3 oct 2016
“El bullying en las escuelas es el reflejo de una sociedad violenta”
“El bullying que sucede cuando un niño maltrata
a un compañero de la escuela es el
reflejo de una sociedad violenta, porque ese chico replica lo que
aprendió del mundo de los adultos y por lo tanto también desde ese lugar deben
venir las enseñanzas para superar estos casos de violencia escolar
cada vez más frecuentes en nuestro país”, explicó a El Territorio la licenciada
en psicología Lucrecia Morgan, que preside el Equipo Anti Bullying de Argentina
(ABA).
El
Equipo Anti Bullying de Argentina está conformado por un grupo de psicólogas
especialistas en el abordaje de este tipo de violencia que se da generalmente
entre niños y adolescentes de 9 a 15 años en escuelas, clubes y espacios en los
que conviven grupos de esas edades.
Al
empezar la entrevista, la licenciada Morgan advirtió que “se equivocan los que piensan que el bullying es cosa
de chicos y minimizan la cuestión creyendo que entre los mismos
niños deben arreglar esos tantos”. Según su visión, “el bullying es un problema serio que afecta a
uno de cada cuatro chicos que en la escuela primaria y secundaria le tiene
miedo a algún compañero”.
Según la
profesional, “es necesario
que padres, directivos escolares y docentes tomen conciencia del grado de
peligro que existe en este tipo de violencia escolar, no sólo para
ayudar a los alumnos a superar ese miedo con el que viven adentro de la
escuela, sino también para evitar daños mayores que pueden derivar en casos de
tragedias o suicidios como ya ocurrió en nuestro país”.
Según
Morgan, “el bullying
necesita la intervención de los adultos para superarlo y los estudios que
se hicieron en esta materia indican que es muy poco probable que la situación
de maltrato cambie si no hay mediación de padres, docentes y las autoridades
educativas de la institución.”
La
especialista destacó que “la
clave está en el trabajo con los adultos, por eso cuando vamos a
dictar talleres a los colegios por esta problemática, lo primero que decimos es
que no sirve trabajar el tema sólo con los chicos, que es necesario involucrar a padres y docentes,
que deben estar capacitados para saber qué hacer ante estos casos y cómo
trabajar para solucionarlos”.
Características del bullying
Para
explicar qué es el bullying, la licenciada Morgan dijo que “es fundamental
entender de qué estamos hablando porque hoy en día esta palabra está bastante
instalada en la sociedad pero muchas veces se la confunde con otro tipo de
agresiones”.
En ese
sentido, dijo que “el bullying
es una categoría
específica de la violencia escolar que se da entre pares.
Generalmente de un alumno hacia otro o de un grupo de chicos a otro; donde
claramente hay una situación de agresión que puede ser física o verbal hacia la
víctima”.
Explicó
que “esa agresión
es persistente en el tiempo, por eso es tan nociva. Porque no es un
ataque que comenzó y terminó en un momento determinado, sino que se extiende en
el tiempo. Es como el ejemplo de la gota de agua de la tortura china, que
termina siendo tan cruel por su sostenimiento a lo largo del tiempo. Por eso,
lo terrible del bullying para
el niño que lo padece no es tan
solo la intensidad del ataque, sino la persistencia en el tiempo,
que va erosionando todos sus recursos para defenderse”.
Otra
característica del bullying,
según la especialista, “es
que siempre implica una relación con desbalance de poder. Es decir
que el chico hostigado se siente en inferioridad de condiciones frente a los
hostigadores. O porque se encuentra solo, o porque los otros son más, o porque
tienen más fuerza. Por diversas razones o motivos, el niño que es víctima se
siente con poca o nula capacidad de defensa para hacer frente a quienes
lo maltratan”.
En ese
contexto de agresión, según la licenciada Morgan, “el bullying genera consecuencias graves a corto
y a largo plazo en el niño que lo sufre, porque como no puede
controlar la situación se ve desbordado. Inclusive en la edad adulta nos
encontramos con gente que sufre ansiedad, depresión y diversos tipos de
trastornos como consecuencia de haber sido víctimas de bullying en la edad escolar”.
Los que miran son cómplices
Según
explicó Morgan, “otra características del bullying es que no sólo hay un agresor y una víctima, sino que hay
todo un grupo humano que es parte del hostigamiento, ya sea porque
alienta a que se concrete la agresión o porque mira y no hace nada para
evitarla.”
La
especialista describió a esa población como “grupo disfuncional, donde hay una
dinámica en la que se provoca la situación del bullying, donde cada uno ocupa un rol: la víctima, el victimario y los
espectadores, sean activos o pasivos”.
Luego
destacó que “es fundamental el rol de los que miran porque terminan siendo
cómplices de esa situación violenta” y en ese sentido explicó que “si ese
público toma un rol de defensa hacia la víctima es muy posible que la situación
se pueda superar”.
Morgan
adujo que “los chicos que
miran como un compañero agrede a otro son parte de ese grupo disfuncional y su
actitud ya sea de reírse o de avalar la agresión alimenta el flujo de poder
hacia el agresor para que esa situación se siga repitiendo. Es
decir, el público que observa la agresión como si fuese un espectáculo alimenta
ese circuito de violencia. Por eso es fundamental explicar a los chicos que, en
materia de violencia, no hay términos medios y no podés mantenerte al margen si
la ves. Tenés que frenarla. Si no
lo hacés sos parte de esa violencia y la estás avalando”.
Qué se debe hacer
“Lo
primero que hay que hacer en una intervención ante un caso de bullying es contener a la víctima. Hacerle saber que
vamos a hacer algo al respecto. Y que se va a trabajar para que la situación de
violencia no se repita”, explicó la directora del Equipo Anti Bullying de
Argentina.
Luego
dijo que también es fundamental “sancionar
al agresor, pero no una mera sanción punitiva, sino una sanción educativa que
sirva efectivamente para que esa conducta se modifique”.
Y
también es fundamental “trabajar
con todo el grupo, para que tomen conciencia de lo que están haciendo, para
explicar los daños de esa conducta y para generar lazos de solidaridad e
inclusión en el grupo”.
Añadió: “Es necesario que todas las instituciones educativas
trabajen en reglamentos escolares que incluyan al bullying como un tipo de
violencia propio de la escuela, porque de no ser así, directivos y docentes no
saben qué protocolo seguir en estos casos” y advirtió que “es
necesario que los reglamentos escolares contemplen límites precisos sobre
lo que no se debe hacer en un aula, con sanciones ejemplificadoras para
el que agrede”.
Seguidamente,
destacó que “lo que no hay
que hacer es naturalizar la situación porque de esa manera los adultos
responsables se convierten también en cómplices de esa violencia escolar”.
Dijo que
“aquel maestro que mira para otro lado cuando ve que
hay un alumno que agrede a otro, no está cumpliendo bien su rol de educador.
Tampoco el padre o la madre que se ríe o toma a chiste
cuando su hijo le cuenta que en la escuela le pusieron tal apodo al compañero
por alguna característica física no está educando”.
Cuando la violencia llega a Internet
Con la
llegada masiva de tecnología a la vida cotidiana, las agresiones que suceden
dentro de la escuela se siguen replicando fuera de ella, porque los alumnos en
sus hogares siguen conectados a redes sociales en las que cuentan lo sucedido,
opinan al respecto y hasta difunden videos de la agresión.
Según la
licenciada Morgan, “ese caso de bullying
se transforma entonces en ciber
bullying porque empieza a circular por internet y esta conducta
creció mucho durante los últimos cinco años porque está relacionada con el uso
intensivo de tecnología que tienen los niños y los adolescentes”.
En este
sentido, la psicóloga explicó que “el ámbito de la virtualidad es un campo a
trabajar mucho tanto dentro como fuera de las aulas. Docentes y padres deben
involucrarse con la participación de sus hijos en la actividad virtual, porque
por más que desde la técnica les cueste entender el funcionamiento, desde los
valores es fundamental la mirada de un adulto responsable sobre la actividad de
su hijo en la web”.
Seguidamente
dijo que “en nuestras capacitaciones siempre destacamos que lo que está mal en la vida cotidiana también está mal
en Internet y que es tanto o más dañino agredir a alguien
por las redes sociales porque aumenta exponencialmente la cantidad de público
ante ese hecho de violencia”.
Fuente bibliográfica
«El bullying en las escuelas es el reflejo de una sociedad violenta». [en línea], [sin fecha]. [Consulta: 4 octubre 2016]. Disponible en: http://www.elterritorio.com.ar/nota4.aspx?c=0970097026321224.
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