16 may 2013
Tres efectos de la vida sedentaria que deberías conocer
En
Estados Unidos se considera al sedentarismo como
la segunda mayor amenaza de salud
pública, solo superada por el consumo de tabaco. Y es que
aunque el cuerpo humano está diseñado para la actividad física continua,
incluso intensa, el
ejercicio no suele formar parte del estilo de vida occidental.
De ahí el reciente incremento de enfermedades crónicas como la hipertensión o
el dolor de espalda, relacionadas con la falta de actividad física y conocidas
también como patologías hipocinéticas (de hipo, ‘falta de’, y cinética,
‘movimiento’). Estos son tres efectos de llevar una existencia demasiado sedentaria:
Acorta
la vida. Las cifras no dejan lugar a dudas: si a partir de hoy todos
decidiéramos pasar 3 horas menos sentados cada día y, simultáneamente,
redujésemos el consumo de televisión a un máximo de 2 horas diarias, nuestra
vida se prolongaría tres años y medio más, según un estudio norteamericano
basado en 167.000 adultos y publicado el año pasado en la revista BMJ Open. Por
el contrario, permanecer 6 horas al día frente a la pantalla del televisor
reduce la longevidad hasta en 5 años, tal y como se podía leer hace poco en
British Journal of Sports Medicine.
Aumenta
el apetito. Puede resultar paradójico, pero no lo
es. Si permanecemos mucho tiempo inactivos nuestro cuerpo deja de secretar
irisina, una hormona descubierta por científicos la Escuela de Medicina de
Harvard (EE UU) que, entre otras cosas, se ocupa de que las células de grasa
blanca o “grasa mala”, que se acumula y causa obesidad, se conviertan en grasa
parda o “grasa buena”.
Reduce
la calidad del semen. La fertilidad también puede verse
perjudicada cuando nos apoltronamos durante demasiado tiempo en el sillón. Los
hombres que llevan una vida sedentaria tienen menos volumen de eyaculado,
espermatozoides más lentos o más escasos y menos cantidad de testosterona y
otras hormonas necesarias para la formación del esperma que aquellos que
practican ejercicio moderado, de acuerdo con un estudio de la Universidad de
Córdoba publicado en la revistaEuropean
Journal of Applied Physiology.
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