Por: Mónica Baró
Índice
El nuevo entorno de la biblioteca escolar
La biblioteca como agente formador: espacio clave en la
nueva “cultura del conocimiento”
Nuevos retos para la biblioteca escolar
El nuevo entorno de la
biblioteca escolar
En un entorno de la
información y el conocimiento marcado por cambios constantes que permiten acceder cada vez
con mayores facilidades a un mayor volumen de datos, textos e imágenes,
surgen nuevos retos para las bibliotecas escolares que,lejos de hacerlas
prescindibles, pueden consolidarlas definitivamente en nuestro sistema
educativo.
Es cierto que, hasta hoy, una
de las funciones básicas de la biblioteca consistía en poner al alcance de sus
usuarios una colección controlada de recursos y que la irrupción de Internet ha
modificado substancialmente el panorama, puesto que los contenidos disponibles
en la Red están
accesibles en todo momento y, aparentemente, de manera gratuita.
Además, el nuevo contexto ha
generado un fenómeno de inversión de roles entre los “aprendices” y la
generación adulta, y los jóvenes usuarios parecen ser verdaderos expertos en el
acceso a este nuevo entorno informativo o, al menos, se perciben de este modo.
Pero no es menos cierto que ante esta realidad, la función de mediación de la
biblioteca entre unos usuarios más o menos expertos en el uso de la información
y la propia información es cada vez más acuciante, puesto que, en la mayoría de
los casos, la competencia del alumnado se ha construido de manera autónoma, y
sin tener en cuenta que, ahora más que nunca, es imprescindible dotarse de
mecanismos para evaluar y seleccionar la ingente cantidad de información
disponible en la Red,
de valor y calidad muy desigual.
La biblioteca como agente formador: espacio clave en la nueva “cultura del conocimiento”
El nuevo entorno de la
información requiere la adquisición de unas competencias
específicas que faciliten su
tratamiento y su uso en un marco cada vez más complejo, que incorpora
conocimientos, pero también habilidades y valores. Por ello, en los procesos de
redefinición y actualización de las competencias básicas para los ciudadanos
del siglo XXI, impulsados desde los organismos internacionales y desde las administraciones
educativas, las competencias relacionadas con el tratamiento y uso de la
información —ligadas al entorno digital— han adquirido una importancia creciente.
A la vez, se ha ampliado el catálogo de las llamadas alfabetizaciones, con nuevas
modalidades como la informacional, la digital, la multimedia, etc., que remiten
también a la necesidad de considerar estas competencias como algo esencial para
la formación de los ciudadanos de hoy, como lo fuera en su momento la alfabetización
tradicional y, de igual modo, se atribuye a la escuela su cumplimiento.
Tal como establecía la American Library
Association ya en 1989, antes de la irrupción masiva de Internet, para ser
considerada competente en información, una persona debe ser capaz de reconocer
cuándo necesita información y tener la capacidad de localizarla, evaluarla, y
usarla con eficacia; además, argumentaba que, para ello, es necesario que las
escuelas y los colegios valoren e integren el concepto de educación en
información en sus programas, concluyendo que la gente alfabetizada en información
es la que ha aprendido cómo aprender.
En un centro educativo, la
biblioteca escolar es un agente privilegiado para ello, por su carácter
transversal, que interpela a todas las áreas de conocimiento, pero también
porque siempre se ha caracterizado por ser un espacio de libre acceso al conocimiento
y al aprendizaje. Sin embargo, para poder realizar estas funciones en condiciones,
la biblioteca escolar debe poder transformarse en un verdadero entorno de
aprendizaje, debe ser considerada como tal por todos los miembros de la comunidad
educativa y todas sus acciones se han de inserir en los procesos de enseñanza—aprendizaje.
Así, es imprescindible que, conjuntamente con el equipo docente, desarrolle un
programa que, tal como indica IFLA en su manifiesto del 2002, garantice la
adquisición de la competencia de tratamiento y uso de la información, incluida
la digital, y consolide la práctica lectora. Entre los objetivos del programa de
formación deberían contemplarse los siguientes:
·
Autonomía en los aprendizajes, en la vida académica y en la vida adulta.
·
Conciencia de las necesidades informativas.
·
Dominio de los procesos y mecanismos de búsqueda de la información.
·
Construcción de conocimiento a partir de la información más relevante.
·
Actitud crítica ante las fuentes y recursos de información.
·
Utilización responsable y ética de la información y de las tecnologías.
Nuevos retos para la biblioteca escolar
El nuevo entorno marcado por una presencia cada vez
mayor de la tecnología es visto con
recelo por muchas de nuestras bibliotecas escolares, orientadas preferentemente
a la promoción del hábito lector. La realidad es que, como ya han experimentado muchas otras bibliotecas,
trabajar en el plano tecnológico hace que la biblioteca no sea vista por el
alumnado como algo caduco y superado y contribuye a una mayor implicación de
los estudiantes en sus aprendizajes. Por otra parte, las tecnologías de la
información y la comunicación —y muy especialmente,
los desarrollos de la web 2.0— facilitan que la
biblioteca esté presente y sea accesible desde todos los espacios educativos
del centro, pero también en los hogares, de modo que, finalmente, podemos
superar los límites del espacio y del tiempo: la biblioteca se hace presente allí donde el usuario la necesita y cuando la necesita.
Utilizando estas tecnologías incrementamos los canales de acceso a la biblioteca y su
empleo, así como la comunicación, la participación y la colaboración de la
comunidad educativa. Para ello es imprescindible que se establezcan políticas de
incorporación de recursos web seleccionados a nuestras bibliotecas escolares, que
implementemos servicios en un entorno digital y que utilicemos todos los desarrollos
tecnológicos para una mejor atención a cada tipo de usuario.
La apuesta por la tecnología es clave, precisamente, si
pensamos que nuestras bibliotecas deben ser un espacio de aprendizaje en el uso
de la información, pero para ello es imprescindible que el bibliotecario escolar
redefina sus perfiles y pueda convertirse en el especialista en información y
comunicación del centro; aun cuando, en determinados casos, puede optarse por la asimilación
de la biblioteca y del aula de informática, creando un verdadero centro de recursos
para el aprendizaje y la información (CRAI) gestionado, coordinadamente, por dos
personas de perfiles complementarios. Solo así, la biblioteca puede contribuir
eficazmente a facilitar la adquisición de la competencia digital e informativa del alumnado, y se sitúa en un lugar clave en la nueva “cultura del conocimiento”.
Acciones
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Herramientas
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Informar y comunicar.
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Blogs, redes sociales, plataformas
educativas.
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Cooperar con otras bibliotecas o servicios.
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Marcadores sociales, wiki, blogs.
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Colaborar con el profesorado en la
selección de recursos web.
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Marcadores sociales.
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Compartir y administrar archivos sonoros,
videográficos y fotografías.
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Podcasts y servicios de vídeo, álbumes.
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Compartir documentos por parte de grupos
definidos.
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Wiki.
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Conservar y difundirla memoria dela biblioteca y del
centro.
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Álbumes, blogs, podcasts y servicios de vídeo.
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Fomentar la relación y la articipación de la comunidad
educativa en la biblioteca.
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Redes sociales, plataformas educativas.
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Dar a conocer la biblioteca a la comunidad educativa.
|
Podcasts y servicios de vídeo, álbumes, redes sociales.
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Potenciar el uso de la biblioteca y de sus recursos.
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Blog, redes sociales, plataformas
educativas.
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Facilitar la docencia en un entorno digital.
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Plataformas educativas.
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Situar la biblioteca en el proceso
educativo.
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Plataformas educativas, wikis.
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Seleccionar, clasificar, describir y organizar recursos
web.
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Marcadores sociales.
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Acciones y herramientas para incrementar los canales de
acceso a la biblioteca.
Referencias bibliográficas
American Library Association. Presidential Committee on Information Literacy (1989):
Final Report [en línea]. [Consulta: noviembre 2010]
de la vida [en línea]. [Consulta: noviembre 2010]
[Consulta: noviembre 2010]
Fuente:
http://docentes.leer.es/files/2011/06/art_prof_biblioescolar_monicabaro.pdf (el documento)
1 comentario :
muy interesantes los articulos que leí, podriamos compartir actividades que realizamos en las bibliotecas escolares, saludos, Sonia
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