En el Colegio Tomás Alva Edison de Guaymallén, Mendoza, 168 alumnos estudian cotidianamente conectados con Internet a través de computadoras personales. Esta experiencia innovadora de implementación de los llamados “modelos 1 a 1” de uso de computadoras en el aula, fue reconocida recientemente a nivel latinoamericano y mundial en encuentros realizados en Guatemala y Japón. EducaRed entrevistó a Graciela Bertancud, representante legal del colegio y coordinadora del proyecto Aula Digital, quien con gran entusiasmo compartió la experiencia pedagógica de uso de Tics en el aula. En el intercambio, Graciela se refirió al proceso de aprendizaje y reaprendizaje que vive la institución, el nuevo rol que le toca asumir a los docentes, el compromiso de los padres y alumnos con el proyecto. Y nos relató cómo es una clase donde chicos y docentes cuentan con una computadora cada uno y una pizarra digital para enseñar y aprender.
EducaRed: ¿Cómo y por qué surgió el proyecto de dotar a cada chico con una computadora en la escuela?
Graciela Bertancud: El proyecto surge en 2003 leyendo documentos de UNESCO y CEPAL sobre alfabetización digital. Lo pusimos a consideración del equipo docente y de un grupo de amigos, y consideramos que la alfabetización se iba a lograr con el uso cotidiano de las nuevas tecnologías. Nosotros solo dábamos una hora por semana de nuevas tecnologías y no íbamos a llegar a lograr la alfabetización digital. De ahí la idea de que cada alumno tenga una computadora.
ER: ¿Cómo se incorporan las pizarras digitales en el proyecto?
GB: Si bien logramos que los alumnos y los docentes cuenten con computadoras individuales, nos dimos cuenta que era muy difícil para el docente dictar clases sin el soporte del pizarrón, y que manejar la computadora sentado, sin la interactividad a la que estamos acostumbrados con el pizarrón, era engorroso. Entonces decidimos incorporar las pizarras digitales específicamente como un soporte para el docente en esta situación de no perder el rol junto al pizarrón. Nos dimos cuenta de que es muy útil, que favorece el proceso de enseñanza y de aprendizaje; pero también advertimos que prescindiendo de ella, la práctica de alfabetización digital no se ve afectada: más bien la inclusión de la pizarra digital está pensada para el ejercicio del rol docente en este cambio de paradigma, que no cambia todas sus costumbres, sino que ofrece un apoyo. Además, el uso de una herramienta tan novedosa como la pizarra, motiva a los chicos a pasar, escribir, participar y de esta manera se enriquece el proceso de enseñanza y de aprendizaje.
ER: ¿Cómo fue el proceso de inclusión de las computadoras en las aulas hasta llegar a la situación actual?
GB: Ha sido un esfuerzo muy grande de toda la comunidad educativa. Planteamos la alfabetización digital a los padres. Evaluamos al primer grupo que comenzó la experiencia en 2005, hicimos un seguimiento hasta 2007, y vimos que la motivación de los alumnos era positiva, y que las habilidades que desarrollaban eran muy interesantes. Entonces otros padres adhirieron rápidamente a la propuesta. Nos tomamos dos años (20005-2007) para poder implementar el proyecto como lo tenemos hoy: 168 alumnos conectados con Internet, conectados con el profesor e interactuando de una manera muy fluida con la tecnología.
ER: ¿Cuáles son las principales dificultades que identifican en la implementación del proyecto?
GB: Tratar de hacer sustentable el proyecto en el tiempo, considerando que las nuevas tecnologías son costosas y los equipos son delicados. Al principio teníamos miedo de que los equipos se dañaran, que los chicos no los cuidaran, lo que complicaría el mantenimiento. La realidad es que los equipos no se han roto, y para sostenerlos del desgaste lógico del uso tenemos un proyecto de reciclado que llamamos “Cuidado del Medio Ambiente”, donde los chicos juntan diarios, plásticos que se venden semanalmente y obtenemos algunos fondos para sostener el proyecto.
Y la otra gran dificultad fue a nivel técnico. Nos costó mucho poner en condiciones la red inalámbrica. Nos llevó aproximadamente dos meses estabilizar el uso de Internet y las computadoras. Fue una etapa muy difícil del proyecto, pero gracias a las investigaciones de la comunidad y al equipo técnico, lo resolvimos. Ahora, los desafíos son otros, a nivel pedagógico, evaluativo. Se plantean nuevos escenarios para trabajar con los alumnos, que nos van llevando a nuevas preguntas y estamos construyendo la respuesta a esas dificultades.
ER: ¿Cómo se sustentan económicamente para tener equipamiento y conectividad?
GB: Con la cuota de los padres, ya que es una escuela privada. Hace seis meses recibimos un subsidio del Estado que ha servido para aumentar los sueldos docentes, ya que ganábamos el 70 por ciento del sueldo que se ganaba en otras escuelas.
Para pagar Internet, usamos el proyecto de reciclado, que nos deja un margen de alrededor de 2000 pesos mensuales, y nos permite sostener la banda ancha.
ER: ¿De qué manera trabajan en la formación de los docentes para desarrollar y sostener el proyecto?
GB: El desafío de la formación docente es importante, creo que es esencial, y si no se contempla puede llevar el proyecto al fracaso. Los docentes frente a las tecnologías se sienten bastante inseguros, requieren de mucha capacitación, no solo en el manejo de las herramientas, sino en su aplicación didáctica que requiere un cambio en el pensamiento de la didáctica.
El laboratorio de informática de la escuela, que utilizan los alumnos desde Jardín, está abierto permanentemente para que los docentes diseñen sus clases. Es una especie de sala de maestros, donde trabajamos todos juntos, y vamos intercambiando experiencias gratas y no tan gratas. Logramos formar un buen equipo docente. La capacitación se hace todos los sábados por la mañana, en un espacio donde trabajamos diseñando, planificando y elaborando nuevas estrategias.
ER: ¿Qué cambios tuvieron que realizarse en relación con las metodologías más clásicas de enseñanza, al incorporar una computadora por niño en las aulas?
GB: El cambio más significativo tiene que ver con el rol docente. El docente ya no es quien conoce toda la información, es quien media entre la formación existente, la formación necesaria y la etapa evolutiva del alumno. También es interesante ver cómo los alumnos le enseñan al docente, y esto hace un aula muy democrática, muy participativa, donde el docente es capaz de pedir ayuda a un alumno frente a un problema informático y el alumno es capaz de asistirlo con un máximo de respeto y un nivel de colaboración sorprendente. Para los docentes es muy interesante el aprendizaje que realizan frente a los alumnos.
Este proyecto ha favorecido el lugar del conocimiento que está al alcance de todos. El docente presenta los temas de manera interactiva y basándose en lo multimendial. Se hacen trabajos de investigación, se analizan las informaciones, su veracidad. Se les está enseñando a los alumnos básicamente a saber seleccionar e identificar informaciones correctas, adecuadas o necesarias para ese trabajo.
Es interesante cómo se aborda el trato de la información. Tenemos un convenio con nuestros alumnos, en el sentido de que si lo que encuentra en Internet está convalidado con una bibliografía editada se les coloca un 10 extra, a los efectos de consultar diferentes materiales para lograr un mismo conocimiento. Es muy interesante el tema del lugar del conocimiento en este nuevo modelo de aula.
ER: ¿Cuáles son, en su opinión, los principales aportes que genera en la enseñanza la utilización de las TICs? ¿Cuáles son los principales cambios que identifica?
GB: Los principales aportes que brinda el uso de las tecnologías, es que los alumnos empiezan a manejar el mundo de lo digital. No es lo mismo leer un texto impreso que uno digital, se requiere de habilidades diferentes. Leer y producir textos digitales requiere de entrenamiento. Una de las cosas más importantes que logramos es que los alumnos no vean sólo el uso lúdico de la computadora, sino que pueden aprender a través de la computadora. Ven el hipertexto y se manejan en ese mundo complejo. Y otro dato interesante: los chicos no usan tanto sus computadoras en casa, tienen saciada su necesidad en el colegio.
Además se acrecienta el conocimiento. Y una de las quejas de los padres es que estudian menos, pero tiene que ver con el impacto de la multimedia y la investigación que hacen dentro de la web, lo que hace que los conceptos se fijen más rápido y sin tanta repetición.
Nosotros, por otra parte, estamos analizando nuestras prácticas, porque está bien que los chicos aprendan con rapidez, pero queremos alcanzar niveles de profundización y calidad cada vez mayores en los contenidos.
ER: ¿Cuál es la reacción de los padres en este proceso de inclusión de las tecnologías en la escuela?
GB: Los padres acompañan mucho el proyecto, se sorprenden de cómo los chicos manejan las tecnologías y en muchos casos los hijos les enseñan a los padres a manejar programas informáticos. Los padres han sido discriminados por las tecnologías porque no han tenido formación y se enfrentan a un mundo tecnológico con muchas dificultades. Entonces me parece que afrontan el proyecto en base a sus vivencias, y esperan para sus hijos una buena integración laboral con el uso de las tecnologías.
ER: El proyectos de la Escuela Edison acaba de ser reconocido por Microsoft como proyecto innovador en un evento que se realizó en Guatemala y que le permitió viajar a Japón. ¿Se encontró con experiencias similares a la del Colegio Edison en otros países? ¿Cómo fue ese intercambio?
GB: Compartí la experiencia con 200 docentes y pude ver que vamos por el buen camino. Encontré otras prácticas similares en Latinoamérica, pero como la nuestra con computadoras y pizarras, no encontré muchas. También Microsoft nos ayuda apoyando a investigadores de la UBA que siguen nuestro trabajo y nos evalúan. Estamos muy agradecidos con la empresa por ocuparse de la educación y la alfabetización digital.
ER: ¿La escuela Edison integra redes con escuelas de otras provincias o países?
GB: Esta pregunta me hace reflexionar, porque trabajamos con escuelas de otros países, pero no de otras provincias. En Argentina, recién este año, ha sido fuerte la incorporación de tecnología. Es una tarea pendiente en el país. Con el profesor de España nos conectamos y preparamos una clase juntos todos los jueves. La primera clase, los chicos la resolvieron en 20 minutos. Fue gratificante y desafiante desde lo didáctico. Trabajamos la geografía, historia, economía… Es una experiencia más que interesante.
ER: ¿Cuáles son los principales desafíos o temas pendientes?
GB: Incorporar la tecnología y la alfabetización digital en la agenda política. Vemos que el Estado se digitaliza y los ciudadanos no tienen un lugar donde entrenarse, lo que profundiza la brecha. Así que nuestra tarea pendiente es transferir nuestro éxito pedagógico y nuestra experiencia a otros docentes y llegar a la ciudadanía. Nos preocupa el alto nivel de exclusión tecnológica. Debemos trabajar por la igualdad, no sólo en las necesidades básicas, sino con el uso de las tecnologías, que hay que pensarlas en beneficio de todos.
Fuente: http://www.educared.org.ar/biblioteca/dialogos/entrevistas/entrevista_gracielabertancud.asp
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