17 nov 2010

«Los jóvenes piensan que en el mundo de la red todo es válido»

«La responsabilidad como padres está en explicar y advertir cómo usar la información en las redes sociales»

La preocupación de los padres por el uso que los jóvenes hacen de las redes sociales está creciendo en la actualidad. Tuenti y facebook se han convertido en herramientas imprescindibles a los ojos de un adolescente. Pero, ¿qué hacen los jóvenes en Internet? ¿Qué riesgos corren?¿Son conscientes de que, en ocasiones, pueden incurrir en un delito? Las redes sociales han revolucionado la forma de comunicarnos pero, ¿hasta qué punto se convierten en algo adictivo?¿Dónde está el límite? ¿Cuándo se viola la privacidad? Montse Ereño, profesora en la Universidad de Mondragón y ponente invitada a las Jornadas del TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), que estos días se desarrollan en Tolosa nos da algunas claves.
-¿Qué implican y qué consecuencias tienen las redes sociales en los jóvenes?
-Han sido una revolución tecnológica total y, como todo, tiene sus pros y sus contras. El fundamento básico de una red social no es malo, al contrario, es una forma rapidísima de llegar a un mayor número de gente en menor tiempo y con una comunicación simultánea. Las empresas ven un filón a la hora de organizar reuniones, captar clientes, hacer marketing, etc. Ahora bien, la cosa cambia cuando los usuarios son adolescentes o jóvenes porque son muy inconscientes con la información que manejan y con el uso que le dan a esa información. Ellos piensan que en el mundo de la red vale todo, tienen una gran sensación de impunidad y no se dan cuenta de que, incluso, pueden llegar a cometer delitos.
-¿A qué se refiere?
-La imaginación de los chavales es desbordante y tienen una habilidad enorme en el uso de las nuevas tecnologías. Hay, incluso, chavales que están jugando al poker online y ganando dinero. Internet les permite entrar en un mundo fascinante y hacer cosas que no se atreverían cara a cara y aquí estaríamos hablando del ciberbullying (maltrato psicológico a través de la red) que ha provocado incluso casos de suicidio en algunos jóvenes. Si hay algún amigo/a que cae mal el bombardeo con mensaje intimidatorios o insultantes es persistente. Pueden crear webs ridiculizantes, hacer correr bulos en el messenger, colgar fotos robadas de la persona, dejar notas insultantes en su blog, robar su clave, impedir que siga participando en un juego online, etc, etc. Aquí la Ley es muy difusa, aunque el Gobierno Vasco ha creado un protocolo de ciberbullying que está poniendo en marcha.
-Los padres muestran preocupación en relación a las redes...
-Yo también soy madre y también estoy preocupada porque ya hay niños/as de 10 años que se cuelan en las páginas de Tuenti, cuando es una red permitida a los mayores de 14 años. Pero, aquí también la Ley es un campo grisaceo, que todavía está sin definir. A los padres siempre nos preocupa que a nuestros hijos no les pase nada y que no les hagan nada pero es que hoy en día también nos tiene que preocupar que nuestros propios hijos sean, precisamente, los que no provoquen el problema o el delito, en el que pueden incurrir por total desconocimiento.
-¿Cómo pueden los padres frenar este descontrol o estar en guardia para conocer qué uso le están dando sus hijos a Internet?
-No pueden. Internet es un arma de doble filo y está presente en todas partes. Antes los padres pensaban que con controlar a su hijo unas horas en casa con el ordenador bastaba pero no es así. El joven puede no estar en casa y conectarse a Internet desde cualquier lugar, incluso desde su propio móvil. Pueden estar, incluso, en clase y estar chateando, sin el conocimiento del profesor. El problema no es lo que hacen sino cómo lo hacen. Tienen que darse cuenta de que todo lo que se sube a Internet, después no baja y que aquello que han colgado en la red puede ser visto y utilizado para fines diversos por millones de personas con consecuencias, a veces, muy desagradables. Los «ciberacosadores» adultos pueden verlo, establecer facilmente el contacto con el menor, acercarse a sus gustos y aficiones y, a partir de ahí empezar a coaccionarle. Sólo el 6,6% reconoce haber quedado con un desconocido a través de la red.
-Con estos peligros sobre la mesa no se invita, precisamente, a que los padres permitan el acceso de sus hijos a las redes sociales...
-Al contrario. Los padres no tienen que cerrarse a las redes sociales, a las nuevas tecnologías. Ellos también tienen que estar en esta era digital para conocer y explicarles sus ventajas y peligros. Incluso el mismo proceso educativo habría que adaptarlo porque ya no valen los métodos tradicionales. Tenemos una generación interactiva (salen del Instituto y hablan por el móvil, llegan a casa y siguen en el messenger, se menten en tuenti, etc). La responsabilidad, como padres, está en advertirles cómo usar la información. Que sepan que ellos son los que deciden qué pueden saber de ellos y qué información guardar.

1 comentario :

casiopeo dijo...

En efecto hay que contar con conocimientos para saber donde puedes participar y donde no, internet no es jauja, hay que saber elegir adecuadamente.

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