Aunque vivimos en la era de lo digital, existe un valor intrínseco en el papel impreso que va ligado a las emociones. Eso es lo que lo mantiene vigente; lo que hace que sigamos imprimiendo.
¿A qué sabe una manzana de 150 Kb? ¿Besaría unos labios de 1.500 dpi? Seguramente no, porque no se sienten ni saborean. Sin importar qué tan avanzada esté la tecnología, al contacto físico no lo podemos desplazar. Es por ello que las impresiones siguen vigentes en un mundo donde casi todo se ha vuelto digital.
Solo basta con mirar a nuestro alrededor: escritorios atiborrados de papeles, cartas, invitaciones, revisteros que guardan diarios del día de ayer, y justo en este momento, usted sostiene esta revista entre sus manos.
Aunque no nos detengamos a pensar si hemos dejado de imprimir o si vamos a imprimir más, los cambios son evidentes.Por ejemplo, con los emails y pen drives la información se traslada ágilmente sin que la veamos pasar. Por otro lado, el número de fotografías tomadas con cámaras digitales está lejos de ser proporcional a la cantidad que llegamos a imprimir.
Hewlett Packard y su línea de impresión, empiezan a preocuparse por el futuro de las impresiones. De acuerdo con Vyomesh Joshi (VJ) vicepresidente ejecutivo del Grupo de Imagen e Impresión, en una entrevista para Vistazo, señaló que gran parte de sus estrategias se centran sobre lo emocional, sobre aquello que lo digital no puede reemplazar. El ser humano es cuerpo y por ser cuerpo necesita interactuar con sus cincos sentidos: ver, oír, saborear, oler y, sobre todo, tocar.
Soporte de la publicidad
Los campos de aplicación de las impresiones son diversos. Por eso tenemos que preguntarnos hacia dónde va la impresión en cada uno de ellos. En la publicidad, por ejemplo, de acuerdo con Valérie Accary de BBDO Paris, en su ponencia en la conferencia anual de la línea de Imagen e Impresión de HP, lo impreso crea fuertes conexiones con los consumidores. "Nunca van a dejar de estar las vallas, los carteles, los avisos. Son piezas que, casi siempre, necesitan un contacto presencial para funcionar", dijo.
Ella encuentra tres beneficios en la publicidad impresa.
Primero nos habla del valor emocional de las campañas publicitarias.
Las empresas siguen ansiosas por incluir materiales físicos que la gente pueda encontrar en la calle, en una revista o en un periódico.
En segundo lugar, se refiere al impacto que producen imágenes grandes, frases llamativas; que si bien se pueden leer en un computador, no llegan a provocar las mismas sensaciones.
Finalmente, está lo que ella denomina ‘consideración de la gente’. Aunque sabemos que lo único que la publicidad quiere hacer es vender, Valérie dice que lo impreso, lo que llega a nuestra casa, personalizado con nuestros nombres, proyecta respeto, y ayuda construir vínculos de confianza con los consumidores.
Rituales
Aaron Martin, director de autopublicaciones y producción por demanda de Amazon.com, piensa que queda largo rato para el mundo de la impresión. Para él, en la lectura de un libro sucede un ritual que es irreemplazable.La parsimonia con la que tocamos y pasamos cada página, el aroma de un libro nuevo o viejo, la posibilidad de recostarnos en una hamaca mientras nos hundimos en cada página; es un evento que implica un compromiso con aquello que sostenemos entre nuestras manos.
Aunque Amazon lanzó el Kindle, aparato que permite comprar y descargar las versiones digitales de los libros, Martin dice que el producto y el "papel electrónico" están en pañales porque la gente no ha dejado de comprar libros.
Nuestra rutina diaria está conformada por rituales que casi siempre incluyen al papel. Otro de ellos es la lectura del periódico: cuando lo leemos, nuestros brazos forman un ángulo de 90 grados y, tal vez, va acompañado de un café o un comentario de su pareja.
Si bien es cada vez más frecuente escuchar a nuestros conocidos decir que leen el periódico por internet, ninguno de ellos ha cancelado su suscripción mensual del diario. Betsy Morgan, presidenta del Huffington Post, página de noticias, descubre un nuevo fenómeno en el consumo de los medios de comunicación."Los periódicos y las revistas siempre van a estar ahí, pero lo interesante es que con la presencia de los portales de diarios o blogs, las personas suelen imprimir aquella noticia de último momento o ese artículo sobre nutrición que les llamó la atención", dice.
De modo que la era de lo digital obvia ciertos procesos, pero también da paso a nuevos momentos de impresión.
Por su parte, Joe Simon, director de información de Viacom International, en el ámbito empresarial hay ciertas impresiones que ya no se realizan. Los que siguen presentes: memos, facturas, contratos, etc. "Hay personas que tienen hasta más de una impresora en sus oficinas. Todo responde a los pasos necesarios para cumplir con nuestro trabajo", señala Simon.
El valor de la impresión
Para Vyomesh Joshi, de HP, la impresión es la manera más fácil y barata de almacenar la información. "Si quieres guardar algo, por ejemplo, en un CD, puede ser que desaparezca de aquí a unos 10 años. Pero todo lo que imprimiste en papel, aunque envejezca, siempre va a estar ahí. Un álbum de fotos siempre puede ser mirado, además esconde una carga afectiva imborrable", cuenta.
En el debate de las impresiones, no puede quedar aislado el aspecto verde. A mayor número de hojas, más árboles talados, es lo que se dice. Por eso VJ señala que debe existir un valor intrínseco sobre las cosas para que puedan ser impresas. Si no las necesitamos, no deberíamos imprimirlas.
Entonces el sonido de las impresoras está muy lejos de ser acallado. Joshi indicó que para el 2010 se imprimirán 48 trillones de páginas y ese es un número que seguirá creciendo. Nadie puede atreverse a decir que la impresión vaya a alcanzar su declive.
Fuente: http://www.vistazo.com/webpages/impresa.php?edicion=989&sID=8
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