“La literatura moderna no precisa continuar siendo tan sólo un síntoma más de las neurosis de masas de hoy día. Puede contribuir también a la terapéutica. Los escritores que han atravesado el infierno de la desesperación, que han experimentado la aparente carencia de sentido de la vida, pueden ofrecer su sufrimiento, como un sacrificio, en el altar del género humano. Sus revelaciones ayudarán al lector que sufra idéntico estado, a superar este último”…
Biblioterapia es un término derivado de las palabras latinas libro y tratamiento. “Biblio”, es la raíz etimológica de palabras usadas para designar todo tipo de material bibliográfico, y “terapia”, significa cura o restablecimiento. La biblioterapia es vista como un proceso interactivo, resultando en una integración bien sucedida de valores y acciones.
La biblioterapia o la lectura con fines curativos, tiene su origen en la Antigüedad y en la Edad Media, épocas en las cuales, la biblioterapia se incluía entre los preceptos de la dietética, es decir, entre las normas para llevar una vida saludable.
En el antiguo Egipto, el Faraón Rammsés II mandó grabar en el frontispício de su biblioteca la frase “Remedios para el alma”. En el caso de los egipcios, sus bibliotecas se localizaban en templos denominados “Casas de vida”, que eran considerados centros de conocimiento. y espiritualidad . Entre los romanos, Aulus Cornelius Celsus también asoció la lectura con el tratamiento médico, al recomendar la lectura y discusión de las obras de grandes oradores como recurso terapéutico en el desarrollo de la capacidad crítica de los pacientes.
También los griegos consideraban los libros, como una forma de tratamiento médico y espiritual al concebir las bibliotecas como “medicina del alma”. La lectura de textos sagrados en el transcurso de una operación era algo habitual en la Edad Media. El objeto de dichas lecturas no tenía, como se puede pensar, fines religiosos sino biblioterapeúticos.
Las lecturas a las que recurrían en dichas operaciones podían ir desde la Biblia, vida de santos, hasta epopeyas, tragedias y otras historias profanas, cumpliendo todas ellas fines terapéuticos. La dedicación de algunos religiosos posibilitó el resurgimiento del uso terapéutico de la lectura en hospitales para enfermos mentales en el siglo XIX. Hoy en día, la biblioterapia no es una práctica muy habitual entre los médicos. Ello se debe a que el uso de otras medicinas más duras, potentes y eficaces han relegado a un segundo plano el uso de esta técnica terapeútica.
Actualmente, la biblioterapia puede considerarse bien como un proceso de desarrollo personal o bien como un proceso clínico de cura. En este proceso, sus participantes, reunidos en grupos homogéneos, y guiados por un profesional, llevan a cabo discusiones con objeto de promover la integración de sentimientos y pensamientos a fin de promover la autoafirmación, el autoconocimiento o la rehabilitación.
Siguiendo la definición anterior, podemos distinguir dos tipos de biblioterapia: biblioterapia clínica y biblioterapia personal:
Biblioterapia clínica. Destinada a las personas con serios problemas de comportamiento social, emocional, moral etc. Su aplicación se produce básicamente en instituciones de salud como hospitales, clínicas, y organizaciones de salud mental. Su aplicación se lleva a cabo a través de programas estructurados, en los que participan psicoterapeutas, médicos y bibliotecarios. Su objetivo es lograr que los pacientes modifiquen sus actitudes y comportamiento, consiguiendo la solución o mejora del problema de comportamiento presentados.
La biblioterapia institucional, es un tipo de asistencia que una institución presta a sus usuarios en grupo o individualmente, a través de un equipo de profesionales. Con ello, lo que pretenden tratar son enfermedades mentales, disturbios de comportamiento … , para ello suministran literatura sobre el problema a tratar. Este material es usado en las sesiones, debiendo ser aplicado por un conjunto de profesionales, que incluya un bibliotecario, un profesional de salud o de la educación, dependiendo del tipo de trabajo se vaya a realizar. El objetivo de todo este proceso, es prestar información al usuario y esclarecer las dudas sobre un problema específico, de esta forma se le ayuda a tomar decisiones y a reorientar su comportamiento conforme al objetivo definido.
Biblioterapia para el desarrollo personal. Se define como el apoyo literario personalizado para posibilitar un desarrollo normal y progresivo de la persona que busca ayuda. Puede ser aplicada en carácter preventivo y correctivo. También puede ser usada bajo la forma de tratamiento de grupo. Este tratamiento se aplica principalmente en escuelas, bibliotecas públicas y centros comunitarios o religiosos, asumiendo el Bibliotecario el rol de educador.
El uso de libros para influir en el desarrollo de la personalidad es un proceso de interacción entre el lector y la literatura. Se utiliza, para el enriquecimiento de la personalidad, el desarrollo de objetivos clínicos de higiene mental y la adaptación social. Esta tipología de biblioterapia se define como un sistema de educación abierto y continuo pero con aspectos de terapia implícitos; el terapeuta, fija unos objetivos basados en el conocimiento de las necesidades de cada persona que está representada en el grupo (adultos, adolescentes, etc.), y debe conducir la discusión basada no en el conocimiento de los problemas individuales del grupo, pero sí en las necesidades generales de desarrollo y conocimiento. El objetivo es solucionar y prevenir los problemas y las crisis que pueden surgir en casos concretos de la vida real.
Este tratamiento, se aplicada preferentemente en grupos homogéneos, con los mismos intereses, y edades similares. Los integrantes de estos grupos, deben ser informados de como el programa biblioterápico está estructurado y opinar sobre él y su desarrollo. Es responsabilidad del bibliotecario identificar el problema de su usuario antes de planear u organizar cualquier programa. Esta identificación podrá ser hecha por el propio bibliotecario (si tuviera formación profesional), o en colaboración con otro especialista, que puede integrar el equipo educativo de la escuela (psicólogo escolar) o el equipo de salud (psicólogo clínico).
La persona que se somete la biblioterapia, generalmente tiene acceso a dos tipos de literatura: la literatura de ficción, la literatura didáctica.
Literatura de ficción. En los tratamientos mediante este tipo de literatura, se distinguen las siguientes fases:
- Identificación, sería la fase de valoración de las impresiones suscitadas por el personaje (agrado, desagrado, comportamiento del personaje).
- Proyección (consciente e inconsciente) de sus motivos personales ( del individuo) en la trama representada por los personajes.
- Proceso emocional de identificación con actitudes como culpa, ansiedad, tensión, expresión de la rabia contra la personaje o autor,
- Auto-reconocimiento en las situaciones presentadas, derivando en la incorporación de nuevos conceptos y una integración de mayor personalidad del individuo.
Literatura especializada, establece algunas directrices básicas que deben ser seguidas por el bibliotecario en la elaboración y conclusión del proceso:
- Escoger un local adecuado para las reuniones del grupo.
- Formación y capacitación adecuada para conducir las discusiones del grupo.
- Formar grupos homogéneos para lectura y discusión de temas previamente escogidos.
- Preparar listas de material bibliográfico adecuadas a las necesidades de cada grupo.
- Establecer una situación de ayuda entre el bibliotecario y el usuario, para elaborar un programa estructurado.;
- Uso materiales con los cuales esté familiarizado.
- Seleccionar materiales que contengan situaciones familiares a los participantes del grupo,
- Seleccionar materiales que traduzcan los sentimientos y los pensamientos de los usuarios.
- Seleccionar materiales que estén de acuerdo con la edad del grupo.
- Seleccionar material impreso y no impreso en la misma medida.
Cuando el bibliotecario se convierte en doctor
En la biblioterapia se aúnan dos elementos: por un lado la existencia de un usuario con un problema específico; y por otro, un bibliotecario que conoce tanto el problema como la historia de la persona.
La orientación del bibliotecario se enmarca dentro de un programa estructurado, que supone más que la mera transferencia de información. El bibliotecario requiere de unos conocimientos específicos para aplicar unos materiales concretos y provocar en el usuario unas respuestas que coincidan con su potencial y características específicas.
Con relación la actividad del profesional de Biblioteconomía y Ciencia de la Información el hacer la selección del material, implica muchos riesgos, pues el bibliotecario se define como investigador y profesional, y al mismo tiempo, como ciudadano participante de cambios sociales.
El componente que hace que la biblioterapia sea una técnica de asesoramiento es un biblioterapeuta que puede ser cualquiera de los profesionales que actúan conjuntamente en este programa (psicólogo, educador, bibliotecario o asistente social). Este profesional, prescribe un material bibliográfico específico, con objeto de dar solución a los problemas personales.
Para actuar correctamente, el biblioterapeuta debe poseer algunas cualificaciones:
- Una comprensión profunda de la naturaleza psicológica del problema que está siendo tratado
- Una comprensión del contenido del libro prescrito en cuanto al tema tratado se refiere
- Capacidad para formular hipótesis, en cuanto al impacto que este material tendrá sobre la solución del problema
Cuando los usuarios de la biblioteca, acuden a la misma para utilizar sus servicios como un recurso para mejorar situaciones personales, de salud, sociales … , es cuando el bibliotecario ha de proporcionarle una atención más personalizada y atenta, siendo consciente de la situación de estos usuarios. Es en esta caso, cuando el bibliotecario pasa a ejercer el papel de médico o farmacéutico y trata de recomendar a sus usuarios los libros que le ayuden a mejorar la situación en la que se encuentren.
Todo tipo de biblioteca dispone de material susceptible de convertirse en un recurso de biblioterapia, pero hay ciertas bibliotecas, que por su ubicación, realizan muy a menudo estas funciones biblioterapeúticas. Es el caso de bibliotecas de hospitales, bibliotecas penitenciarias y bibliotecas de mujeres. Es en estos centros, donde el bibliotecario debe extremar su sensibilidad con determinados casos, y ha de tener un buen conocimiento del material que están buscando los usuarios y potenciar estas secciones que suponen un recurso muy importante para personas que carecen de ellos.
Consideraciones finales
La biblioterapia se constituye en una actividad interdisciplinar, pudiendo ser desarrollada en asociación con la Biblioteconomía, la Literatura, la Educación, la Medicina, la Psicología y la Enfermería.
La biblioterapia puede ser un medio posible y efectivo para el cambio de comportamiento auto-corrección y formación de los sujetos en la realidad que será estudiada. Es una forma de mostrar que la lectura puede transformarse en un medio para el encuentro consigo mismo y para la obtención de beneficios culturales.
Bibliografía
Biblioterapia: uma prática para o desenvolvimento pessoal , por Danielle Thiago Ferreira. En: ETD – Educação Temática Digital, Campinas, SP, v.4, n.2, p.35-47, jun. 2003 [ISSN: 1517-2539]
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