Por: Aracelis Perez-Mayan, el 24 de febrero de 2010, 08:44 PM
1 mar 2010
Consejos para el primer día de escuela
Tanto para los niños que se inician en la vida escolar como para los que regresan a clases tras tres largos meses de veraneo, el primer día de escuela puede ser un momento de tensiones y sentimientos encontrados.
Por un lado los mueve la curiosidad por el mundo que van a descubrir, o por el reencuentro con sus amiguitos tras las vacaciones, y por otro sienten inseguridad ante la idea de tener que dejar el hogar y la compañía de padres o familiares para enfrentarse a lo desconocido.
El primer caso es el más difícil, y en ocasiones puede ser un momento penoso para los estrenados alumnos. Pero no sólo los niños sufren un poco con esta iniciación. También los padres viven su pequeña angustia cuando dejan a sus hijos en el salón de clases por primera vez. Quizá hasta sientan culpa de dejarlos llorosos y reclamándoles que no se vayan.
Para todos es una situación nueva, a la que necesitan adaptarse. Lo importante es mantener la ecuanimidad e infundir seguridad al niño. Algunas recomendaciones pueden ayudar a hacer la transición menos penosa:
-Si es la primera vez que el niño va a la escuela, es aconsejable familiarizarlo con el asunto desde antes. Descríbele el lugar, háblale de las actividades que realizará allí, de la maestra y los amigos que encontrará. Mantén un tono positivo y entusiasta.
-Explícale que sólo pasara en el aula unas horas de cada día, y que luego regresará a casa. Es importante que el niño sepa y tenga confianza en esto, para que sea capaz de enfrentar el miedo al abandono que sentirá la primera vez lo que lo dejen en la escuela.
-De ser posible coordina una visita al lugar donde estudiará y llévalo contigo para que tenga una referencia más directa de lo que le espera. De esta forma lograrás aplacar el temor a lo desconocido que suele embargar a los chicos cuando llegan al centro escolar por primera vez.
-Una o dos semanas antes comienza a regularle el horario de sueño, de manera que no le cueste levantarse más temprano una vez que comience la rutina de la escuela.
-Involúcralo en la preparación de ese gran día. Permítele que escoja su mochila, enséñale lo que debe llevar en ella y deja que la prepare contigo.
-Es conveniente dejar todo listo desde la noche anterior, el uniforme, la mochila, lo que llevará de merienda, de forma que en la mañana todos tengan tiempo para estar relajados, y no aumenten la tensión del momento con la premura.
-Dispón todo para que seas tú quien acompañe a tu hijo esa semana a la escuela. De ser posible ve también a recogerlo. Durante los días más críticos, tu presencia le infundirá confianza y lo animará a superar cualquier temor.
-Si a pesar de todas las precauciones que ha tomado, tu pequeño rompe a llorar a la hora de despedirse de ti, trátalo con cariño y explícale una vez más no se quedará sólo, sino con la maestra y los demás niños, y que estarás esperándolo sin falta a la hora de la salida.
-No es recomendable que cedas ante el llanto y lo lleves de regreso a casa. Actuar así sólo retrasará su adaptación. Piensa que quizá no logres aplacarlo enseguida, pero que dejará de llorar apenas te vayas y el desvíe su atención hacia los otros chicos y el nuevo entorno que le rodea.
-Da un voto de confianza al educador que quede a cargo de tu hijo. Los maestros de preescolar tienen a mano los recursos necesarios para lidiar satisfactoriamente con las dificultades de un primer día de clases.
-No olvides pedir al niño que te cuente sus experiencias de regreso a casa. Hablar de lo que ha vivido lo ayudará a reflexionar y lo estimulará a querer regresar al día siguiente.
Fuente: Yahoo.com.ar
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