22 abr 2016
Las bibliotecas se adaptan a las nuevas tecnologías
No son pocos los objetos y lugares que
han perdido parte de su razón de ser a causa de la era digital (los videoclubs,
el correo postal, los SMS...). Muchos, para no desaparecer, han tenido que
reinventarse, dar un paso hacia adelante y usar las nuevas tecnologías como
herramienta para forjar modelos de negocio adaptados al siglo XXI. Este ha sido
el caso de las bibliotecas.
Con ese
gran portal de información que es Internet y la popularización de los libros
digitales, estos antiguos centros de conocimiento se han convertido en algo
mucho más moderno que un almacén de libros raídos y polvorientos. "Durante
siglos, la gente ha pensado en las bibliotecas como lugares en los que
almacenar y usar libros impresos. Cualquier persona que no haya estado en una biblioteca
recientemente se sorprendería de lo que hoy podría encontrar allí.
Las
bibliotecas ofrecen actualmente versiones impresas y digitales de libros y
revistas, música y vídeos digitales, colecciones especiales... Además, algunas
bibliotecas ofrecen lectores de libros electrónicos y tabletas, juegos de
ordenador, material gráfico y mucho más", cuenta Erik Van Lubeek,
vicepresidente de la red mundial de bibliotecas OCLC (Online Computer Library
Center), a 20minutos.
"Las
bibliotecas también utilizan la digitalización y las tecnologías de
investigación online para preservar y promover la historia local y materiales
únicos tales como las publicaciones de las instituciones y gobiernos a los que
sirven", explica.
Las
nuevas tecnologías han hecho posible que los usuarios de bibliotecas para
acceder a recursos electrónicos desde sus propios ordenadores y smartphones,
pero también desde ordenadores facilitados por la biblioteca. De este modo, las
bibliotecas de hoy pueden centrarse en proporcionar acceso a la información y
no sólo en acumularla. "El acceso rápido y fácil a todo tipo de información y a
los medios de comunicación a través de la web ha aumentado las expectativas del
usuario”.
Las
bibliotecas más exitosas son las que cumplen consistentemente con esas
expectativas", asegura Van Lubeek. Las bibliotecas han adoptado las nuevas
tecnologías y se han ajustado a los cambios en la forma en que los usuarios
obtienen información.
Han
hecho que sea fácil para los usuarios acceder a los servicios desde fuera de la
biblioteca, a través de un ordenador o dispositivos móviles, veinticuatro horas
al día y siete días a la semana. "Como un lugar físico, las bibliotecas también han cambiado
para satisfacer las necesidades de los usuarios de hoy en día”.
El
fundamento de una biblioteca sigue siendo el mismo, como un lugar seguro donde
cualquier persona puede venir a aprender acerca de temas nuevos o poco
conocidos, o explorar en profundidad los intereses que les apasionan. Las
bibliotecas son el centro para el aprendizaje en un campus universitario y el
centro cultural de una comunidad en las ciudades y pueblos de todo el
mundo", señala el experto.
"A medida que el ritmo del cambio
tecnológico continúa aumentando, las bibliotecas son también un recurso clave
para el avance de la alfabetización digital y los medios de comunicación",
comenta.
HERRAMIENTAS
DE LAS BIBLIOTECAS DEL SIGLO XXI
Como
parte de esta modernización, la OCLC —entidad que agrupa a más de 72.000
instituciones en 170 países, entre los que se encuentran bibliotecas, archivos
y museos (en España hay 92 centros asociados, incluidos la Biblioteca Nacional
y el Instituto Cervantes, entre otros)— proporciona servicios tecnológicos
compartidos, investigación y programas comunitarios a la comunidad
bibliotecaria.
Su
objetivo es ayudar a las bibliotecas a mantener su relevancia y su competitividad, y apoyar a la sociedad a
mantener vivo el conocimiento y hacerlo más fácil de compartir. Para lograrlo,
el grupo cuenta con un equipo multidisciplinar formado por bibliotecarios,
tecnólogos, investigadores, escritores, gerentes, administradores y personas en
formación que trabajan para construir un nuevo modelo que dé visibilidad a las
bibliotecas.
Ellos
impulsan iniciativas en el uso de las tecnologías de la información dirigidas a
aumentar la eficacia y facilitar la colaboración entre bibliotecas. De todas
estas soluciones destaca WorldCat.Org, un catálogo colectivo con más de 347
millones de registros bibliográficos correspondientes a 2.300 millones de
ejemplares, que es la mejor muestra de cómo las bibliotecas pueden colaborar
para reducir costes y ofrecer un mejor servicio a sus usuarios.
"WorldCat
comenzó en el año 1971 como el primer catálogo online unificado, creado de
forma cooperativa y mantenido por las bibliotecas para compartir los registros
del catálogo y promover el intercambio de recursos. Las bibliotecas han estado
aportando registros del catálogo de sus colecciones a WorldCat desde hace más
de 40 años. Hoy en día, WorldCat es la red mundial más completa sobre las
colecciones y servicios bibliotecarios, con textos en más de 400 idiomas",
cuenta.
"Los
usuarios pueden encontrar material en las bibliotecas cercanas a ellos a través
de WorldCat.org en la web. Libros, libros electrónicos, revistas, revistas
electrónicas, música, mapas, recursos genealógicos, herramientas culturales,
imágenes digitales... Cualquier cosa que usted puede encontrar en una
biblioteca puede ser descubierto a través de WorldCat.org gracias a que las
bibliotecas han aportado documentos de sus colecciones a este maravilloso
recurso", explica.
Por otro
lado, WorldShare Management Services es una plataforma de servicios
bibliotecarios en la nube que gestiona una nueva visión de las tecnologías para
los procesos de trabajo tradicionales de la biblioteca: adquisición,
catalogación, circulación, control de estadísticas, gestión de usuarios, etc.
Con este servicio, todas las aplicaciones necesarias para administrar una
biblioteca se encuentran alojadas en los centros de datos que la OCLC tiene en
todo el mundo, por lo que la biblioteca no tiene que preocuparse por comprar y
actualizar software constantemente.
"Además,
debido a que está basada en la web, toda la funcionalidad del servicio está
disponible en cualquier dispositivo con conexión a Internet, liberando así a
los bibliotecarios para hacer su trabajo cuando tiene sentido y no teniéndolos
atados a un escritorio", aclara OCLC. "Más de 380 bibliotecas en todo
el mundo están utilizando WMS para compartir datos, recursos, innovaciones,
aplicaciones e infraestructura de servicio a sus usuarios", añade.
Sin
embargo, todas estas mejoras no cambian el fin último de la biblioteca. "Las bibliotecas seguirán siendo los lugares donde la gente se
reúne para crear, innovar y aprender", sentencia el
vicepresidente de OCLC.
Fuente bibliográfica:
Las bibliotecas se adaptan a las nuevas tecnologías. MadridPress [en línea], [sin fecha]. [Consulta: 22 abril 2016]. Disponible en: http://madridpress.com/not/202350/las-bibliotecas-se-adaptan-a-las-nuevas-tecnologias/.
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