi a un nene con uno de esos libros. Fue el día que el chiquito, que todavía no sabía leer, se escabulló del lado de su madre y se largó a recorrer los pisos hasta que lo encontramos, un cuarto de hora después. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estaba sentado en el suelo, abstraído con uno de esos libros ilegibles que tenía abierto sobre las piernas, y al revés. Imitando una lectura en voz alta cantaba unos sonidos con buen ritmo mientras con un dedito recorría las líneas de letras patas arriba. La mamá, aliviada, y varios otros, le tomaron fotos. A mí me dijo un compañero que en ese momento yo mostraba una sonrisa torcida y le respondí, con sorna, que era porque al fin parecía cierto que cada libro tenía su lector.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Trabajando así, de hexágono en hexágono, fui escalando a la indignada rebelión que al final me impulsó a marcharme. Había empezado a ver en los estantes aquellos libros escritos en cemevé, que ya habían sido procesados, y me indigné porque los habían incorporado nomás y los habían puesto a disposición de los lectores. ¡Me dieron ganas de hacer una denuncia pública! Pero no me animé, y deseé que los lectores se indignaran tanto como yo y hasta que me fui estuve atenta por si coincidía con alguno, pero no supe que hubieran preguntado por aquellos textos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y por último comencé a caer por un tobogán desenfrenado. En el Hexágono Cinco encontré que los libros de astronomía se ubicaban en estantes altos porque los cielos están en las alturas, y los de geología en los estantes bajos, ya que tratan del interior de la tierra. Me quedé paralizada con esas disposiciones que rompían groseramente con nuestros claros y flexibles sistemas de clasificaciones, y con el uso del espacio en los estantes. Los alucinados catalogadores lo justificaban argumentando acerca de un sistema propio que desarrollaba la biblioteca, que buscaba eliminar la distancia entre el sistema y la vida misma. Me dijeron, no pude saber si en serio o en chiste y no poder saberlo me exasperaba, que todos nosotros, yo misma, éramos parte de esa estructura de clasificación inseparable del existir. Siguiéndoles la corriente les pregunté, con inquietud, dónde me ubicaba yo, y entonces me invitaron a que fuera a la oficina de Procesos Técnicos para verlo porque acababan de incorporarme, y hasta me felicitaron por la integración.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-HSR7U8WzG0E/VIN3bG3kLgI/AAAAAAAAGco/6z91hXeM57o/s1600/sarajevo1-2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; color: #93c47d; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-HSR7U8WzG0E/VIN3bG3kLgI/AAAAAAAAGco/6z91hXeM57o/s1600/sarajevo1-2.jpg" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" /></span></a><a href="http://3.bp.blogspot.com/-6UCpijW6CVs/VINtSWEmciI/AAAAAAAAGcY/Eu5m5mOVNQw/s1600/Quema%2Bde%2Blibros%2B2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; color: #93c47d; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-6UCpijW6CVs/VINtSWEmciI/AAAAAAAAGcY/Eu5m5mOVNQw/s1600/Quema%2Bde%2Blibros%2B2.jpg" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" /></span></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entré a la oficina temblando. Allí me hicieron lugar frente a una pantalla y me dijeron que se aplicaría un programa que también habían desarrollado ellos, y del que se sentían muy orgullosos. Me dejaron ahí, di enter, y empezaron a correr imágenes que rodaban en 360º y que se sucedían unas a otras tan rápidas que me parecían simultáneas, un flujo circular y veloz que me obligaba a forzar la atención para seguirlo. Pero primero yo no vi su sistema sino que vi toda Babelita, todos sus pisos y todos sus lectores en ese momento, vi a uno en el Hexágono Ocho que oculto detrás de unos estantes se metía <i>El limonero real</i> en el bolsillo, vi a Jorge de Burgos envenenando manuscritos para no difundirlos, vi bibliotecas olvidadas y polvorientas, vi los libros que había en mi casa de infancia cuando todavía me eran incomprensibles pero, tan potentes, ya me convocaban, vi a los lectores que leían de izquierda a derecha, a los que lo hacían de derecha a izquierda y a los que leían de arriba hacia abajo, vi océanos de personas que jamás habían leído un libro, vi a un ciruja mugriento en Buenos Aires que sentado entre las bolsas de basura y el ruido de la calle leía, ajeno a todo, <i>Memorias de Adriano</i>, vi el secuestro de los bibliotecarios desaparecidos, vi todas las hogueras en las que han ardido los libros, vi bibliotecas bombardeadas, vi a una niña recogiendo libros de entre los escombros en Gaza, vi los lugares exactos en donde fueron enterrados por miedo incontables libros y cuyos dueños, después, no pudieron encontrarlos, vi a un grupo de saqueadores que robaban tablillas sumerias en <st1:personname productid="la Bagdad" w:st="on">la Bagdad</st1:personname> invadida, vi el Catálogo Total ¡ya creado y funcionando! pero de acceso carísimo, vi una biblioteca que podía ser Babelita, pero desmesurada, sin piso ni techo, perdiéndose su cúpula entre la nubes y sus innumerables depósitos hundiéndose en los subsuelos, y yo ahí, ahí estaba y entonces me vi, en uno de los hexágonos de esa biblioteca inhumana.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Salí de Procesos Técnicos mareada por el impacto. Yo no había querido ver tanto ni tan rápido con mis dolidos ojos, pero sobre todo no quería ser parte de su sistema, no quería tener ninguna ubicación con un número y un punto en él, y confieso que la perspectiva de ser integrante de esa estructura me daba miedo y me producía rechazo. Fue la última razón para marcharme. Y me fui sin poder saber si todo era un montaje colosal para que la biblioteca existiera como un reflejo, el reflejo de una imagen literaria. Como fuera, yo me resistí a que con el paso del tiempo Babelita se me volviera natural, normal la uniformidad de sus estantes, divertidos los cálculos matemáticos de sus hexágonos con la intención de que se imaginaran infinitos, con algún sentido las combinaciones o las repeticiones agobiantes de letras, y aceptara y me acomodara en su sistema y hasta comenzara a regocijarme como los demás y a afirmar, en alguno de los incontables homenajes que siempre se le están rindiendo, que no tenía dos libros idénticos. Es que había encontrado que en esa biblioteca se aborrecía del orden bibliográfico que a todas las demás les da sentido, y se amaba recrear un permanente desorden repetitivo del universo, vacío de consecuencias, al que poetizaban llamándolo divino, para estar siempre intentando humanizarlo y siempre con buscado nulo resultado. Desordenar infinitamente e intentar ordenar por siempre jamás era la consigna. Yo no cuadraba, mi vindicación no tenía lugar en aquellos hexágonos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La tarde que me iba me despedí con unos saludos apurados a uno u otro y pregunté por <st1:personname productid="la Mujer" w:st="on">la Mujer</st1:personname> del Libro, pero por suerte se hallaba de viaje. Sintiéndome aliviada de dejar aquel caos monstruoso, cuando salía vi a un anciano pequeño y delgado en la puerta, apoyado en un bastón, y adiviné que era Funes y que me estaba esperando. Me sorprendió que me esperara porque no nos conocíamos. Al sentir que me acercaba me llamó por mi nombre, y yo le respondí. No me veía pero su actitud era afable. Dijo que había sabido de mi esforzado trabajo y que lamentaba que abandonara la biblioteca, pero que respetaba mi decisión. Me tendió la mano en saludo, se la estreché y me despidió diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #e9edec; color: #666666; line-height: 22.3999996185303px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">- Vaya en paz, m’hija, y hágase feliz que no todo está escrito.</span><span style="font-family: Georgia, Utopia, Palatino Linotype, Palatino, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<div class="csl-bib-body" style="line-height: 1.35;">
<div class="csl-entry">
Fuente bibliográfica</div>
<div class="csl-entry">
GARIN, I. martes. Sembrando el viento: BABELITA - Un cuento de bibliotecarios (y de otros seres lectores). <i>Sembrando el viento</i> [en línea]. [Consulta: 3 abril 2015]. Disponible en: http://sembrandoelviento.blogspot.com.ar/2014/12/babelita-un-cuento-de-bibliotecarios.html. </div>
<span class="Z3988" title="url_ver=Z39.88-2004&ctx_ver=Z39.88-2004&rfr_id=info%3Asid%2Fzotero.org%3A2&rft_val_fmt=info%3Aofi%2Ffmt%3Akev%3Amtx%3Adc&rft.type=blogPost&rft.title=Sembrando%20el%20viento%3A%20BABELITA%20-%20Un%20cuento%20de%20bibliotecarios%20(y%20de%20otros%20seres%20lectores)&rft.identifier=http%3A%2F%2Fsembrandoelviento.blogspot.com.ar%2F2014%2F12%2Fbabelita-un-cuento-de-bibliotecarios.html&rft.aufirst=Isabel&rft.aulast=Garin&rft.au=Isabel%20Garin"></span></div>
</div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-3714857941140389822015-03-12T03:40:00.000-07:002015-03-12T04:02:18.617-07:00La bibliotecaria y Eric<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: <b>Inmaculada Caravaca García</b></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<div style="text-align: justify;">
<a href="http://static.wixstatic.com/media/919ecb_2e97fe34c17a4d92b58ddd979e8d90c4.jpg_srz_p_374_550_75_22_0.50_1.20_0.00_jpg_srz" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="http://static.wixstatic.com/media/919ecb_2e97fe34c17a4d92b58ddd979e8d90c4.jpg_srz_p_374_550_75_22_0.50_1.20_0.00_jpg_srz" height="400" width="271" /></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cassidy, hija de padres mestizos, es una joven de veinte años que se desplaza hasta el pueblo extremeño de Villafranca de los Barros para terminar sus prácticas como bibliotecaria y documentalista, último tramo de la carrera que estudia en la universidad. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span> <span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Su lugar de trabajo: la biblioteca y el archivo del pueblo. Son un completo caos, están abandonados de todo y de todos así que la joven se propone llevar a cabo una auténtica remodelación de ambos edificios…y lo consigue con su esfuerzo, empeño, tesón y pasión por el oficio que ejerce. En el transcurso de todo esto, comienza a recibir señales extrañas de “alguien” que quiere ponerse en contacto con ella allí, en Villafranca de los Barros, lo que da origen a su épica e histórica aventura relacionada con el mundo de los antiguos Austrias españoles. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span> <span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En su “viaje” conoce a Eric, un muchacho que no ha pisado una biblioteca en su vida y que sin embargo, se ve igualmente arrastrado por la enigmática historia que encierra el pueblo en el que viven sus abuelos maternos. La investigación de ambos chicos que de odiarse, pasan a ser amigos y tal vez algo más, les lleva a un punto de inflexión que puede hasta incluso cambiar la España del momento y de la que Cassidy no puede estar más cansada… </span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="color: red;">para seguir leyendo</span> <a href="http://amnideppy.wix.com/inmacaravaca#!el-libro/c1d9j">http://amnideppy.wix.com/inmacaravaca#!el-libro/c1d9j</a></span><br />
<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="475" src="https://www.youtube.com/embed/OgTPc9HBDqo" width="580"></iframe></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-41221541445189765352014-08-20T03:59:00.001-07:002014-08-20T04:27:07.108-07:00Oscuro objeto del deseo - Un cuento de bibliotecarios<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: <b>Isabel Garin</b></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-75FL6aXmrXQ/U9EPfJ3wLbI/AAAAAAAAGQQ/fe2DjxQ_zcE/s1600/Perspectiva+II+hombre.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; color: #b96ebd; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-75FL6aXmrXQ/U9EPfJ3wLbI/AAAAAAAAGQQ/fe2DjxQ_zcE/s1600/Perspectiva+II+hombre.jpg" height="195" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" width="400" /></span></a></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Juan abre la puerta, enciende la luz, porque es temprano y todavía está oscuro, y el depósito se ilumina. El depósito es grande y está lleno desde el suelo hasta el techo de estantes llenos de revistas y libros. Juan se queda un momento mirándolo desde la puerta como si fuera la primera vez que lo ve: desde ahí<b> </b> los anaqueles parecen un ejercicio de dibujo, de perspectivas, de líneas en fuga, y a él le gusta mucho observarlo así. Inspira y siente el olor, que huele a papel encerrado, a aire quieto, un olor que se instalaría persistente si él no se ocupara de abrir las ventanas y dejar que cambiara ese aire. Esta es una de las tareas que le encomendaron no más llegar a la biblioteca: mantener el depósito limpio, ventilado y ordenado. Juan, que sabe que a él le cuesta más que a los demás entender lo que se le dice, escuchó con toda su atención las indicaciones que le daba Gloria, la jefa de la biblioteca, que lo ha tomado bajo su cuidado personal, lo ha recomendado a cada uno pidiéndole que lo ayuden y lo consideren especialmente, y se esmera con el más que con nadie porque es hijo de una amiga. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El depósito es un oscuro objeto del deseo. Así le dijo Gloria, que es irónica y cinéfila, la primera vez que lo llevó a conocerlo y ver qué y cómo se guarda, sin que Juan entendiera qué significaba “oscuro objeto del deseo” aunque por la resonancia de la palabra “objeto” le pareció que podría ser algo de forma cúbica y materia dura y pesada. Decidió esperar a entender sin preguntar nada más. Mientras, Gloria le contó que el lugar fue un hallazgo de su antecesora, que lo localizó oscuro y cerrado desde hacía mucho en este edificio tan grande y con zonas olvidadas, perdidas en el abandono, sin uso alguno. La antecesora lo solicitó a las autoridades y lo obtuvo, lo limpió y lo acondicionó, y cuando ya estaba limpio y utilizable se despertaron sordas batallas por él, un deseo de posesión que estaba atado y que entonces se desató con furia. Hasta hubo toda una guerra que duró tres años. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es que habían aparecido viejos títulos de propiedad esgrimidos por oficinas que argumentaban que el espacio estaba destinado a algún fin cuyo gestor se había jubilado hacía una década y de cuyas intenciones no había quedado ni un plano ni una firma ni un papel de verdulería. Juan dedujo aquí que<i> </i>el deseo sería oscuro porque no tenían cómo reclamarlo con claridad. La diplomacia de la institución jugó cartas a favor y en contra, según las demandas que resucitaban después de tanto tiempo adormecidas. A la encarnizada Guerra de los Tres Años la ganó la biblioteca, reafirmando de esa manera sus títulos porque no hay biblioteca que se precie que no haya tenido que batallar por un depósito y se lo haya ganado a puro esfuerzo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-kLLi2qJL9bk/U9FE4yHD-lI/AAAAAAAAGQg/vR1DBjPm6HE/s1600/books.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; color: #b96ebd; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-kLLi2qJL9bk/U9FE4yHD-lI/AAAAAAAAGQg/vR1DBjPm6HE/s1600/books.jpg" height="199" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" width="320" /></span></a></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– ¿Entendés? – se había querido asegurar Gloria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ella, Gloria, lo había heredado como se heredan las joyas del reino, le dijo con una sonrisa cómplice, y ha mantenido la victoria mucho tiempo, tanto que tendría que hacer memoria desde cuándo se guardan materiales ahí. Mientras, el depósito se fue llenando de la vida bibliográfica…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– ¿Hay una vida bibliográfica? – se había asombrado Juan. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> …que nace en los expedientes de compra y se reproduce entre los canjes y las donaciones, y que luego vive y se desarrolla en los estantes de acceso abierto de la biblioteca, y más tarde se corre y deja su lugar a los materiales recién nacidos. Los libros y revistas ya madurados en la biblioteca perduran después en este depósito, le señaló, por el sentido que les da ser partes de colecciones. ¿Entendía?<o:p></o:p><br /><br />Y que el depósito sigue siendo un objeto de deseo, ilustró Gloria, lo demuestra que no pasa año en que no haya que parar algún avance, peligrosas indirectas, susurros a medias solicitud, a medias exigencia, para que la biblioteca lo mude a algún lugar inespecífico y ceda el espacio, que está en la planta baja y es de muchos metros cuadrados y con ventanas a un patio interno que le dan buena luz y aireación.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– ¡Jamás! – le enseña Gloria, con el índice en alto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jamás. Como el oscuro deseo siempre existe, la biblioteca está siempre en guardia. Y más ahora, que cambió la gestión y no se sabe bien con qué se puede venir…No se sabe porque la reciente gestión no ha convocado a Gloria ni para conocerla y ella ya ha pedido tres veces una entrevista a las nuevas autoridades, sin resultado hasta ahora. Además se rumorea que existen planes de reformas edilicias, de cesiones de espacios, de extrañas concesiones y de cambios en la institución que tienen en alerta a todo el mundo. Ojos bien abiertos, le dice Gloria a todos los de la biblioteca y también a Juan. A Juan se lo dice con una expresión amable, que no le exige como al resto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Así instruido, Juan ha tomado muy seriamente su trabajo porque es el cuidador de mucha vida guardada. Le gusta llegar cada mañana y encontrar el depósito como está, cerrado, porque le agrada hacer algo por él, como abrir las ventanas y dejar que el aire lo limpie. Mientras se ventila él guarda concentradamente, con un esfuerzo que le arruga el entrecejo, los materiales que pidieron en la sala el día anterior de la forma que Gloria le enseñó y que él pudo aprender gracias a su propia perseverancia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy, Juan acaba de abrir el depósito y apenas ha terminado de admirar otra vez las líneas en fuga, cuando dos hombres llegan detrás de él. Es temprano, a Juan le parece extraño que un lector aparezca por sí mismo a buscar materiales en el depósito, y queda expectante. Uno de los hombres, que es alto y emana una autoridad que lo inhibe, extiende una mano para saludarlo y se presenta, pero Juan no entiende quién es porque se ha descolocado por esta situación fuera de lo habitual. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El hombre que emana autoridad escruta su rostro y su aspecto con curiosidad bien contenida y luego, elegante, se encoge de hombros y se desentiende de él; a continuación introduce al hombre que lo acompaña, el que deja una carpeta sobre un estante, saca un metro de su portafolios y empieza a medir de acá para allá y de allá para acá, y de arriba abajo, y a tomar notas en su tableta. Juan duda entre avisar a la biblioteca, que está un piso más arriba, de esta visita fuera de lo habitual, o quedarse. Decide quedarse, porque no puede abandonar la vida bibliográfica del depósito a merced de estos extraños. Abre las ventanas, observa lo que hay para guardar, hace como que ordena, pero vigila muy atento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-UcKRd6bL2JI/U9vrODePHkI/AAAAAAAAGRQ/7oDMgMfqgVs/s1600/Perspectives+I.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; color: #b96ebd; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-decoration: none;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-UcKRd6bL2JI/U9vrODePHkI/AAAAAAAAGRQ/7oDMgMfqgVs/s1600/Perspectives+I.jpg" height="320" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" width="246" /></span></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mientras espera que el hombre del metro termine su trabajo, el hombre de autoridad se pasea ida y vuelta con las manos en el bolsillo, curioseando los lomos de los libros, y en uno de los pasillos, allá en la otra punta, ve a Juan que parece guardar revistas. No le dice nada ni le hace ningún gesto de reconocimiento, parece que no lo viera o que Juan no existiera. Luego, conversa con el hombre que mide. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Juan no puede entender la animada conversación que están manteniendo los dos pero siente disgusto oyéndolos y una sospecha muy grande. Gloria no le ha avisado que irían unos hombres a tomar medidas. ¿O sí le avisó? No puede recordarlo y se inquieta. ¿Él tenía que hacer algo y no entendió qué? Se inquieta más todavía, porque siempre le cuesta entender. ¿Y para qué miden? ¿Quién es el hombre que ni lo mira? Juan se incomoda ahora: no se atrevió a repreguntarle quién era para entrar así al depósito. Se propone entonces averiguarlo por su cuenta. Juan siempre averigua muchas cosas por su cuenta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Después de unos minutos el que mide dice que ya está, y él y el otro se aprontan para retirarse mientras hacen los últimos comentarios. Desde donde Juan está escucha un “buenos días” que le darán a él porque no hay nadie más en el depósito. Se los han dado sin verle la cara y Juan contesta el saludo también sin asomarse; piensa que mejor que se hayan ido pronto porque esa visita no le gustó nada de nada y se asoma a la puerta para verlos desde atrás, cuando se van, y asegurarse que se hayan ido. En cuanto llegue Gloria la pondrá al tanto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando vuelve a los estantes descubre que en el primero hay algo que no estaba ahí antes. Se acerca a ver y encuentra que es la carpeta que el hombre que medía apoyó en el estante antes de trabajar. La carpeta olvidada le palpita en las manos, intuye que también ella tiene su vida. Podría averiguar quiénes eran los dos que llegaron tan temprano, cuando él está solo, y averiguar qué querían, supone. Está muy tentado de abrirla, aunque todavía se contiene. Se contiene un ratito más, y al fin se deja vencer por la sospecha y abre la carpeta. Hay papeles con dibujos, planos, fotos del frente del edificio y fotos del patio interno. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay notas firmadas por el nuevo director. También hay, en otro papel grueso y transparente, el logotipo de una cafetería muy conocida adonde a veces la familia o los amigos lo llevan a él. Y acá está un croquis de…Juan lo mira de un lado, lo mira del otro, buscando perspectivas porque le resulta conocido. Lo levanta para verlo derecho y se para en la puerta: mira la misma puerta en el dibujo y enfrente tres ventanas dibujadas, las mismas ventanas de verdad que se asoman luminosas entre los pasillos. También hay cuentas de metros cuadrados y metros lineales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El plano es del depósito, deduce, por eso vinieron a medir. La deducción lo estremece: ahora sí que entiende que el depósito sea un objeto de deseo y que ese deseo es oscuro. El papel le tiembla en las manos. ¿El lugar del depósito se va a convertir en esa confitería que conoce? ¿Y toda la vida que hay, adónde irá? Juan se agarra la cabeza y recuerda: ¡jamás!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Al instante, se ilumina: da media vuelta y corre a la biblioteca, sube por la escalera saltando los escalones de dos en dos, entra como una tromba y se para frente a la fotocopiadora. Está muy nervioso y muy apurado, pero a él le enseñaron a hacer fotocopias así que va a copiar lo que hay en la carpeta y después se lo va a dar a Gloria. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se apura todo lo que puede, está entregado por completo a hacerlas rápido, algunas le salen movidas y debe repetirlas, pero termina. Corre de vuelta al depósito, tropieza, se desliza por la escalera, y llega con el último aliento a ubicar la carpeta donde la encontró. No ha terminado de hacerlo y está jadeante cuando el hombre que medía se asoma por la puerta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– ¡Hola! – saluda – ¿Me olvidé una carpeta acá? – pregunta, simpático, con tono de hablar a la salita verde de un jardín de infantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Juan se encoge de hombros y hace que revisa: ah, sí, acá hay una carpeta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">–Gracias, querido – le acepta, con una palmadita en la mejilla – Chau.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Juan aprieta sus fotocopias. Ya no falta para que llegue Gloria. Está seguro que la guerra va a recomenzar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="background-color: #f2f0e4; clear: both; color: #444444; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 16px; line-height: 22.399999618530273px; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-oxWAygJ2V-w/U9vq0mcBEpI/AAAAAAAAGQw/_SxL7s1yKdQ/s1600/libros+estantes.jpg" imageanchor="1" style="color: #b96ebd; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-decoration: none;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-oxWAygJ2V-w/U9vq0mcBEpI/AAAAAAAAGQw/_SxL7s1yKdQ/s1600/libros+estantes.jpg" height="212" style="border: none; padding: 8px; position: relative;" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="background-color: #f2f0e4; clear: both; color: #444444; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 16px; line-height: 22.399999618530273px; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="background-color: #f2f0e4; clear: both; text-align: left;">
<span style="color: #444444; font-family: Georgia, Utopia, Palatino Linotype, Palatino, serif; font-size: x-small;"><span style="line-height: 22.399999618530273px;">http://sembrandoelviento.blogspot.com.ar/2014/07/oscuro-objeto-del-deseo-un-cuento-de.html</span></span></div>
</div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-55869375416426039352014-04-23T12:46:00.000-07:002014-04-23T12:46:35.016-07:00HORARIO DE CIERRE - Un cuento de bibliotecarios<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;">Por: </span><span style="background-color: white; color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;"><b>Isabel Garin</b></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white; color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;"><b><br /></b></span></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; font-family: Georgia, Utopia, 'Palatino Linotype', Palatino, serif; font-size: 16px; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-_Szr2ONNK3A/U0voI0xhoUI/AAAAAAAAGHo/h8qFrIa79EU/s1600/ojos+cerrados.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-_Szr2ONNK3A/U0voI0xhoUI/AAAAAAAAGHo/h8qFrIa79EU/s1600/ojos+cerrados.jpg" /></a><span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para no tener problemas al nombre del usuario me lo callo pero si se</span></span><span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif; text-indent: 35.4pt;"> hiciera conocido y los problemas se presentaran que se sepa que los compañeros de la biblioteca me respaldan. Esta misma noche acabo de hablar con todos ellos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El usuario, un estudiante alto y flaco y de movimientos desmañados, había aparecido hacía unos meses a leer como tantos, más con sus propios apuntes que con materiales nuestros, aunque a veces pedía algún libro o alguna revista. La primera vez lo recibieron los de la mañana y no me hicieron ningún comentario. Pero esa misma noche, al terminar la jornada, empezó la disputa, aunque esa primera vez no le di tal nombre porque iba a necesitar una segunda vez para corroborarlo. Ya habían comenzado los movimientos del cierre, conocidos por todos cuando se acercaba la hora de irnos: los lectores ordenaban sus papeles, devolvían lo que hubieran pedido, me preguntaban algo para el día siguiente, se levantaban, saludaban al salir. Todos estábamos en la instancia del cierre menos él que parecía abstraído en su lectura. Al pasar al lado una chica le chocó un hombro con su mochila, se disculpó, pero él no registró nada, ni la mochila ni la disculpa, y siguió leyendo. Me llamó la atención. Cuando ya se habían ido todos y el movimiento de la salida había cesado, y solo faltaba que se fuera él, me quedé esperando que levantara la vista y tomara nota que nos íbamos; esperé un par de minutos, esperé otro par de minutos, y otro más; no se movía de su lugar y desde mi mostrador veía que seguía pasando hojas muy concentrado. Pensé que estaba demasiado concentrado, así que dije en voz bien alta:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR">–</span>Ya cerramos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para mi sorpresa no levantó enseguida la vista, como si el sonido hubiera tardado varios segundos en llegar a sus oídos. Cuando al fin oyó, o concedió oír, me miró con atención como si me evaluara, como si estuviera calculando mi habilitación para decirle que tenía que irse. Y recién después de un tiempo que pareció muy largo empezó a cerrar morosamente su netbook, a guardar sus apuntes y a recoger sus lapiceras. Se puso de pie con toda calma, como si no fuera tarde, dejó la silla corrida y se encaminó a la puerta mirándome a los ojos y sin una palabra. Me cayó mal.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La segunda vez que pasó algo parecido intuí que hacía una constante práctica de desafío. Imaginé que sería así en todos los aspectos de su vida. Me cayó peor, y me preparé a resistirlo. Para desagracia sus horarios coincidían siempre con los míos, así que yo lo tenía en el cierre las dos o tres veces por semana que iba a estudiar. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nunca se iba hasta último minuto y hasta que le dijéramos que tenía que irse, ¿por qué no hacía como todos los demás que ya conocían los horarios de la biblioteca y en cuanto empezábamos a guardar libros y apagar computadoras recogían sus apuntes y sus cuadernos, guardaban todo, saludaban y se iban? Pero no, él no, dejaba claro que no estaba dispuesto a facilitar nada. Así que si yo había visto que estaba en la sala, quince o veinte minutos antes del cierre empezaba a hacer ruidos: llevaba libros de acá para allá y pasaba a su lado, arrastraba las escaleras, cerraba puertas con un golpe, apagaba luces; pero igual no se le movía un pelo y seguía inclinado sobre lo que estuviera leyendo como si no oyera ni viera nada alrededor. Al final, sin que se hubiera dignado levantar la vista de lo que leyera, tenía que pararme frente a él y avisarle personalmente:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR">–</span>Ya cerramos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se le veía la voluntad de no hacer caso, de querer desobedecer el horario y desautorizarme. Sin decir una palabra de reconocimiento, en silencio y con toda parsimonia, empezaba a guardar en la mochila uno por uno sus numerosos objetos no sin contestar algunos mensajes en el celular al mismo tiempo. Al fin salía caminando como quien sale de paseo por el campo, mirando el cielo y respirando hondo. Una tarde en que él persistía en su representación, acentuada esa vez porque tenía puestos los auriculares, y yo estaba apurado por irme, tuve que acercarme y otra vez decirle:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> <span lang="ES-AR">–</span>Estamos cerrando.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y él me contestó en el acto, casi sin que yo terminara de hablar:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR">–</span>Faltan cinco minutos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Era cierto. ¡Qué indignación! Y me lo dijo con una expresión contenida de dominio, con los ojos centelleantes de sorna y sin quitarse los auriculares.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">También me molestaba su manera desenfadada de acomodarse en la silla. Cuando hacía calor llegaba resoplando, se agitaba la camisa o la remera, se sentaba desplomándose y a continuación se quitaba las zapatillas. Se quedaba descalzo, tan pancho, y a veces también se arremangaba los pantalones, lo que sin dudas le daba aspecto de pescador. Luego, con esa propiedad que tenía para avanzar sobre los demás, desplegaba su batería de objetos sobre la mesa que parecía que le quedaba chica, y eso que a las mesas se pueden sentar dos o tres personas con comodidad. Sacaba de su honda mochila apuntes anillados, hojas sueltas, un par de libros, la net, dos o tres cuadernos, una cartuchera repleta de resaltadores de colores, se colgaba los auriculares del cuello, chequeaba el celular, abría los codos y ocupaba el espacio de izquierda a derecha. Yo deseaba con toda el alma que alguna vez se ocuparan todas las mesas para exigirle que se estrechara un poco y dejara lugar a otro, pero eso no sucedió. En otras ocasiones llegaba y ocupaba la mesa sin dejar resquicio, apilaba libros y apuntes y sin más se ponía a dormir con la cabeza apoyada sobre la pila. A su alrededor, los demás usuarios lo miraban con una sonrisa y se codeaban, señalándolo. A él solo le faltaba roncar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que sí logré fue que no comiera en la sala. Un día lo vi extraer un táper de su mochila abismal, abrirlo y sacar un enorme sándwich de milanesa. Ahí mismo lo frené. Tuvo que aceptar salir de la biblioteca pero salió de lo más campante con el sándwich en la mano y pasada la puerta se paró a comer a diez centímetros del otro lado. Como esa puerta tenía la parte superior de vidrio yo lo veía devorar su sándwich mientras agitaba la cabeza escuchando música. Desde entonces todas las veces que comía repetía el modo: sacaba un táper de su mochila, lo abría con alevosía en la sala y se iba a comer ahí nomás traspasada la puerta de entrada a la biblioteca, con la misma actitud del que se para desdeñosamente en la vereda<span style="color: red;"> </span>marcando que es pública y que ahí ya no alcanza el poder de interdicción de ningún particular; y además, dejaba todo desparramado sobre su mesa, incluyendo la net, el teléfono, los auriculares, o lo que fuera. Le dije más de una vez que guardara sus pertenencias, porque nosotros no las cuidaríamos, y él me contestó distraído:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR">–</span>Está bien. No hay problema.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y se desentendía, sin más. Me daba rabia, pero no había manera de hacer que guardara o se llevara sus cosas; en un momento cualquiera ya estaba afuera, comiendo sus milanesas al otro lado de la puerta, y habiendo dejado todo sobre la mesa.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En esta guerra sorda estábamos él y yo hasta esta tarde en que, para no variar, tenía todo desplegado<span style="color: red;"> </span>sobre la mesa<span style="color: red;"> </span>de la manera invasiva que lo hacía, estaba descalzo, había comido al otro lado de la puerta, y demás transgresiones mínimas pero compactas que no dejaba de hacer. Estaba solo en la sala, los otros lectores se habían retirado más temprano. Se acercaba la hora de irnos y como de costumbre se venía la pulseada del cierre. Lo espié desde atrás de unos estantes: se había dormido de una manera guasa, con las piernas flojas y los pies bien abiertos, la cabeza hacia la izquierda apoyada en los brazos cruzados sobre la mesa y un lápiz entre los dedos. Parecía en el mejor de los sueños. Yo repetía con irritación mis tácticas: correr la escalera, arrastrar un mueble, apagar luces, tan inútilmente como siempre. Y entonces me pongo a esperar que se haga la hora de cerrar, justo la hora de cerrar para que no pudiera decirme “faltan cinco minutos”, después me paro en la sala y anuncio:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR"> –</span>Nos vamos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y él no se mueve, hace como que no registra los movimientos, practica su modus operandi de provocación. Carraspeo y vuelvo a anunciar, con un tono más alto:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR">–</span>Estamos cerrando.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nada. Estaría ya despierto y haciéndose el dormido para obligarme otra vez a tomarme el trabajo de responder a sus desafíos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR"> –</span>Eh – me acerco a él – eh…nos vamos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No se mueve. Este tipo está de nuevo tomándome el pelo, pienso, y entonces me enojo y grito:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– ¡Ya cerramos!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nada. Ya estoy a un metro de su mesa y está dormidísimo. Veo el apunte que estaba leyendo, lo ha estado marcando con resaltadores de color; me inclino con un interés obsceno y leo un párrafo resaltado con verde que dice: “el control disciplinario no consiste simplemente en enseñar o en imponer una serie de gestos definidos… impone la mejor relación entre un gesto y la actitud global del cuerpo, que es su condición de eficacia y rapidez…el poder disciplinario fabrica individuos, encauza sus conductas…”. Ajá. Tiene en la mano un lápiz. La pantalla de su net abierta parpadea. Me distraigo por un momento observando sus cosas pero de pronto escucho que le entra un mensaje al celular, que le suena en algún bolsillo, y vuelvo a la situación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> – ¡Ya nos vamos! – trueno a veinte centímetros de él.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No me oye. Lo observo: está en el mejor de los mundos. Nunca lo he tocado, por supuesto, pero tendré que zamarrearlo para que se despierte. Apoyo con disgusto mi mano sobre un brazo, y me parece que entonces pestañea. ¿Pestañea? Lo zamarreo del brazo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR">– ¡</span>Eh!– le grito casi en la oreja – ¡Nos vamos!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No contesta nada, pero se le cae el lápiz que sostenía entre los dedos. Cuando el lápiz se cae hace un ruidito saltarín y rueda casi hasta el borde de la mesa. Me llama la atención que él no haga ese movimiento casi reflejo que hacemos todos tratando de detener algo que rueda sobre una mesa para que no se caiga. En ese mismo momento, con la mano apoyada sobre uno de sus brazos, me doy cuenta que tiene frío. Miro estúpidamente el aire acondicionado que está detrás pero hoy no ha hecho calor y no lo tuvimos prendido. Mientras observo todo esto mi mano sigue apoyada sobre su brazo, y sin que lo piense se pone a sacudirlo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR"> – ¡Ya cerramos! ¡</span>Eh! ¡Despertate!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo sacudo con fuerza pero no contesta y no se mueve. Me desconcierto. Le miro la nuca en la que tiene una estrella tatuada que no le había visto. De pronto me encuentro sacudiéndolo más fuerte.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; margin-left: 35.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-AR"> – ¡</span>Eh!<span lang="ES-AR"> ¡</span>Eh!<span lang="ES-AR"> ¡</span>Eh!<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; margin-left: 35.25pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero no contesta y no se mueve. Lo dejo de zamarrear y no se mueve en absoluto. Las sacudidas que le di han hecho que su cabeza se desplace un poco, corrida del apoyo sobre los brazos, pero él no ha hecho ningún movimiento más. Los dedos que sostenían el lápiz siguen en la misma posición semi abierta de cuando el lápiz se cayó. Me asombra su quietud, nunca he visto esta inmovilidad total. Cuando pienso que nunca he visto esta inmovilidad percibo que mi mano, la que sigue apoyada sobre el brazo, está sintiendo un frío que no es del aire acondicionado. Entonces la mano me quema y la retiro, espantado. Doy un salto atrás. Siento que los ojos se me agrandan en las órbitas, se me aflojan las rodillas y me mareo. Doy unos pasos alejándome, mareado, con la vista nublada, pero vigilante aún por si el chico levanta la cabeza y me mira con una sonrisita torcida. Al instante siento el corazón latiéndome como un tambor. No se mueve, no se mueve, y está frío, está frío… ¿cuánto hace que dormía o parecía que dormía? A esta hora somos los únicos que quedamos en el edificio, busco el teléfono, llamo a la seguridad. No sé cómo hablo, o grito o balbuceo, hasta que entiendo que me dicen que me calme, que no me entienden. Entonces puedo articular y al fin comprenden lo que digo y escucho que ya vienen.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="color: #444444; line-height: 22.399999618530273px; text-align: justify;">
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Salgo al pasillo de miedo a mirarlo ahí en la sala, como dormido, y de que levante esa cabeza inmóvil y me mire con su mirada desafiante, mientras espero que lleguen los de seguridad y ya adivino a todos los que seguirán después de ellos: la ambulancia y la policía, los parientes, los compañeros de trabajo, la jefa, el director, la prensa, las averiguaciones, las preguntas, y pienso en el trabajo que este chico me ha dejado. Y de pronto me siento muy tonto y me brota la indignación: yo estaba llamándolo y despertándolo de todas las maneras y él de nuevo se dio el gusto de desoír olímpicamente mi aviso de cierre de hoy. ¡Cómo se habrá divertido!</span></span></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-74241917003395305852013-12-05T04:44:00.000-08:002013-12-05T04:44:05.486-08:00Lo que se ve por una ventanilla de procesos técnicos en un día cualquiera. Un cuento de bibliotecarios<span style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: Isabel Garin</span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-5t9GCCkJzQQ/UqB0sZ1TDBI/AAAAAAAAE9g/rSc4i7rHQu4/s1600/Techo+blanco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-5t9GCCkJzQQ/UqB0sZ1TDBI/AAAAAAAAE9g/rSc4i7rHQu4/s1600/Techo+blanco.jpg" height="229" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A la oficina de Procesos Técnicos solo llegan los que saben, los otros se perderían. O tal vez la encontrarían por casualidad, buscando otro lugar. Para llegar, hay que dejar a la derecha el mostrador de recepción y adentrarse por un pasillo mínimo, resto de una obra de refacciones nunca terminada. El pasillito, oscuro y todavía sin revocar, transcurre una vez a la izquierda y otra vez a la derecha, rodeando el ambiente inconcluso que alguna vez, cuando lo terminen, será la nueva sala de computadoras de la biblioteca, y luego desemboca en un depósito que guarda colecciones de revistas del siglo XX. El depósito tiene una puerta con toda la apariencia de estar clausurada, y donde el inexperto podría dar por terminada la búsqueda, si no fuera que en ese momento alguien la abre y pasa por ella descubriendo que la clausura es aparente. Pasando esa puerta uno se asoma al office, con sus estantes con tazas y vasos alineados y su alacena con yerba y café. El office, con ser tan estrecho porque también quedó comprimido por la obra inconclusa, tiene otra puerta que hay que empujar y entonces sí, se ha llegado a la oficina de Procesos Técnicos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La oficina es interna. Una luz de tubos, blanca y difusa, impide adivinar el curso del día: ¿estará despejado el cielo? ¿se habrá nublado? ¿se reflejará el sol en el edificio de enfrente?. Nunca se sabe en la atemporal oficina. Los cuatro catalogadores que trabajan en ella combaten la falta de luz natural haciendo crecer potus y pegando sobre las paredes afiches de verdes selvas y de playas caribeñas. Para acentuar la atemporalidad sobre los estantes, sobre los escritorios, encimados sobre tablas y caballetes de emergencia ante una donación, pilas de libros esperan su turno para ser indizados y catalogados. Cada día muchos de ellos son procesados pero por algún efecto secreto de multiplicación la estiba de libros nunca se reduce. Las pilas son eternas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los catalogadores van llegando cada mañana y se van adentrando por el pasillo sin revocar hasta el depósito de revistas, el office, la oficina todavía cerrada. Cuando se enciende la luz blanca se internan en otra dimensión. Todavía se cuentan cosas, proponen unas rondas de mate, comentan acerca de la primavera o del otoño que han quedado afuera, pero poco a poco la oficina se acalla hasta que el sonido de los teclados es el único que se escucha. Procesos Técnicos ya está desacoplado y navega con su propio impulso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entre los tripulantes viaja Lucas, el último bibliotecario que ha ingresado y el más joven. Quedó al cuidado de Amelia, que se sienta enfrente de él, para que ella lo entrene en la catalogación que hace la biblioteca. Amelia, que se está por jubilar, le tomó afecto a ese chico tímido que trabaja de una manera callada y concentrada, y proclama que será su heredero. Lucas es muy amable cuando habla. Cuando no habla, casi siempre, parece tan atemporal como la oficina blanca y las pilas eternas. A Amelia le gustaría que su proclamado heredero retomara su perseverante, y hasta ahora inútil, reclamo porque los ubiquen en una oficina con luz natural y más espacio, pero no le parece que él tenga ningún espíritu reclamante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lucas suele trabajar concentradamente hasta el mediodía. Al mediodía entra el turno de la tarde de Atención al Público y hay una agitación que corre, casi física, desde el lejano mostrador de recepción por el pasillito mínimo a la izquierda y otra vez a la derecha, por la sala de revistas del siglo XX, por el office, y llega hasta aquí. Amelia se retira de su computadora y huele el aire: sí, señor, hay una agitación. Mira con disimulo a Lucas. Lucas también se ha distraído de su intensa atención. Tiene un lápiz entre los dedos y lo balancea, nervioso. Él no mira a Amelia, sino hacia la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay que esperar todavía un par de minutos más. La oficina también espera y queda suspendida, a la expectativa. Al cabo del par de minutos, entra Mariana. Mariana es redonda, alegre, ruidosa, y trabaja en Atención al Público. Es la única que cada mañana aparece a saludarlos, los demás saludan por el teléfono interno y a veces se burlan cordialmente cuando los llaman astronautas, por su lejanía con la batalla diaria del mostrador. Ella abre la puerta y la luz blanca cae rendida; se vuelve dorada con otra luz que Mariana trae con ella y que fluye en cada saludo que da.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– ¡Hola! – grita, sonriente – ¿Cómo están todos por aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La gente de Procesos Técnicos siente que ella rompe la órbita en que transcurrían cuando trae el aire de las salas de lectura, de los ventanales abiertos, del cielo alto y azul. Va saludando a cada uno con un sonoro beso en la mejilla, y con comentarios sobre el viaje en colectivo, sobre algo que quedó pendiente de ayer, sobre la noticia del día. Mariana le simpatiza a todos, pero más le simpatiza a Lucas. Amelia lo observa: cuando ella se inclina y lo saluda, y por un momento su largo pelo castaño se derrama sobre él, Lucas se estremece. Le brilla la mirada, el lápiz entre los dedos se paraliza, todo él se tensa. Amelia se pregunta: ¿Mariana no lo advierte?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No tiene respuesta porque tan aérea como ha llegado Mariana se va. Su paso es siempre así: un aire fresco que abriría las ventanas si la oficina las tuviera, una caricia de piel de durazno si hubiera qué acariciar. En cuanto se va, Amelia ve que Lucas se levanta como si fuera a seguirla, parece que va a seguirla, a alcanzarla en el pasillito…pero no, Lucas se detiene en el office. Se detiene con su carga de timidez pesada como una piedra, y como no puede dar un paso más con esa carga a la espalda se queda ahí mismo, y para perder tiempo se prepara un café.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A los diez minutos, Amelia lo ve regresar igual que ayer y antesdeayer. Hace como que no lo ve, que no ve la expresión cerrada que trae oculta tras la taza de café, y se pregunta si podría ella sugerirle algo a Mariana, intermediar de algún modo. La oficina se ha reacomodado después del viento fresco que pasó y parece ahora que no hubiera pasado ningún viento. De a poco, vuelve a silenciarse. Los catalogadores trabajan llenando pantallas una tras otra, una tras otra, una tras otra, tan infinitas como las pilas eternas de libros. Lucas se vuelve hacia la pila más cercana, la que está ingresando hoy. Son arduos libros de aleación de metales y de minerales raros. Amelia oye su suspiro. Luego, mira a su propia pantalla y se concentra en su trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #f2f0e4; color: #444444; line-height: 22px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La oficina vuelve a flotar, ingrávida.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Fuente:<a href="http://sembrandoelviento.blogspot.com.ar/2013/11/lo-que-se-veria-en-un-dia-cualq-un.html">http://sembrandoelviento.blogspot.com.ar/2013/11/lo-que-se-veria-en-un-dia-cualq-un.html</a></div>
<div class="blogger-post-footer">Rincón del Bibliotecario</div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/10910925058918229848noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6346004892505425247.post-25012790000509629322013-06-03T10:42:00.002-07:002013-06-04T03:43:57.919-07:00GENTE RARA Un cuento de bibliotecarios<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por: I<b>sabel Garin</b></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-ILChvLire-8/Ua3EcYkwg1I/AAAAAAAAEMo/5dEPrsb0lS8/s1600/images+(3).jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-ILChvLire-8/Ua3EcYkwg1I/AAAAAAAAEMo/5dEPrsb0lS8/s1600/images+(3).jpg" /></a><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el mundo hay gente rara…Hay gente rara que
viene a la biblioteca y se mezcla con la demás. Mirando desde aquí, desde el
mostrador, uno los ve a todos sentados, leyendo, y mezclados así no
se advierte ninguna diferencia. Hasta que el raro llega, o se levanta de su
mesa, y empieza la función.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace mucho que a mí se me
ocurrió llevar un registro de los raros que vienen aquí. Pero raros en serio,
no sólo los de siempre que piden un libro, se sientan y se
duermen, apoyando una mejilla sobre él como almohada, ni los que
comen a bocaditos escondidos el sándwich que tienen sobre la falda. Anoto a mis
raros en un cuaderno y al cuaderno lo guardo en un cajón con llave. Lo
guardo bajo llave porque cuando lo dejaba a la vista encontraba anotaciones,
dibujos obscenos y tachaduras sobre mis notas. Eran los del turno de la
tarde que se reían de mi interés y decían que yo mismo soy más raro que
cualquier raro que pudiera venir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-b8fg6qGow9w/UazVQrT7FLI/AAAAAAAAEMY/Z08e4Z5iA64/s1600/Persona+leyendo+%C3%ADcono.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://3.bp.blogspot.com/-b8fg6qGow9w/UazVQrT7FLI/AAAAAAAAEMY/Z08e4Z5iA64/s200/Persona+leyendo+%C3%ADcono.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A mí no me importa lo que digan, y a
la pregunta de porqué los observo y los anoto puedo contestar que
por la misma razón que se catalogan las mariposas y las piedras. Así que
yo tengo entre mis mejores especímenes:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un raro, muy alto y desgarbado, que
antes de sentarse a una mesa da dos vueltas enteras a la sala de lectura
mirando las paredes. Una de las paredes tiene una pintura del fundador de
la biblioteca y posters del último congreso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La primera vez que lo vi me pareció normal que
se detuviera a mirarlos. Pero después observé que se
detenía también frente a las otras paredes que no tienen
nada, están limpias de cuadros, fotos o posters. Y ahí me di cuenta que
lo que examina no es lo que haya colgado sino las mismas paredes. Las
paredes, propiamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay una rara también. Se tiñe el pelo y las
cejas de negro renegrido, se pinta los labios de rojo, y usa
polleras de color naranja y violeta, o rojo y naranja, largas hasta
el suelo. Es la que siempre pide libros de historia de la moda. Pero lo raro
viene después: se sienta con su libro, comienza a leer (o más
bien a observar los dibujos y las fotos), y al minuto se cambia los
zapatos. Saca de su bolso un par de zapatos y sin dejar de leer se los cambia
maniobrando bajo la mesa. Guarda los que tenía puestos. Al rato, repite: abre
el bolso, saca el par de zapatos que había guardado, se quita los
puestos y se cambia. Le conté hasta cuatro cambios en una sola mañana de
lectura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay otro raro, con barbita y
anteojos a lo lennon, que cada vez que viene, y viene seguido, me
pregunta dónde puede sentarse. La primera vez que me preguntó le respondí “en
la mesa que gustes”, con un amplio gesto circular del brazo para
señalar la cantidad de mesas libres que había en la sala. Y creí que le
daba respuesta de una vez para todas. Pero no. Cada vez vuelve a preguntar
dónde puede sentarse y a estas alturas de la insistencia yo pienso que debe ser
un interrogante filosófico mucho más allá de un asiento concreto, tal vez
alguna cuestión interrogable acerca del descanso humano, al que yo
nunca puedo satisfacer con mi limitada respuesta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero los más raros de todos son los raros
de computadora. Hay una chica que sólo se sienta en la tercera PC.
Yo había notado que se quedaba haciendo tiempo y merodeaba
por el catálogo, hojeaba distraída los diccionarios o se
concentraba en su celular. Supuse que esperaba a alguien más hasta que me di
cuenta que esperaba que se desocupara <st1:personname productid="la PC" w:st="on">la PC</st1:personname> Nº 3. Cuando la 3 se desocupa, vuela y se
instala ella. Y pueden estar todas libres, menos la tercera, y ella no se
sienta a ninguna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y está Dedos de Papel, que podría ser
primo del Manos de Tijera. Dedos llega, saluda con una inclinación de
cabeza, y se sienta frente a una computadora. Luego abre su portafolios y saca
de él un sobre con recortes de papel rectangulares. A continuación, se enrolla
un recorte en los dedos índice y mayor de cada mano y lo dobla sobre la
yema, y así digita sobre el teclado con cuatro dedos protegidos y los otros en
el aire, evitando rozar las teclas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A Dedos le tomé fotos con el
celular, para dejar constancia. Los de la tarde se quedaron
asombrados cuando se las mostré y por primera vez dejaron de burlarse de mis
registros. Y algo me dice que en cuanto comente mis casos por
Internet van a aparecer a contar sobre los raros que ven en su
turno, como si se les hubiera ocurrido a ellos y fuera su
descubrimiento. Y no me extrañaría que propusieran un concurso de Raros
de Biblioteca, para el cual me adelanto y dejo aquí presentados a
mis mejores candidatos.</span><span style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoPlainText" style="text-align: justify;">
Fuente: <a href="http://sembrandoelviento.blogspot.com.ar/2013/05/gente-rara-un-cuento-de-bibliotecarios.html">http://sembrandoelviento.blogspot.com.ar/2013/05/gente-rara-un-cuento-de-bibliotecarios.html</a></div>
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