Mi experiencia como bibliotecaria escolar

Aparte de las tareas técnicas afines a cualquier biblioteca (pública, escolar, universitaria…) el día a día de cada una de ellas es muy diferente debido a las necesidades de los usuarios de las mismas. Llevo un tiempo en la biblioteca de un colegio, abierta por las tardes de cuatro a seis, y los niños que allí van no necesitan libros para preparar exámenes, ni siquiera consultan obras de referencia para hacer los deberes, es más, cada niño que acude tiene un interés distinto y nosotros como profesionales no solo nos tenemos que dedicar a las tareas técnicas (que es verdad que son la base de un buen servicio) sino que, respondiendo a los intereses de los usuarios, nos tenemos que trasformar o adoptar diferentes roles:
• Los niños acuden para hacer los deberes. Aquí te conviertes en una profe más, te preguntan como si tal y es donde tienes que intentar que usen los diccionarios y demás obras de consulta.
• Acuden porque tienen curiosidad por algún tema, entre mis lecjavascript:void(0)
Publicar entradatores está muy de moda los libros de dinosaurios, hadas, brujas y magos. Te haces controladora de los libros que han leído, de los que no y de la página por la que van cuando no les da tiempo terminar un libro.
• Simplemente van a leer libros que sean agradables a la vista, con poca letra y muchos dibujos. Os podéis imaginar que según esto, cogen - dejan muchos libros y sinceramente te dicen “éste no me gusta”, “tiene mucha letra” “es feo”. En este caso, la bibliotecaria, o sea yo, me convierto en orientadora, animadora y asesora de lectura, buscando libros que sean de su interés e inventando actividades para evitar el aburrimiento.
Pero lo que nunca hay que olvidar es que los usuarios son niños y que como tal se comportan, y tú con ellos, siendo unos días la Señorita Rotenmeyer y otros Mary Poppins.
Beatriz Gutiérrez


Fuente: FECIDblog