8 ago 2011

En torno a la violencia en el espacio educativo: proyectos de intervención


Por: Ana Carolina Erregarena

En la presente columna, nuestro objeto reside en acercar algunas propuestas de intervención sobre violencia escolar. Para ello, hemos tenido en consideración el texto "Violencia en los centros educativos: conceptos, diagnósticos e intervenciones", cuya compilación estuvo a cargo de Alfredo Furlán, Miguel Ángel Pasillas Valdez, Terry Carol Spitzer, Antonio Gómez Nashiki; y la edición es de Noveduc.

En el capítulo once, titulado "Propuestas de intervención sobre violencia escolar. Experiencias de los equipos técnicos estatales del programa Escuela Segura en México", Úrsula Zurita Rivera sostiene que en tiempos recientes, el discurso que respalda y orienta las acciones en materia de prevención e intervención sobre la violencia escolar ha experimentado un cambio importante. 

De ser un asunto que quedaba dentro de las paredes de las escuelas (como tiempo atrás quedaba la violencia doméstica e intrafamiliar dentro del hogar), desde hace años se reconoce que alude a un problema presente en todas las sociedades y, a la vez, se insiste en la urgente creación y fortalecimiento de ambientes escolares seguros, concebidos no sólo como un requisito crucial para el aprendizaje satisfactorio de niños y jóvenes, sino como un derecho humano que debe ser protegido por las sociedades enteras (Naciones Unidas, 2006). 

La autora Úrsula Zurita Rivera sostiene que vale la pena recordar que las Naciones Unidas reconocieron, hace poco menos de veinte años, en el artículo 19 de la Convención de los Derechos de los Niños (1989), que la violencia alude a: "toda forma de violencia física o mental, daño y abuso, negligencia o tratamiento negligente, maltrato o explotación, incluyendo abuso sexual".

La autora recalca que centrándose en la violencia que ocurre en las escuelas, es importante subrayar que ésta no representa un fenómeno novedoso. No obstante, hoy la violencia escolar constituye un problema abordado por múltiples actores internacionales, nacionales y locales, ocupados no sólo en la educación, sino también en la salud, la cultura, los derechos humanos, la democracia, el desarrollo social, entre otros asuntos.

En este contexto, la autora Úrsula Zurita Rivera aborda la temática de la violencia escolar y la participación social, poniendo la atención en un análisis de los proyectos de intervención realizados por integrantes de 25 Equipos Técnicos Estatales (ETE) del Programa de Escuela Segura (PES) en México, que cursaron el Diplomado Superior en Gestión de Ambientes Escolares Seguros para la Construcción de Ciudadanía impartido por FLACSO- México en 2008. Al respecto, Úrsula Zurita Rivera señala que estos proyectos son importantes en la medida en que, tanto para los especialistas como para los tomadores de decisión, los grupos organizados de la sociedad civil y otros actores, la violencia es un problema social cuyas soluciones sólo son posibles con y a través de la participación de una amplia gama de actores situados en distintos ámbitos y niveles de gobierno y contextos geográficos.

En primer término, los ETE (Equipos Técnicos Estatales) de México identifican el problema de una comunidad determinada, para luego considerar alternativas posibles. De acuerdo con la Guía para la Elaboración de los Proyectos de Intervención (Zurita, 2008), las alternativas aluden a cursos de acción estratégica que el equipo crea para solucionar el problema elegido.

La autora Úrsula Zurita Rivera aclara que la alternativa de intervención debía plantearse en función del problema definido y, sobre todo, de aquella causa que lo ocasiona y que fue elegida como el factor en el que se desea intervenir de manera directa. 

En otras palabras, la alternativa de intervención tiene sentido y lógica en el marco del planteamiento del problema formulado. Las alternativas propuestas son: 
1) organización de charlas, talleres, sensibilización y capacitación;
2) elaboración de diagnósticos sobre el conocimiento y la situación de la violencia escolar; 
3) fomento de programas interinstitucionales en la materia 
4) capacitación a docentes y directivos; 
5) implementar estrategia de seguimiento en el recreo; 
6) capacitación docente sobre el uso del tiempo libre; 
7) promoción y uso de materiales existentes; 
8) implementación de un programa de acompañamiento pedagógico entre pares; 
9) revisión y transformación de los reglamentos escolares; 
10) instalación de los Consejos de Participación Social; 
11) impulso de mejoras en los canales de comunicación; 
12) establecimiento de un sistema de denuncia de la violencia.

En segundo término, luego de considerar alternativas posibles ante el problema elegido, los equipos técnicos deben buscar -puntualmente- estrategias de intervención. 

A continuación mencionamos algunos medios, estrategias o instrumentos propuestos que han sido utilizados por los ETE (Equipos Técnicos Estatales) de México para poner en marcha los PI (Proyectos de Intervención): 
1) realización de cursos, talleres, charlas; 
2) organización de concursos, exposiciones sobre violencia escolar desde la perspectiva de los alumnos; 
3) capacitación a docentes, alumnos, padres de familia; 
4) diseño y aplicación de encuestas; 
5) organización de dinámicas de grupos, debates y paneles de discusión; 
6) revisión y transformación del reglamento escolar; 
7) establecimiento de programas de participación de los padres de familia; 
8) organización de eventos deportivos; 
9) promoción de la convivencia con otras escuelas y con su entorno; 
10) implementación de talleres y clubes de lectura, uso de bibliotecas; 
11) uso de materiales existentes; 
12) diseño de metodología dirigido a docentes para manejo de conflictos; 
13) articulación con múltiples actores; 
14) diseño de portal electrónico; 
15) instalación de los Consejos de Participación Social.

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