18 oct 2012
¿Qué es una biblioteca?
Por: Francisco Sanz
Poder propagar mejor las perversiones ideológicas y la histeria colectiva.
Cuando llega la noche y enciendo por fin las pantallas en lugar de encender luces de poco consumo me viene a veces aquello de Borges cuando por fin absolutamente ciego se hizo cargo de la dirección de la Biblioteca de Buenos Aires: “Nadie rebaje a lágrima o reproche/ Esta declaración de la maestría/ De Dios que con magnífica ironía/ Me dio a la vez los libros y la noche”. Como todo poseedor de una buena biblioteca hoy me siento culpable a la vez de los libros que no he leído y de que no los quieran ni las bibliotecas públicas.
¿Qué es una biblioteca? ¿Quién no lo es? Te acercas a un desconocido en la barra de un bar para comprobar que también tiene, como los niños la exquisitez de un secreto. Las bibliotecas carecen de autor. Para dar a luz una nueva palabra, y no digamos ya a un nuevo libro, como para dar a luz un nuevo ser humano: han hecho falta muchos. Un pueblo. El conocimiento de cada hombre tiene un soporte particularmente débil: cuando un anciano muere en una remota aldea de la selva es como si ardiera una biblioteca entera.
Hay que aprender como lector a escoger la correcta soledad y también las buenas compañías. Y reconocer cuando las dilatadas bibliografías no son sino el camuflaje de un pensamiento pusilánime que, sin embargo, quiere imponerse. Asumir que, aunque abundan los libros, los que realmente ayudan son un bien escaso, y que uno llega a poder leer bien pocos en el tiempo de una vida. Que, en filosofía, a menudo más vale leer dos veces un determinado libro que dos libros; que aquellos que no merecen la relectura acaso no valga la pena leerlos ni una sola vez.
Se ha comparado la llegada de internet con la de la imprenta. Si fuera cierto es posible que nos tocara asistir a cambios políticos importantes. Las religiones de Libro hicieron con la llegada de la imprenta su agosto. Con Gutenberg en 1500 asistimos al éxito de que se difundiera la literatura y la instrucción pública dentro de los Estados Nacionales. Y al fracaso de que la deformación nacionalista se hiciera con un sistema tan bueno para conseguir la deformación nacionalista de la conciencia, con el que poder propagar mejor las perversiones ideológicas y la histeria colectiva.
G.Tarde denuncia la “invasión sorprendente” de la impresión de libros que dio alas a la ilusión de que “los libros son la fuente de toda verdad”. Alas que la Biblia, la Torah y el Corán ya tenían antes de la imprenta y que con ella no perdieron del todo. Antes de que llegaran los libros con sus religiones había llegado la escritura, este fue el primer cambio importante, se hizo filosofía con los cambios que iba a suponer su instauración como más tarde ser haría con la llegada de la imprenta y hoy de internet.
Entre los dones que Prometeo trajo a la humanidad como héroe cultural "estaba la combinación de las letras, madre creativa del arte de las musas, con el cual retener todas las cosas en la memoria". Por presumir de haber encerrado a las musas en la escritura, Prometeo fue cruelmente castigado por Zeus que había engendrado a sus hijas en el estanque de Mnemosine para que pudieran bullir y fluir, y no dictar. A principios del siglo IV Platón estaba angustiado por el efecto que el alfabeto estaba teniendo en sus alumnos. Su confianza en textos pasivos y silenciosos solo podía estrechar la corriente de su memoria, haciéndola superficial y opaca.
La llegada de los móviles nos lleva a los tiempos previos a la escritura. El hecho mismo que Platón escribiera diálogos y no cualquier otra cosa, indica ya una tensión por mantener la oralidad viva en la escritura, por escapar de una letra que se teme muerta.
Cuando Platón se quejaba de los peligros de la escritura (con respecto a la oralidad perdida) quería ya, sin duda, decir que la palabra corre el riesgo de perder su significado propio o recto en cuanto se escribe, porque al hacerlo (al trasladarse desde una situación determinada a esa especie de “no lugar” que es la página, el folio o la tablilla) pierde su contexto. Ahora los significados se están siempre recontextualizando, ahora las bibliotecas se encaminan hacia pozos donde fluir y bullir pero no dictar, se van convirtiendo en ruinas, como el Espasa, cuando no escombros destinados sin más a los contenedores de papel.
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