Hablamos hoy de dos componentes en las relaciones personales que guardan una íntima relación: empatía y simpatía.
Ésta es la definición de empatía, según la RAE:
1. f. Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.
O, lo que es igual, la empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de otro.
Y, según el estudio de David Goleman sobre la inteligencia emocional, está situada entre las habilidades más complejas (en el cuarto nivel en orden de adquisición).
Lo que cuenta es que esa capacidad de ponerse en el lugar del otro se aprende. No se nace sabiendo hacerlo; a medida que nos vamos relacionando con las personas, la vamos construyendo y mejorando.
La simpatía, por el contrario, nace espontáneamente, sin necesidad de aprendizaje. Así lo indica su definición:
1. f. Inclinación afectiva entre personas, generalmente espontánea y mutua.
Nos quedamos sólo con la primera acepción, que es la que más se presta a confundirse con la empatía.
A la hora de la práctica, la principal diferencia entre simpatía y empatía es la siguiente:
- Alguien te cae bien. Te da buena espina y te sientes cercano afectivamente a su forma de sentir o de pensar, sin importar que la comprendas del todo. Eso es simpatía.
- Comprendes a la persona hasta tal punto de saber ponerte en su lugar, independientemente de si compartes o no su forma de ver las cosas. Eso es empatía.
Como ves, son independientes. Cuando te relacionas con otras personas, puedes sentir empatía, simpatía, ambas cosas a la vez o ninguna de ellas.
Imagen de erix
http://tusbuenosmomentos.com/2010/10/diferencias-entre-empatia-y-simpatia/
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