La situación objetiva vs. los fantasmas colectivos.
Primeramente deberíamos partir de la base de que el pánico generalizado respecto a la gripe A se apoya en algo bien real. Mis pacientes médicos que trabajan en hospitales han sido los primeros en sentir angustia por lo incontrolable del virus, por su mutación inesperada, por la falta de recursos, por lo no previsible de la situación, por la muerte de jóvenes mayor que la de los ancianos, en fin, por lo que supera todo cálculo, toda ley, aún la de la vida.
Claro que a esta situación objetiva se le añaden fantasmas subjetivos y colectivos ya que la gente se sugestiona progresivamente, ingresa el pánico. Freud decía que no hay demasiada diferencia entre la angustia real y la neurótica; en la real, el peligro es real; y en la neurótica también puede serlo, pero hay un “plus” que denuncia su condición de neurótica. Ese “plus” se vincula a todos los fantasmas que se depositan en torno a la gripe A y que dan lugar a una suerte de pánico colectivo. No se lo puede localizar, barre con las fronteras, la globalización lo expande por doquier y además las políticas de nuestro país descuidaron las medidas para evitar tal infiltración ilimitada. Es que ese virus mutante es proclive a dar expresión a nuestros infiernos inconscientes, a las ideas de transformación cual metamorfosis de Kafka.
No hay comentarios :
Publicar un comentario