Por: Jomar Díaz Delbert
Mucha de la documentación histórica que actualmente se considera patrimonio cultural surgió con otros propósitos muy diferentes a rol patrimonial que cumplen actualmente, por ejemplo, archivar la información oficial de los gobiernos en determinadas regiones de la antigüedad, servir de registros poblacionales, ensalzar la figura de un político o líder religioso. Estos son solo unos reducidos ejemplos de los objetivos iniciales de las diferentes tipologías de documentos y, que sin embargo, al paso del tiempo y el lógico cambio de mentalidades se reconceptualizan. Lo que ayer pudo ser un documento pagano, perseguido, ocultado hoy puede formar parte del patrimonio y orgullo cultural de una nación. Esto demuestra que las creaciones humanas son entendidas y valoradas de formas muy diversas y diferentes de como lo fue en sus inicios lo que permite una recreación y reflexión del pasado y presente, respectivamente.
La era digital ha permitido, junto con la creación de muchos tipos y cantidades de contenidos que componen el acervo cultural digital presente, el desafío de preservar ese acervo cultural y que solo las futuras generaciones determinarán si lo consideran su patrimonio cultural con sus diferentes taxonomías o no. La UNESCO en el año 2003 redactó la “Carta para la Preservación del Patrimonio Digital” donde se proponen las bases de lo que se percibe como el patrimonio digital y la validez de su preservación.
Si en el pasado la información tenía una relación inherente con el soporte, por lo que conservar éste implicaba también hacerlo con la información, con la era digital esta relación se diluye y surge el reto de preservar una información que puede estar en varios soportes al mismo tiempo y a su vez no estar ligada a ninguno. Entonces, ¿cómo preservar en los entornos digitales una información que puede ser parte del patrimonio cultural y que se heredará al futuro? ¿Cómo mantener esos objetos digitales auténticos, fiables, íntegros y accesibles? ¿Puede un repositorio digital desarrollarse para preservar información con carácter patrimonial a futuro?
Los objetos digitales y sus atributos: Autenticidad, Fiabilidad, Integridad y Accesibilidad del patrimonio digital
Con el advenimiento y rápido desarrollo de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, la producción de información ha crecido exponencialmente, lo cual implica que las instituciones de información además de recoger, almacenar y difundir la información digital, se pretende que la misma esté disponible, sea recuperable y perdure a lo largo del tiempo sin que se vea afectada por los inevitables cambios tecnológicos producidos a velocidad vertiginosa.
En términos generales los documentos digitales son considerados como objetos o sea unidades significativas de información que haya sido registrada en un soporte que permita su almacenamiento y posterior recuperación, es necesario precisar que los objetos digitales (OD) son según Thibodeau (2002) son unidades de información que puedan ser representadas a través de una secuencia de dígitos binarios.
Se concuerda con Ferreira (2009) en que esta definición es lo suficientemente abarcadora como para aceptar la información nacida digitalmente así como la información digital obtenida a partir de soportes analógicos (objetos digitalizados).
Para Rocha (2009) los objetos digitales son cadenas de bits registrados a partir de una información de representación que es visible y comprensible a través de una combinación de hardware, software, soporte y personal.
Según López (2007) los objetos digitales tienen una naturaleza compleja y dinámica, son objetos ″vivos″ que tienen diferentes ubicaciones en la red, se agregan y mantienen relaciones entre sí, y cuyas necesidades de almacenamiento, gestión, acceso, difusión y reutilización, en un entorno de trabajo en colaboración, requieren un sistema escalable y flexible, capaz de tratar y representar esa complejidad y adaptarse a los más que previsibles cambios tecnológico. Se clasifican según la siguiente tipología:
- OD heterogéneo: puede representar muchos tipos de unidades de información al unísono (objetos textuales, imágenes, libros electrónicos, objetos multimedia, datasets, metadatos, etc.).
- OD complejo: soporta la agregación en un único OD más de un componente con cualquiera de los tipos especificados anteriormente. Esos componentes pueden estar incluidos en el objeto o bien estar referenciados mediante Uniform Resource Locator (URL).
- OD dinámico: disponen de métodos asociados (otro tipo de OD) capaces de actuar sobre él. Por ejemplo, ofrecer la vista ampliada de una imagen o la tabla de contenidos del documento libro obtenido mediante su generación en tiempo de ejecución. Estos OD suelen llamarse también jerárquicos.
El soporte es el objeto físico susceptible sobre el cual se pueden grabar y recuperar los datos. Pueden ser magnéticos, electrónicos u ópticos:
- Discos duros y Disquetes como magnéticos,
- Memorias flash como electrónicos y
- CD, DVD como ópticos.
En los soportes magnéticos varía su capacidad de almacenamiento, son más estables y el contenido puede ser fácilmente modificable. Los soportes ópticos tienen una capacidad de almacenamiento fija y el contenido no es modificable salvo en algunos casos como los CD/DVD rescribible aunque son más endeble e inseguro que los solamente escribible.
Los formatos de archivo son el conjunto de reglas o especificaciones mediante las cuales se pueden organizar datos de diversa naturaleza, para poder acceder posteriormente a estos a través de los intérpretes (programas) adecuados, o sea un formato es la estructura usada para grabar datos en un fichero. Existen muchos formatos de objetos digitales según Lara P, G, Castro T, A, López G y otros (2008), por ejemplo: para almacenar texto sin formato (TXT), imagen vectorial, mapa de bits y texto (PDF), imágenes (JPG, PNG, etc.) y audio y/o video (MP4, WMV, etc.) entre otros.
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