En esta sociedad, la materia prima no es algo tangible, dura, concreta, sino más bien abstracta, blanda, ligera, porque en torno a la información surgirán profesiones y trabajos nuevos, o se reacoplarán las tareas existentes.
Con las TIC es posible trabajar desde la casa, hacer transacciones comerciales por computadora al mismo tiempo que se cierra un negocio por teléfono, verificar el status de algún reclamo o alguna solicitud desde una laptop, mientras se está en una cola o esperando el cambio de semáforo.
Recibir correos electrónicos cada vez que se compra algún producto en venta por Internet, mientras se está en la sala de espera de alguna clínica o el aeropuerto, hacer una transacción “on line” en el banco, mientras se reciben clases virtuales de la universidad y al mismo tiempo se habla con algún cliente, es ahora un hecho.
Las TIC estuvieron presentes cuando vimos en las marchas y protestas de los jóvenes contra los gobiernos de Egipto, Túnez y España, que se comunicaban mediante mensajes de textos o PIN y así impedían las emboscadas de grupos ajenos a ellos. Y cuando observamos los cientos de niños y adolescentes conectados a computadoras, vemos el despertar de los hackers y no podemos más que entender que es una nueva generación que olvidó el trompo y la perinola por el mouse y el teclado.
Algunos hemos tenido la suerte de estar vivos para ver el nacimiento de Internet y pronto seremos testigos de una nueva evolución de la superautopista de la información hacia las “nubes”.
El paso hacia el almacenaje de información importante en varias partes del planeta que hoy empezamos a conocer como “nubes”, evolucionará hacia satélites y luego a nuestros propios cerebros.
La información será el gran combustible del futuro, se desplazarán millones de seres humanos portando millones de ideas y sueños.
Este será el siglo con mayor evolución y no será la lucha por el oro, el petróleo o las armas químicas y nucleares, lo que motivará a los gobiernos, sino el control por saberlo todo, por tener la mayor información posible y por guardarla celosamente. Será la revolución de los hackers y su lucha por la información libre.
Mientras, algunos países se hundirán en su propia miseria e ignorancia, regresando a lo más atrasado de nuestra era, negándose a aceptar la libertad plena del individuo y los gobernantes intentarán por todos los medios mantenerse en el poder para controlar a los pueblos.
Mientras eso ocurre, existirá un mundo con la protección de los derechos humanos y la absoluta libertad para sus ciudadanos.Sólo les queda a los pueblos imponerse al futuro deseado por sus gobernantes autócratas y rechazarlos en sus pretensiones dictatoriales.
Decirle no a esos gobernantes, es construir un futuro para las nuevas generaciones que se merecen lo mejor que el desarrollo les pueda ofrecer.
Fuente: http://eltiempo.com.ve/opinion/columnistas/tic-hackers-y-el-futuro/26904
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