Por Guillermo C. Elías(1)
El fenómeno de la conectividad, de la sociedad de la información, de las TIC, ha abierto una brecha entre quienes acceden y quienes sueñan en acceder a las redes de información.
En el mes de Junio de 2008 realizamos una encuesta entre el personal de una empresa educativa de la Ciudad de Buenos Aires con el objeto de determinar la amplitud del uso de Internet aplicada a tareas relacionadas con su trabajo. Pudimos constatar que todos los estamentos institucionales usaban la red. Desde la dirección, hasta la sección de mantenimiento, que la emplea con el fin de comparar precios y contratar otros servicios, la recepcionista y operadora del conmutador telefónico, para consulta de direcciones, mapas, números y códigos postales. La única unidad de trabajo que no usaba Internet, era el personal de maestranza, tal vez por pertenecer a una empresa que contrata su servicio a la primera.
El nivel de competencias informacionales y el manejo de herramientas que exigen las modernas instituciones es cada vez mayor y en ellas radicará el acceso al trabajo.
Es claro que el parámetro de analfabetismo ha variado y que deben tenerse en cuenta no sólo las competencias de la lecto-escritura, sino también el acceso y dominio de computación e Internet (Alfabetización Digital) y el manejo de al menos dos idiomas distinto del materno.
La escuela es la encargada de emparejar esta diferencia y a su vez la biblioteca se convierte en uno de sus principales órganos ejecutores.
En la actualidad no debieran existir bibliotecas escolares grandes ni pequeñas, si es que todas tuvieran acceso a Internet, esta circunstancia las iguala, las pone en contacto con el mundo de la información y de la recreación.
La Biblioteca moderna nos permite escapar a la realidad, donde todo es mezquino y esquivo y nos sumerge en la utopía, donde la información y la literatura se brinda y se da a manos llenas.
Para lograr sus objetivos deberá contar con personal capacitado no sólo en lo atinente al quehacer bibliotecológico, sino que éste deberá dominar las capacidades pedagógicas, para planificar sus actividades acorde a las edades de sus lectores, lograr el dominio de los grupos y poseer la habilidad de capacitarlos en lo que llamamos Alfabetización Informacional.
Los Manuales de Bibliotecología hacen hincapié en la formación de Usuarios en las Universidades. Tal vez porque llegan a este nivel de estudios, alumnos que desconocen las habilidades mínimas para realizar una búsqueda o para desempeñarse como un lector autónomo.
El problema debe atacarse desde otro punto de vista, es en la escuela, más precisamente en la Biblioteca Escolar, donde deben enseñarse estas competencias y es tarea del bibliotecario implementarlas. Además, debemos tener presente que es la única actividad escolar cuya transversalidad es universal a todas las materias curriculares y extracurriculares.
Esto convierte al Maestro-Bibliotecario y a la Biblioteca Escolar en la piedra angular, la puerta de acceso del sistema Bibliotecológico.
Es quien debe transformar el espacio de la biblioteca en un ambiente acogedor que invite a quedarse y quien planifique actividades interesantes que logren cautivar a los usuarios. Es verdaderamente reconfortante oír a los alumnos expresar sus deseos de volver a la biblioteca, al “Gabinete Mágico de Emerson, donde habitan los espíritus hechizados. La experiencia debe resultar similar a la que experimentan los niños cuando entran en una juguetería.
Para crear un clima de trabajo, en el que se equilibren la calma y la atención expectante, se sugiere utilizar una música suave. Los estudios de musicoterapia indican el empleo de la música barroca como la más acertada, su ritmo, similar al cardíaco, induce al estado anímico anhelado.
La hora del cuento, denostada por algunos, es sin duda “cuando no se improvisa”, una especie de caricia que nuestros usuarios agradecen y esperan. Una correcta selección del texto y una adecuada “interpretación” de la lectura, logran capturar a la audiencia. Escuchar un cuento es un ejercicio que ayuda a educar la atención, invita a distendernos, a relajarnos, a imaginar. Reduce la agresividad, la tensión y el estrés que producen las exigencias y la tarea rutinaria.
Al terminar el cuento es interesante poder re narrar oralmente la historia entre todos. De esta manera el bibliotecario pude constatar el nivel de atención logrado.
Debemos desestimar para este tipo de actividades de recreación literaria, el empleo del texto para tareas gramaticales o de análisis. Esto convierte al placer de la lectura en un verdadero “tacle literario”.
La Biblioteca Escolar es una “Biblioteca Especializada” si consideramos el tipo de material bibliográfico de su fondo: literatura infantil, manuales y libros pedagógicos; el personal especializado “Maestro Bibliotecario” y al tipo de usuarios, que precisa una adecuada atención según su edad.
Las actividades de Formación de Usuarios podrán planificarse, de acuerdo a un programa que consiste en adjudicar la enseñanza de ciertas habilidades, para cada grado de la escuela. Teniendo en cuenta el objetivo final de este proceso, que consistirá en obtener como producto, lectores con habilidades, herramientas y competencias que le permitan manejarse en forma autónoma dentro de una biblioteca.
Las actividades que proponemos fueron puestas en práctica en la Biblioteca del Colegio Champagnat desde el año 2001, con resultados satisfactorios.
Preescolar: Qué es una biblioteca
1º Grado: Pautas de comportamiento y cuidado del material bibliográfico. Distintos soportes que se guardan en una biblioteca, su cuidado y manipulación. .
2º Grado: El libro: sus partes. Uso del manual o libro de clase. Visita a la sala de lectura de una biblioteca pública (BNM)
3º Grado: Uso del diccionario: el ordenamiento alfabético. Tipos de diccionarios: idiomas, RAE, sinónimos, antónimos, lunfardo, música, folclore, botánica. Consulta del Diccionario de RAE on line. La ficha bibliográfica.
4º Grado: Uso de diccionarios: abreviaturas, acepciones. Uso de enciclopedias en papel: Ordenamiento temático y alfabético. Lectura de fotografías antiguas. Lectura de mapas antiguos y modernos. Mapas y fotografías satelitales en Internet. Historia del libro.
5º grado: Uso de enciclopedias en papel y en otros soportes: CD Rom y on line. Lectura de documentos históricos. Tecnología: recuperación (restauración) de material bibliográfico. Búsqueda de información general en Internet.
6º Grado: Búsquedas bibliográficas en ficheros y bases de datos on line. Ubicación espacial de los números topográficos en la estantería. Lectura del Diario. Lectura de documentos sonoros. Lectura de películas históricas. El Diccionario de Lunfardo: Visita a la Academia Porteña de Lunfardo. Técnicas de estudio.
7º Grado: Técnicas de estudio. Actividades que pongan en práctica las habilidades aprendidas en el uso de todos los recursos de la biblioteca. Organización de una estrategia de búsqueda. Visita a una Biblioteca Pública (en lo posible especializada).
Este programa de Formación de Usuarios se sustenta en el anhelo de docentes y bibliotecarios de formar lectores críticos y autónomos. Las herramientas enseñadas son las necesarias para evitar la pérdida inútil de tiempo. Debemos lograr que sopesen y valoren su tiempo, empleándolo no tan solo para su propio bienestar, sino también para contribuir y reanimar los logros alcanzados por la Humanidad.
Nuestro Premio Nobel de Medicina Dr. Bernardo Alberto Houssay sentenció: “La mayor diferencia entre los hombres, depende de cómo aprovechan su tiempo”.
(1)Guillermo C. Elías: Profesor en Enseñanza Primaria, Bibliotecario Nacional y Locutor Nacional de Radio y TV. Actualmente se desempeña como Maestro Bibliotecario de la Escuela 24 DE 1º “Cornelia Pizarro” y es profesor de la Cátedra de “Psicología Estética y Formación del Lector” en la Escuela de Bibliotecarios de la Biblioteca Nacional.
Fuente: http://www.revistaelemilio.com.ar/?p=6505
2 comentarios :
Excelente su artículo, la formación de usuarios en las escuelas permite formar un usuario autónomo, tan necesario en la biblioteca escolar(que por lo general cuenta con el personal mínimo para tantas funciones. En la mía se tiene un programa de formación de usuarios y lectores, que se imparte de primer grado a sexto, es contínua, progresiva y por nivel; quisiéramos mejorarla pero en el contexto de nuestra realidad es lo que se puede realizar. Gracias por compartir su guía.
Interesante artículo. La formación de usuarios es importantísima en los primeros años de la educación escolar, ya que los niños a temprana edad, es donde van adquiriendo sus primeros hábitos y su primer contacto con los libros y las bibliotecas. Desde mi humilde opinión considero que esta formación debe ser continua y abarcar todos los niveles de educación. Soy bibliotecaria escolar de nivel medio. Y en mi biblioteca se realiza formación de usuarios en el primer trimestre con alumnos ingresantes. Dicha programación no es obligatoria, sino voluntaria. A mi criterio personal, la formación de usuarios debería tomarse como una materia más del plan de estudio, quizás cuatrimestral, obligatoria y no tratada desde las actividades transversales, esporádicamente. Su transversalidad universal permite planificar un sinfin de actividades.Me resultó interesante su guía, y me gustaria que se publique una guía para nivel secundario. Muchisimas gracias.
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