Existe un elemento extraño en la mente humana que la distingue del resto del organismo: mientras el cuerpo comienza a deteriorarse después de terminar su desarrollo, la mente continúa mejorando.
Por: Adaptado de "
Pero casi no existe límite para el crecimiento de la mente; sólo cuando las reacciones cerebrales se vuelven más lentas, a causa de la senectud, la mente comienza a perder su destreza.
La gran verdad —y a la vez un grave peligro— es que la mente puede atrofiarse, como los músculos, si no se utiliza.
La atrofia es la multa que hay que pagar por no hacer ejercicio mental, y es una multa terrible, porque puede ser mortal. De hecho, es la razón por la que muchas personas que antes fueron muy activas, mueren poco después de la jubilación.
El problema es que si carecemos de una mente activa, dejamos de crecer de manera intelectual, moral y espiritual —y cuando eso sucede, la mente empieza a morir.
Por lo tanto, leer no sólo contribuye a la salud y al bienestar, sino que es una forma de supervivencia.
Escritor y lector
Se lee para aumentar el grado de conocimiento y el grado de comprensión del mundo en el que vivimos.
En cierta manera, esto significa que el escritor debe ser “superior” al lector, en cuanto a que comprende mejor lo que trata de transmitir. O tiene información de interés que el lector desconoce.
Pero el lector debe ser capaz de superar esa “superioridad” a medida que lee, de manera que se aproxime lo más posible a la igualdad de comprensión que el escritor tiene del tema que ha expuesto.
En la medida que se logre esa empatía entre escritor y lector, se logrará claridad en lo que el escritor desea comunicar y en lo que el lector trata de entender.
Dicho de otra manera, sólo podemos aprender de nuestros “superiores” (podemos aprender de cualquiera, el único requisito es que nos “supere” en la comprensión del tema que busca comunicar).
Naturalmente, la lectura persigue otro gran objetivo, aparte del conocimiento y la comprensión: el entretenimiento, que es la lectura que plantea menos exigencias. La empatía
En la lectura, la destreza del escritor y el interés del lector deben converger en un objetivo común: escribir de manera comprensible, y entender lo que se puso por escrito.
Ambos excitan la actividad neural (porque invitan a pensar).
No todos los escritores son iguales. Algunos tienen gran habilidad para transmitir lo que desean de manera amena y compresible. Pero a final de cuentas, el entendimiento depende del lector.
Esta es la razón por la que el éxito derivado de la lectura tiene mucho que ver con la cultura de cada lector.
Lo ideal es que pueda leerse sin ninguna clase de ayuda, únicamente con el poder de la propia mente, o si acaso con el apoyo ocasional de una tercera persona o un diccionario.
Dicen que una cama y un libro, es todo lo que se requiere para quedarse dormido. Pero utilizar un libro como sedante es un auténtico desperdicio. De hecho, los buenos libros son capaces de mantenerlo despierto; de lo contrario, no serían buenos. (Adaptado de “
MECANICA DE LA LECTURA
La mejor forma de apreciar un libro es leerlo, pero ¿se vale subrayarlo?
* Si el libro es suyo se vale subrayar o circular palabras o frases, y usar asteriscos para hacerle anotaciones en sus márgenes o al pie de página.
* Pero tampoco tiene que hacerlo de esa manera. Usted puede disponer de una pequeña libreta para hacer sus anotaciones. Y luego incluir esas notas en la parte final del libro, o conservarlas aparte.
* Otra opción válida es anotar las reacciones que provoca la lectura, ya que esto ayuda a entender mejor las ideas y los argumentos del autor.
Fuente: http://www.vanguardia.com.mx/diario/noticia/arte/vidayarte/omnia:_lo_bueno_de_leer/116711
2 comentarios :
Que buen articulo,lo digo sinceramente.
Que bueno es encontrar, de vez en cuando, un oasis en el desierto. Mis mas sinceras felicitaciones
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