1 sept 2008

Formación Especial para la Educación de Usuarios en las Bibliotecas Públicas

60th IFLA General Conference - Conference Proceedings - August 21-27, 1994

Dr. Emilio Setién
Investigador Titular
Biblioteca Nacional José Martí, Cuba

PAPER

La educación de usuarios en las bibliotecas públicas es una tarea compleja porque estas instituciones son, por definición, bibliotecas con colecciones generales universales, sus servicios se organizan para todos los miembros de la comunidad donde están situadas y complementa los servicios de bibliotecas escolares, universitarias y especializadas. Por otra parte, los pr ogramas de educación de usuarios en estas instituciones incluyen la educación en el uso y manejo de las bibliotecas y la promoción de la lectura.

Así, las bibliotecas públicas enfrentan necesidades de lectura que pueden tener su origen en la actividad laboral del individuo, en sus estudios, investigación o deseos de entretenimiento y recreación. Estas necesidades llevan a la organización de distintos servicios. En primer lugar, a la organización del servicio de préstamo de documentos, que es el servicio esencial de una biblioteca, así como servicios de referencia complementados por los de información bibliográfica y, en ocasiones, por los de información científica. Organizan asimismo actividades para captar usuarios y para contribuir al mejoramiento de las conductas lectoras en la sociedad.

Estas bibliotecas están, pues, presentes en todas las etapas del ciclo de circulación social de la información. De acuerdo con los diversos tipos de usuarios que acceden a las bibliotecas públicas, estas instituciones incluyen en su estructura secciones para tipos especiales de lectores, o se organizan para ello en instituciones especiales de carácter púb lico.

En general, se organizan servicios especiales de biblioteca pública para niños, pacientes de hospitales, reclusos, personas con deficiencias físicas y mentales. Estos grupos presentan peculiaridades sociopsicológicas que conducen a la consideración de motivaciones y objetivos distintos en la concepción de los programas de educación de usuarios de l as bibliotecas públicas. Estas peculiaridades están influidas, además, por la composición sociodemográfica de los lectores (edad, escolaridad, ocupación) y por las condiciones que prevalecen en el tipo de asentamiento humano donde viven (ciudades, pueblos, comunidades, zonas rurales o montañosas.

Las habilidades y el comportamiento lector (sistemat icidad, frecuencia, intereses temáticos), así como las actitudes ante la lectura (pasiva, activa, creadora) son también factores fundamentales a considerar en el establecimiento de la tipología de los lectores con el propósito de organizar programas de educación de usuarios. Todos estos factores han de ser considerados para identificar las motivaciones y los objetivos de tales programas en las bibliotecas públicas. Por otra parte, la actuación de las bibliotecas depende de sus colecciones y la formación de estas de la posibilidad de esas instituciones para la adquisición (presupuesto, acceso a los canales de difusión de documentos). Estos últimos elementos son factores importantes para garantizar las acci ones prácticas que deben incluirse en los programas de educación de usuarios.

Todas las características apuntadas, y sus permutaciones, conducen a programas de educación de usuarios muy específicos en las bibliotecas públicas. Estos programas son prácticamente singulares puesto que cada grupo de lectores presenta sus propias características y es casi imposible utilizar el mismo programa para dos grupos diferentes. Esta complejidad constituye un reto para la formación del bibliotecario que tendrá a su cargo programas de educación de usuarios en las bibliotecas públicas. Los requerimientos para este tipo de bibliotecario no pueden ser satisfechos por los programas de formacin de pregrado o por cursos generales de postgrado sobre Bibliotecología. Estos sólo pueden aportar los principios generales de la educación de usuarios. Consecuentemente, las habilidades para la educación de usuarios para quienes trabajan en bibliotecas públicas deben ser obtenidas mediante estudios complementarios de postgrado, ajustados a las instituciones específicas donde trabajan.

El instrumento más racional para esos estudios complementarios es el entrenamiento programado. El entrenamiento ofrece la oportunidad de integrar los principios de educación de usuarios aprendidos previamente con los conocimientos específicos de las caracteríisticas sociopsicológicas y sociodemográficas del grupo a que se desea orientar el programa de educación, con los resultados de la investigación sobre sus comp ortamientos y actitudes de lectura; sobre las posiblidades reales y potenciales del fondo bibliotecario.

Tal entrenamiento debe incluir, entonces, el análisis de la literatura especializada e investigación de campo para obtener el conocimiento necesario sobre los factores antes mencionados. Sobre esta base, y como resultado del entrenamiento, los bibliotecarios estarán en condiciones de presentar el sistema de motivaciones, objetivos y acciones que deben conformar el programa de educación de usuarios deseado.

Las bibliotecas públicas cubanas tienen características que pueden ser comunes a este tipo de bibliotecas en otros países en desarrollo. Actúan principalmente como complemento de las bibliotecas escolares y universitarias. No obstante, todos los sectores de la comunidad reciben sus servicios; así se organizan salas destinadas a los adultos, los niños, los ciegos y débiles visuales; más recientemente han comenzado a crearse salas para jóvenes.

A través de los servicios de extensión se atienden a pacientes hospitalizados, reclusos, discapacitados físicos, a personas que viven en zonas rurales o montañosas alejadas de las bibliotecas. En algunas de estas instituciones se realiza un trabajo de colabora ción con psiquiatras, organizando actividades de lectura destinadas a personas con retraso mental (especialmente a niños con ese retraso).

En las bibliotecas provinciales y en algunas municipales los servicios bibliográficos crecen rápidamente y en ocasiones se producen monografías y reseñas basadas en las colecciones del fondo con el fin de apoyar los programas de investigación que se llevan a cabo en los territorios sobre la historia y la cultura.

Al considerar todas estas peculiaridades, se hace evidente que la formación del bibliotecario para llevar a cabo programas de formación de usuarios en las bibliotecas públicas necesita del entrenamiento programado explicado en este trabajo. En Cuba ya se han alcanzado algunas experiencias en este sentido, especialmente en el tema de educación de lectores discapacitados , pero lo hecho se puede mejorar.

Fuente http://www.ifla.org/IV/ifla60/60-sete3.htm

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