Por: Hope
King
Si
la historia se repite a sí misma, la mayoría de nosotros no tendremos que
preocuparnos porque la tecnología termine con nuestros empleos.
Por un siglo y medio, las computadoras, máquinas y
robots han creado más empleos de los que han destruido, de acuerdo con una
nueva investigación publicada esta semana.
Los economistas de Deloitte estudiaron los records
de empleo en Inglaterra y Gales cada década desde 1871. También analizaron
información sobre los empleos desde 1992.
Los investigadores Ian Stewart, Debapratim De y
Alex Cole encontraron que los trabajos que requieren una rutina han disminuido
porque pueden ser sustituidos fácilmente por la tecnología.
Entre ellos se encuentran:
- Trabajos de calzado y cuero, que han disminuido
en un 82% desde 1992.
- Tejedores (-79%)
- Productores de metal y operadores de procesos de
tratamiento (-70%)
- Mecanógrafos y ocupaciones relacionadas (-57%)
- Secretarias (-52%)
- Trabajadores de plantas de energía (-51%)
- Granjeros (-50%)
- Reguladores de máquinas de metal y operadores
(-44%)
Los empleos no rutinarios, por otra parte, han
explotado.
“La tecnología es altamente complementaria a las
acciones cognitivas no rutinarias…[y] hay pocas oportunidades de aplicar la
tecnología a operaciones manuales no rutinarias, como aquellas de los
trabajadores de centros de cuidados”.
Específicamente, el estudio independiente encontró
que el número de empleos de enfermería aumento un 909% desde 1992. Los empleos
de educación, 580%.
Otras industrias que se han beneficiado
significativamente:
- Consultores de administración y analistas de
negocios (+365%)
- Managers de tecnologías de la información (+195%)
- Trabajadores sociales de bienestar, viviendas y
comunidad (+183%)
- Cuidadores (+168%)
- Actores, bailarines, presentadores, productores y
directores (+156%)
- Gerentes financieros (132%)
Los investigadores de Deloitte admiten que no
pueden predecir los empleos del futuro, pero es probable que las labores a
demanda requieran más interacción social, empatía y creatividad.
“Las máquinas tomarán las labores más repetitivas o
laboriosas, pero no parecen estar cerca de eliminar la necesidad de la labor
humana de lo que estaban en cualquier otro momento [del pasado]”, concluyeron.
“Creemos que los empleos seguirán siendo creados, mejorados y destruidos tanto
como han sido en los últimos 150 años”.
Este estudio fue reportado por primera vez en The
Guardian.
El reporte es parte de una creciente información e
investigación en el tema del impacto de la tecnología en el empleo.
Amy Webb, futurista de medios digitales,
recientemente predijo al menos ocho carreras “listas para ser destruidas” en
los próximos 10 a 20 años.
Ella mencionó a los trabajadores de las fábricas y
operadores telefónicos, pero también a los periodistas, abogados, e
intermediarios financieros en los sectores bancarios, fideicomisos, seguros e
hipotecarios.
Un reporte de la Brookings Institution publicado a
principios de este verano ofrece otra perspectiva –que un patrón puede no ser
tan claro.
“No existe –hasta ahora- una relación visible entre
el uso de robots y el cambio en el empleo de la manufactura”, escribieron los
investigadores de Brookings. Ellos dicen que existen factores económicos más
amplios en juego.
Asistentes,
mecanógrafos y trabajadores de fábrica están en riesgo de ser sustituidos por
robots; la buena noticia es que las nuevas tecnologías generarán empleos que no
conocemos por ahora.
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