Durante 50 años, Robert Morin trabajó como bibliotecario en la biblioteca Dimond de la Universidad de New Hampshire, donde se había graduado en 1963.
8 sept 2016
Bibliotecario deja herencia de cuatro millones de dólares a universidad donde trabajó
Durante 50 años, Robert Morin trabajó como bibliotecario en la biblioteca Dimond de la Universidad de New Hampshire, donde se había graduado en 1963.
Vivía
modestamente, salía poco, manejaba un auto viejo y comía comidas congeladas.
Adoraba leer, y leyó, en orden cronológico, todos los libros publicados en
EE.UU. desde 1930 hasta 1940, excepto libros infantiles, de texto, cocina y
tecnología. En el momento de su muerte, había leído 1938, una cifra similar al
año de su nacimiento.
También
tenía una pasión por ver películas, y de 1979 a 1997 vio más de 22.000 videos.
Muchos pensarían que era un poco excéntrico, pero nadie pudo imaginarse ni por
un segundo que al morir en 2015 a los 77 años dejaría una herencia de nada
menos que cuatro millones de dólares a la universidad.
De esa
fortuna, Morin sólo especificó que deseaba que 100 mil dólares estuvieran destinados
a la biblioteca donde pasó casi toda su vida.
Ese
dinero “proporcionará becas para estudiantes que trabajan y estudian, apoyará a
los miembros del personal que continúan sus estudios en la biblioteca de
ciencias y financiará la renovación de una de las salas multimedia de la
biblioteca”, indicó la universidad en un comunicado.
"Como
ex alumno, a Bob le complacería saber que la mayoría de su dinero, $ 2,5
millones, ayudará a poner en marcha un centro de carreras ampliado y céntrico
para nuestros alumnos y ex alumnos", señaló Mark Huddleston, presidente de
la universidad. "Estamos comprometidos a proporcionar los recursos
necesarios para asegurar que cada estudiante logre el éxito profesional y el
regalo de Bob jugará un papel importante en este esfuerzo".
Otro
millón de dólares se destinará a apoyar una pizarra electrónica para el nuevo
estadio de fútbol. En los últimos 15 meses de su vida, Morin vivió en un asilo
en el que comenzó a ver los partidos de fútbol en la televisión, así como a
entender las reglas del juego y conocer los nombres de los jugadores y equipos.
Es
inusual que las donaciones de semejante magnitud se produzcan sin condiciones.
"Las
donaciones sin restricciones dan a la universidad la posibilidad de utilizar
los fondos para nuestras más altas prioridades y oportunidades
emergentes", precisó Deborah Hutton, presidenta de la fundación de la
universidad.
"Este es un regalo extraordinario que se produce en
un momento crítico para el lanzamiento de una serie de iniciativas que sólo
podrán lograrse a causa de su generosidad", agregó.
Fuente bibliográficaBibliotecario deja herencia de cuatro millones de dólares a universidad donde trabajó. [en línea], [sin fecha]. [Consulta: 6 septiembre 2016]. Disponible en: https://player.theplatform.com/p/0L7ZPC/ztJiSNFd5ggr/select/kqNWIprRJyMK?autoPlay=true.
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2 comentarios :
Este Rincón del Bibliotecario me parece excelente. El Bibliotecario, el buen bibliotecario es un aliado del autor que aspira siempre a que sus textos sean leídos, no por vanidad sino por compartir esa enveterada costumbre de contar. Felicitaciones.-
Corrección: inveterada costumbre
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