15 ene 2008
El futuro bibliotecario. Hacia una renovación del ideal humanista en la tarea bibliotecaria
por Roberto Casazza
"Es pasado el tiempo en que la biblioteca se parecía a un museo, en que el bibliotecario era una suerte de ratón entre húmedos libros y en que los visitantes miraban con ojos curiosos los antiguos tomos y los manuscritos. Es presente el tiempo en que la biblioteca es una escuela, en que el bibliotecario es en el más alto sentido un maestro y en que el visitante tiene la misma relación con los libros que el trabajador manual tiene con sus herramientas."
Melvil Dewey
I) El bibliotecario frente al espejo de la historia
I.1) La apertura humanista
El presente ensayo, cuyo principal objetivo es fomentar la discusión sobre el sentido de la tarea y la misión del bibliotecario, pretende fundamentar histórica y teóricamente la principal tesis en él propuesta, a saber, que para la salud de la tarea bibliotecaria en general, para los propios bibliotecarios en tanto personas en su más amplio sentido, para el desarrollo de la Nación de un modo integral y para el progreso general y armónico de las ciencias y las artes, resulta conveniente la formación de bibliotecarios humanistas, es decir, bibliotecarios que se hallen abiertos a la búsqueda del conocimiento, entendido éste como un fin en sí mismo, y que sean por tanto, en tal sentido, capaces de contribuir con su comunidad –aun bajo la modalidad bibliotecaria– como maestros en el más integral sentido de la palabra .
A nadie escapa que los bibliotecarios y las escuelas de bibliotecología del país se encuentran claramente en un proceso de introspección y, al mismo tiempo, de reformulación –o a menudo de autoesclarecimiento– de sus objetivos y funciones específicas, y resulta por ello mismo oportuna la reflexión (y la consecuente discusión) acerca del norte al que se ha de tender a fin de no perder el rumbo. Si en términos generales algo padece nuestra Nación es justamente la falta de un proyecto colectivo y ésta a su vez puede en parte ser explicada por la falta de un ideal. Si se ha de mejorar la calidad de la educación y la formación de los bibliotecarios del país, si se ha de esperar de ellos capacidades múltiples que no desdeñen los muchos problemas que hoy deben enfrentar en su tarea específica –teniendo incluso presente las pobres condiciones en que, en términos generales, desarrollan y desarrollarán en el futuro cercano su tarea–, lo primero que ha de intentarse es esclarecer qué tipo de bibliotecarios se pretende promover . Para ello será, si no necesario, al menos útil a la hora de indagar acerca de ese ideal bibliotecario (aun cuando el mismo no pueda, en sentido absoluto, sustanciarse empíricamente) el aprovechar de la historia misma de las bibliotecas, la cual provee numerosos ejemplos de eminentes bibliotecarios que han prestigiado –y en la práctica definido– la esencia de la labor bibliotecaria.
Existe en su trazo grueso acuerdo en relación a lo que un bibliotecario es, i.e. "una persona que trabaja en o es responsable de una biblioteca", aunque lo mismo no ocurre con el atributo "humanista" aquí propuesto como complemento conveniente al ejercicio de la tarea bibliotecaria. En esencia, el humanismo es simplemente una actitud de apertura infinita al aprendizaje de todo lo digno de ser conocido y una disposición constante hacia el ejercicio de las artes y el incremento de la ciencia en general..."sigue"
Texto completo en: http://www.absfe.ceride.gov.ar/Elfuturobibliotecario.doc
"Es pasado el tiempo en que la biblioteca se parecía a un museo, en que el bibliotecario era una suerte de ratón entre húmedos libros y en que los visitantes miraban con ojos curiosos los antiguos tomos y los manuscritos. Es presente el tiempo en que la biblioteca es una escuela, en que el bibliotecario es en el más alto sentido un maestro y en que el visitante tiene la misma relación con los libros que el trabajador manual tiene con sus herramientas."
Melvil Dewey
I) El bibliotecario frente al espejo de la historia
I.1) La apertura humanista
El presente ensayo, cuyo principal objetivo es fomentar la discusión sobre el sentido de la tarea y la misión del bibliotecario, pretende fundamentar histórica y teóricamente la principal tesis en él propuesta, a saber, que para la salud de la tarea bibliotecaria en general, para los propios bibliotecarios en tanto personas en su más amplio sentido, para el desarrollo de la Nación de un modo integral y para el progreso general y armónico de las ciencias y las artes, resulta conveniente la formación de bibliotecarios humanistas, es decir, bibliotecarios que se hallen abiertos a la búsqueda del conocimiento, entendido éste como un fin en sí mismo, y que sean por tanto, en tal sentido, capaces de contribuir con su comunidad –aun bajo la modalidad bibliotecaria– como maestros en el más integral sentido de la palabra .
A nadie escapa que los bibliotecarios y las escuelas de bibliotecología del país se encuentran claramente en un proceso de introspección y, al mismo tiempo, de reformulación –o a menudo de autoesclarecimiento– de sus objetivos y funciones específicas, y resulta por ello mismo oportuna la reflexión (y la consecuente discusión) acerca del norte al que se ha de tender a fin de no perder el rumbo. Si en términos generales algo padece nuestra Nación es justamente la falta de un proyecto colectivo y ésta a su vez puede en parte ser explicada por la falta de un ideal. Si se ha de mejorar la calidad de la educación y la formación de los bibliotecarios del país, si se ha de esperar de ellos capacidades múltiples que no desdeñen los muchos problemas que hoy deben enfrentar en su tarea específica –teniendo incluso presente las pobres condiciones en que, en términos generales, desarrollan y desarrollarán en el futuro cercano su tarea–, lo primero que ha de intentarse es esclarecer qué tipo de bibliotecarios se pretende promover . Para ello será, si no necesario, al menos útil a la hora de indagar acerca de ese ideal bibliotecario (aun cuando el mismo no pueda, en sentido absoluto, sustanciarse empíricamente) el aprovechar de la historia misma de las bibliotecas, la cual provee numerosos ejemplos de eminentes bibliotecarios que han prestigiado –y en la práctica definido– la esencia de la labor bibliotecaria.
Existe en su trazo grueso acuerdo en relación a lo que un bibliotecario es, i.e. "una persona que trabaja en o es responsable de una biblioteca", aunque lo mismo no ocurre con el atributo "humanista" aquí propuesto como complemento conveniente al ejercicio de la tarea bibliotecaria. En esencia, el humanismo es simplemente una actitud de apertura infinita al aprendizaje de todo lo digno de ser conocido y una disposición constante hacia el ejercicio de las artes y el incremento de la ciencia en general..."sigue"
Texto completo en: http://www.absfe.ceride.gov.ar/Elfuturobibliotecario.doc
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