16 ene 2008
En honor a don Andrés...
Por: J. Domingo A-
Aunque sabe y pregona que hay obras superiores a otras (las inmemoriales, las imprescindibles), al igual que lo creían Plinio y Cervantes...
...Andrés Henestrosa...Autor de algunos libros esenciales en las letras mexicanas (Los hombres que dispersó la danza, Retrato de mi madre y otras narraciones, Los caminos de Juárez), Henestrosa hubo de aprender la lengua española (su lengua materna es el zapoteco) y lo hizo sobre todo en los libros, hacia los cuales tiene, más que aprecio y gratitud, una veneración sagrada.
Aunque sabe y pregona que hay obras superiores a otras (las inmemoriales, las imprescindibles), al igual que lo creían Plinio y Cervantes, para Henestrosa no hay libro malo que no tenga algo bueno, pues “si entretiene, si procura momentáneo olvido de los rigores de la vida, todos los libros y todos los autores son iguales”.
Piensa que quien lee libros acaba por escribirlos, tal y como le sucedió a él. El lector es, potencialmente, un escritor, y esa potencia suele despertarse en tanto más libros se leen y más se goza lo leído y se reflexiona sobre la lectura.
Dentro de la concepción educativa y cultural de Henestrosa, los libros son objetos sagrados que arrojan luz sobre la inteligencia y la sensibilidad; iluminan el alma y la mente, y amplían el alcance del espíritu; en otras palabras, nos sacan de las tinieblas, nos ayudan a vivir y nos hacen mejores.
El escritor explica: “Quien lee una obra bella, de ésas que sólo a ratos se escriben, pasa de la sombra a la luz.
Otro antídoto no hay contra la desesperanza que la lectura.” ... "sigue"
Texto completo en: http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=186232
Aunque sabe y pregona que hay obras superiores a otras (las inmemoriales, las imprescindibles), al igual que lo creían Plinio y Cervantes...
...Andrés Henestrosa...Autor de algunos libros esenciales en las letras mexicanas (Los hombres que dispersó la danza, Retrato de mi madre y otras narraciones, Los caminos de Juárez), Henestrosa hubo de aprender la lengua española (su lengua materna es el zapoteco) y lo hizo sobre todo en los libros, hacia los cuales tiene, más que aprecio y gratitud, una veneración sagrada.
Aunque sabe y pregona que hay obras superiores a otras (las inmemoriales, las imprescindibles), al igual que lo creían Plinio y Cervantes, para Henestrosa no hay libro malo que no tenga algo bueno, pues “si entretiene, si procura momentáneo olvido de los rigores de la vida, todos los libros y todos los autores son iguales”.
Piensa que quien lee libros acaba por escribirlos, tal y como le sucedió a él. El lector es, potencialmente, un escritor, y esa potencia suele despertarse en tanto más libros se leen y más se goza lo leído y se reflexiona sobre la lectura.
Dentro de la concepción educativa y cultural de Henestrosa, los libros son objetos sagrados que arrojan luz sobre la inteligencia y la sensibilidad; iluminan el alma y la mente, y amplían el alcance del espíritu; en otras palabras, nos sacan de las tinieblas, nos ayudan a vivir y nos hacen mejores.
El escritor explica: “Quien lee una obra bella, de ésas que sólo a ratos se escriben, pasa de la sombra a la luz.
Otro antídoto no hay contra la desesperanza que la lectura.” ... "sigue"
Texto completo en: http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=186232
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