Por José Camilo Daccach T.
Cuándo incursionemos en las "novedades tecnológicas" debe ser tema de analizar a la luz de la necesidad, más que de la oportunidad.
El ciclo acelerado de desarrollo de productos, en especial los de tecnología informática y comunicaciones (TIC) hacen que el concepto de "obsolescencia" se presente solo a pocos meses de estar usando un dispositivo que pareciera fuera de "ultima tecnología".
En los países en desarrollo, antes de existir Internet, teníamos la ventaja de conocer de segunda mano, tiempo después, la aparición de las nuevas tecnologías, junto con sus bondades y sobretodo problemas, y esperar a que la "segunda versión" saliera al mercado desarrollado antes de incursionar nosotros en estas nuevas tecnologías.
Ahora, con
Es claro que la obsolescencia se nota más cuando hay mayor avance que perciba el usuario, es decir, que los avances realmente le brinden un beneficio importante a quien adquiera los dispositivos. Si hacemos un símil con los PC, teniendo en cuenta que más del 90% de los usuarios usan el sistema operativo que venía instalado en el PC, cada versión nueva de Windows generaba un aumento considerable en la compra de equipos nuevos, solo para tener el nuevo sistema operativo. Esta tendencia tuvo un quiebre importante con la salida del Windows Vista, donde la propuesta de beneficios no fue lo suficientemente atractiva (se espera el famoso Service Pack
Algunos avances son de formato en la tecnología. El pasar de grabaciones de video o de audio en cintas magnetofónicas a discos láser (CD, DVD y ahora el nuevo BlueRay) presentan tantos beneficios que no hay necesidad de convencer al usuario para el cambio. El CD entró en los PC, luego en los equipos de sonido en los hogares, luego en los "Discman" para la música portátil, luego en los vehículos, y ya ahora están en todas partes, con miras a ser reemplazados muy rápidamente por formatos de estado sólido como las memorias MP3 o dispositivos similares (si antes los equipos de sonido no pasan a ser exclusivamente amplificadores de sonido, como lo fueron en un principio).
Otros son de medio y de dispositivo de acceso, como lo ha sido el teléfono en los vehículos, luego el teléfono celular, la agenda digital de bolsillo y ahora los dispositivos que reúnen tanto la conectividad telefónica, de datos, agenda digital, y en general el "comunicador personal" en un solo aparato.
Queramos o no, las tecnologías que se impongan terminarán en manos de todo el mundo, tarde que temprano. El volumen de producción de dispositivos hacen que su costo baje, y la competencia en el valor del servicio, lo ponen al alcance de todos. Hace 10 años tener un teléfono celular era un lujo, hoy es una necesidad.
Algunos podrían ver las nuevas tecnologías con la óptica de ser un lujo, y esperar a que estén en el manejo del común para "tenerse que poner al día", sin embargo para otros es indispensable estar en permanente contacto con su oficina, su correo electrónico y grupo de trabajo, y estarán entonces ya hoy utilizando los dispositivos existentes para esto.
Que saldrá algo mejor, más barato, más rápido y más fácil de usar en poco tiempo, de eso no hay duda, y que bueno que sea así, sin embargo es indispensable tener la tecnología suficiente para hacer el trabajo que se requiere hacer con el nivel de productividad esperado. Lo que si nos ha quedado claro con el paso de los años, es que no hay protección contra el paso del tiempo. Saldrán más y mejores tecnologías a las cuales nos debemos ir amoldando. Cuándo incursionemos en las "novedades" será tema de analizar a la luz de la necesidad, más que de la oportunidad.
Fuente : Artículos Delta
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