El día empieza bien: Te pones a trabajar a tu hora y avanzas a buen ritmo. Pero, por alguna razón, te has quedado a medio gas cuando todavía tienes por delante tareas importantes que terminar.
Eso sucede. Una simple discusión puede desestabilizarte anímicamente. Una interrupción inevitable quizás rompa tu concentración.
Pero ahí estás tú para retomar el timón de la productividad en esas situaciones.
¿Cómo hacerlo? Ahí van estas ideas, para que las pruebes:
(1) Reinicia el sistema
¿El de la computadora? No, el tuyo.
Date un breve respiro que te ayude a reencontrar la serenidad que necesitas para volver a trabajar: Estírate, da un breve paseo, abre la ventana para saludar al paisaje o ve a la cocina a por un vaso de agua.
Sí, descansa unos minutos. Así recuperas energía y enfoque.
(2) Elimina distracciones potenciales
Ya que te has dispersado es más fácil caer en la procrastinación, dejándote llevar por distracciones como: pasear por Facebook o por otra página, mirar la tele, etc.
Ahora mismo, tienes dos alternativas: (1) Dedicarte a pasarlo bien (sin culpa) o (2) seguir con tus tareas.
El camino de en medio consiste en distraerte mientras te recuerdas continuamente que tienes cosas pendientes. Con lo cual, ni trabajas ni descansas a gusto.
¿Has elegido la segunda? Entonces, aparta de ti cualquier cosa que pueda distraerte: silencia el teléfono, apaga la tele, cierra el navegador de Internet, échale el cerrojo a la puerta, etc.
(3) Elige lo esencial
Con la ruptura del ritmo, quizás no puedas terminar todo lo que tenías previsto. Por lo tanto, habrás de seleccionar lo más importante: una o dos tareas que son prioritarias.
Céntrate en ellas y deja el resto.
(4) Engaña a tu cerebro
Tu cerebro es un comodón (como el mío). Cuando está disperso, suele preferir cualquier cosa antes que trabajar… y tratará de convencerte para que te apartes del deber.
- Dile que son sólo dos cositas.
- Háblale de lo bien que te vas a sentir cuando las termines.
- Recuérdale porqué es importante que las hagas.
- Adviértele de las consecuencias de no hacer esas actividades importantes (si eso te funciona).
Y añade la más importante, que es la última idea de esta batería.
(5) Termina lo más pronto posible
El objeto de eliminar las distracciones y de convencer a tu cerebro para que se deje de tonterías y entre en materia de una vez es uno: terminar lo antes posible.
Cuando termines podrás divertirte a tus anchas. De hecho, es recomendable que lo hagas. Pásalo muy bien, aunque sea un ratito. Porque eso te ayudará a ser más productivo mañana.
Y, desde luego, descansa. Duerme tus horas. Así es más fácil mantener la productividad y, también, retomar el ritmo cuando pierdes el compás.
Lo anterior me funciona a mí en esos días de traspiés. Espero que alguna ideílla te pueda ser útil.
Fuente:http://tusbuenosmomentos.com/2014/04/mantenerte-productivo/
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