14 feb 2018
Los libros más enigmáticos que siguen sin descifrarse
Por: Lara
Gómez Ruiz
Dos
informáticos de la Universidad de Alberta aseguraron hace unas semanas que
habían recurrido a la inteligencia
artificial para descifrar el manuscrito Voynich .
Este documento medieval está considerado el Santo Grial de la criptografía
histórica, pues nadie hasta la fecha había logrado traducir el desconocido
alfabeto en el que está escrito. Está por ver si los investigadores hacen
públicas sus indagaciones.
Escrito
por un autor desconocido, el manuscrito presenta dibujos de lo más extraños,
que ilustran textos escritos en un idioma incomprensible. Sin embargo, no es el
único libro que resulta un enigma para la humanidad.
Con la
ayuda del historiador S. Esteve, La Vanguardia ha hecho un pequeño listado de algunos libros y códices
que han desconcertado hasta a los más eruditos.
Códice Rohonczi
El
llamado códice Rohonczi es quizá uno de los más conocidos dentro de
la clasificación de libros misteriosos. Su origen es incierto, pero se sabe que
fue donado en 1838 por el conde húngaro Gusztáv Batthyány a la
Academia de Ciencias de Hungría. El manuscrito consta de 448 páginas y 90
ilustraciones que describen pasajes cotidianos en el campo civil y militar.
El
documento también está adornado por símbolos que se presume que podrían ser
letras. Los expertos aseguran que se trata de un híbrido entre ideogramas
chinos, jeroglíficos sumerios y la antigua escritura Brahmi, de la península
Indostánica. Se sospecha que este libro está asociado con el infame anticuario
húngaro Sámuel Literáti Nemes, responsable de varias falsificaciones que
datan de la década de 1830. No obstante, esto nunca se ha llegado a confirmar.
Códice Seraphinianus
El códice
Seraphinianus es otro de los libros más extraños del mundo. Publicado en
1981, se trata de la obra del artista Luigi Serafini en la que se
describe un mundo imaginario con un código indescifrable. Lo que convierte el
manuscrito en un libro único son sus peculiares características: 360 páginas con
ilustraciones que rayan entre la fantasía y lo surrealista, acompañadas de
descripciones en un alfabeto desconocido, escrito con una hipnótica aunque
bella caligrafía. Un lenguaje al que se ha querido dar interpretaciones
distintas veces.
Luigi
Serafini explicó en una charla de la Sociedad de Bibliófilos de la Universidad
de Oxford que el Codex Seraphinianus no puede ser decodificado porque no hay un
significado en la escritura del mismo. “Su intención era recrear la sensación
de los niños que no saben leer cuando hojean libros”, asegura Esteve. No
obstante, varios expertos aseguran que el autor escribió el libro durante un
ataque psicótico, e insisten en buscarle un verdadero significado, leyendo las
perturbadoras imágenes en vez de las letras.
El libro de Soyga
Escrito
en el siglo XVI, el Libro de Soyga es considerado por varios expertos
como un tratado de magia. “Pese a que parte del manuscrito está escrito en
latín, no resulta tan fácil de traducir como cabría esperar, pues está escrito
en un inusual alfabeto y cuenta con múltiples secuencias de palabras
invertidas”, asegurael historiador. Únicamente una parte se ha conseguido
descifrar con éxito, llegando a intuir la temática general del libro: magia,
ángeles y demonios.
“Además,
en él abundan los símbolos numéricos que llevan a muchos especialistas a creer
que el libro tiene algo que ver con la Cábala Cristiana, es decir, un texto
escrito a partir de la Kabbalah judía desde una perspectiva cristiana”, cuenta.
El
ilustre ocultista de la corte de Isabel I de Inglaterra, John Dee, era
propietario de una de las dos únicas copias existentes en el mundo. Quizás por
ello, los expertos han creído pertinente investigar en la magia y la alquimia
del Renacimiento. Se cree que Dee lo vendió, motivo por el que estuvo perdido
durante cuatrocientos años. Recuperado en 1994, el libro de Soyga es uno de los
más desconcertantes volúmenes del siglo XVI.
Liber Linteus
Se trata
del texto más largo conocido escrito en lengua etrusca. Se estima que sus
230 líneas contienen unas 13.000 palabras, aunque sólo unas 1.200 palabras
son legibles, dado su estado de conservación, pues es el único libro existente
escrito en lino.
El
texto, que parece un calendario ritual, está caligrafiado en tinta roja y
negra, en una docena de columnas verticales colocadas en veinte recuadros
rectangulares. El manuscrito fue utilizado en el período Ptolemaico para vendar
la momia de una mujer y fue encontrado en Egipto a mediados del siglo XIX .
Musaeum Clausum
El Musaeum
Clausum es un fabuloso inventario del siglo XVII que incluye libros,
correspondencias y antigüedades que sólo existieron en la cabeza de Thomas
Browne. Los expertos creen que este erudito inglés inventó todos los objetos
que recopiló en este peculiar catálogo, no obstante, siempre ha existido la
duda de si dichas piezas podrían haber existido en realidad.
La lista
de elementos es larga e intrincada: escritos ficticios de Aristóteles, Ovidio y
Cicerón; una serie de cartas falsas entre Séneca y San Pablo; la imagen
realizada desde una especie de submarino del pasto que crece en el fondo del
mar Mediterráneo; dibujos de copos de nieve del Ártico; un huevo de avestruz
con ilustraciones de la batalla de Alcázar; entre muchos otros objetos más
valiosos que reales.
Fuente bibliográfica
GÓMEZ RUIZ, LARA, 2018. Los libros más enigmáticos que siguen sin descifrarse. La Vanguardia [en línea]. [Consulta: 14 febrero 2018]. Disponible en: http://www.lavanguardia.com/cultura/20180212/44629072423/libros-enigmaticos-codice-voynich.html.
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1 comentario :
Muy interesante. Gracias Ernesto.
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