IMÁGENES. Los negativos, las diapositivas y las imágenes ya impresas en
papel son materiales muy delicados. Sin embargo, como apunta Jorge García, jefe
de restauración del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, sí se puede
prolongar la vida de las fotos. “En mayor o menor medida, incluso las
diapositivas se van degradando, virando los colores y las imágenes se
desvanecen como parte de un proceso químico de envejecimiento natural. Pero en
cualquiera de sus soportes físicos, se pueden conservar si controlamos la luz,
la temperatura, la humedad, los ataque biológicos y químicos que les rodea. Han
de archivarse siempre en materiales especiales para la conservación de este
tipo de objetos”, explica el restaurador. Es decir, fundas y carpetas que estén
libres de ácidos. Los apaños baratos, como una caja de cartón en la que
organizar los negativos o las fotos, también valen, siempre que estén
elaborados sin cloro ni químicos. Siguiendo los consejos de Jorge García, es
necesario ubicar esas cajas en lugares donde no se condense el calor ni la
humedad ni donde les llegue la luz. Conviene limpiar de vez en cuando las
diapositivas y negativos con una pera de aire, separar las fotografías unas de
otras con papeles alcalinos, y manipularlas siempre con guantes de algodón
tratado. Nada de pasar la bayeta húmeda ni dejar la marca de las huellas
digitales sobre la foto.
PAPEL IMPRESO. Las tintas, especialmente si son de origen vegetal o animal, están
hechas con pigmentos muy sensibles a la luz solar directa y a la radiación
ultravioleta. Con el tiempo, pierden el tono, la intensidad y se empalidecen.
En el caso de las entradas de cine, conciertos y teatro, casi todas están ya
impresas sobre papel térmico que, como explica Arsenio Sánchez, conservador de
la Biblioteca Nacional de España,
es un soporte complicado: “La sustancia que genera el color en este tipo de
papeles está microencapsulada en diminutas esferas y dispersada en la
estructura del papel, de forma que solo se imprime la parte afectada por el
láser. Las microesferas no expuestas al punto de calor quedan intactas, es la
parte sin imprimir, pero en caso de calentar el papel, presionarlo o rozarlo
por accidente, estas esferas se rompen y manchan la superficie. Además, esta
tinta es extremadamente sensible a cualquier agente de deterioro: luz, calor,
humedad, contaminación, presión…”. Según el experto, la única posibilidad de
conservar bien la entrada de un concierto en papel térmico es reproducir el
original mediante una fotocopia y guardar esta. Otros papeles, como recortes de
periódicos, cartas o un dibujo, pueden permanecer en buen estado durante mucho
tiempo, como asegura el propio Arsenio: “Solo hay que mantenerlos en un
ambiente protegido, resguardados en cajas o carpetillas en un ambiente seco,
fresco y ventilado, libre de suciedad y protegido de la luz. Es un error
utilizar archivadores de plástico. Se cree que son buenos porque evitan el paso
del polvo, pero son químicamente muy agresivos hacia los objetos que deberían
proteger. Es preferible conservar lo que nos resulte valioso en sobres de papel
o en cuadernos”, aconseja el profesional.

No hay comentarios :
Publicar un comentario