15 feb 2017
10 Efectivos consejos para dar a un alumno un buen elogio
Por: Santiago Moll
Hoy
vengo a hablarte del arte del elogio. En su momento publiqué
en Justifica tu respuesta un artículo titulado 4 Maneras de
responder ante el logro de un alumno. Pues bien, este artículo quiere ir
un poco más allá y centrarse en el alto poder de conexión que se establece
cuando se realiza correctamente una alabanza.
¿Cuáles son los beneficios de un buen elogio?
A la
hora de enfrentarse a un elogio, lo primero que debemos pensar es en los
múltiples beneficios que puede aportar tanto a la persona que lo da, como a la
persona que lo recibe.
Entre
estos beneficios estaría:
* Favorece el buen clima en una
relación.
* Es una excelente manera de reconocer
un trabajo, una actitud o un comportamiento.
* Las personas que reciben buenos y acertados
elogios demuestran una mayor y mejor predisposición para una crítica
constructiva.
* Es otra manera distinta de dar
las gracias.
* Sirve para crear vínculos.
* Fomenta la felicidad en uno mismo y en
el otro.
* Siempre se centra en lo positivo por
encima de lo negativo.
* No cuesta nada, sólo el tiempo de que
dedicamos a darlo.
Ahora
que has podido leer alguno de los beneficios, viene el momento de que te enseñe
el cómo. Para ello me he servido de un excelente manual titulado Manual de
la comunicación personal de éxito, de Teresa Baró y que desde Justifica tu
respuesta aprovecho para recomendarte.
10 Consejos para elaborar el mejor elogio para tus alumnos.
1. Sinceridad. Un elogio que no es
sentido, no es un elogio. Si hay algo que destacaría de un buen elogio es, por
encima de todo, su honestidad.
No
soy partidario de engañar a un alumno con un elogio que no me creo. Además, si
no es honesto, es muy probable que el alumno se sienta engañado.
2. Gratuidad. Debes imaginarte que una
alabanza es lo más parecido a un regalo. Y cuando se regala, debe regalarse sin
esperar nada a cambio, sin esperar ninguna contrapartida.
3. Merecimiento. Un buen elogio debe ser
algo merecido por tus alumnos. ¿Qué quiere decir esto? Pues que debe ser algo
que se salga de lo normal, es decir, no se puede elogiar lo que debería ser una
obligación.
Por
ejemplo, no puedo elogiar a un alumno porque llega puntual a clase todos los
días. El elogio a un alumno sobre puntualidad se lo daré si por una determinada
razón ha sido puntual, pese a las dificultades que haya podido tener.
4. Actitud y esfuerzo. Creo que el tipo de
elogio que debes dar a tus alumnos debe ir enfocado hacia su actitud y hacia su
esfuerzo. ¿Por qué? Pues porque son dos cualidades que requieren de acción,
voluntad y determinación.
Además,
no son cualidades o atributos que nos vienen dados como, por ejemplo, la
inteligencia. Por tanto, el alumno debe darse cuenta de que una
alabanza se gana desde el trabajo.
5. Inmediatez. Otro de los consejos para
dar un buen elogio tiene que ver con la inmediatez del reconocimiento. Por
tanto, no dejes pasar mucho tiempo entre logro y elogio, ya que este podría
perder efecto.
6. Discreción. Aunque no siempre, en mi
caso me gusta elogiar a un alumno desde la privacidad y la discreción. Creo que
cuando se da un elogio hay que tener muy en cuenta el entorno en que dicho
elogio se produce porque puede acabar siendo motivo de burla o envidia por
parte del grupo clase.
7. Forma. Es muy importante encontrar las
palabras justas, es decir, un buen elogio debe ser breve, directo y con un tono
de voz que no suene a exagerado.
También
es importante mirar a los ojos del otro. En mi caso lo que hago es
elogiar con un semblante serio y, al final del mismo, esbozar una leve
sonrisa.
8. Concreción. No hay peor elogio que
aquel que el alumno recibe y no es capaz de entender. Es por eso que debe ser
breve, conciso e ir al grano. Aquí tienes un ejemplo:
* Te
felicito por la buena redacción del ejercicio sobre (…) En especial me ha gustado
mucho el vocabulario específico que has utilizado. Has hecho un magnífico
trabajo.
9. Momento oportuno. Es tan importante el
elogio como el momento en que das ese elogio a tu alumno. En este sentido, hay
que evitar dar un elogio cuando se tiene previsto pedirle algo a un alumno.
10. Buen uso. Haz del elogio un buen uso y
no un abuso. Si elogias demasiado, el elogio pierde su efecto. Recuerda que
debe ser la recompensa a algo “extraordinario”, no a algo rutinario.
El arte del elogio. A modo de conclusión.
Si
has leído estos diez consejos sobre cómo alabar a un alumno, te habrás
dado cuenta de que, efectivamente, es todo un arte.
Pero
todo arte tiene su recompensa y la que recibes como docente es el
agradecimiento, la satisfacción por el trabajo bien hecho. Y todo ello sin
esperar nada a cambio.
Ojalá
que en tus clases encuentres cada día una oportunidad para la alabanza. Y ojalá
que esa oportunidad te ayude a afianzar el vínculo emocional entre el alumno y
tú.
Fuente
del artículo: Manual de la comunicación personal de éxito, de Teresa Baró,
Fuente bibliográfica
MOLL, SANTIAGO, 2016. 10 Efectivos consejos para dar a un alumno un buen elogio. Justifica tu respuesta [en línea]. [Consulta: 15 febrero 2017]. Disponible en: http://justificaturespuesta.com/10-consejos-dar-elogio-alumno/.
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