Pero dicho esto, no tendría sentido si no añadiera que las soluciones debemos aportarlas el conjunto de la sociedad y, especialmente, los que de una u otra forma estamos implicados directamente en las tareas docentes. Necesitamos un cambio de modelo en profundidad. Ahora tenemos la gran oportunidad de llevarlo a cabo? con la ayuda de las nuevas tecnologías, aprovechando toda su potencialidad. Y es que, en definitiva, las nuevas tecnologías son el mejor pretexto de cambio y la mejor excusa para llevar a cabo un proyecto de innovación pedagógica en la escuela.
Debemos ser conscientes de que no es un cambio sencillo, porque no debemos caer en el error de suponer que bastará con llegar un día al aula, cambiar la pizarra de tiza por la pizarra digital interactiva y ya está, todo solucionado. No. El cambio necesario es mucho más profundo. Los jóvenes nos están pidiendo que nosotros, los adultos, seamos los que nos pongamos el chip y les demos también la oportunidad a ellos para participar en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Las tecnologías, aparte de ser potentes herramientas digitales, son y se presentan también como nuevos lenguajes de comunicación y relación, así como nuevos espacios de interacción social. Estas herramientas tecnológicas, estos nuevos lenguajes y estos nuevos espacios emergentes de interacción social son los más propios a esta generación de niños y adolescentes del siglo XXI. Y me temo que los profesores, formados en el siglo XX, ahí se han quedado, además, en un sistema que sigue teniendo sus raíces en el siglo XIX. Menuda paradoja.
En España se han llevado a cabo experiencias -pocas, pero muy interesantes- en la aplicación de las Nuevas Tecnologías en la enseñanza. No me refiero a la instalación de aulas informáticas en los colegios. Eso, si me apuran, puede ser incluso anecdótico a estas alturas. Es mucho más que eso, es la verdadera inclusión de las TIC en todos los procesos de aprendizaje, en los que el alumno puede construir, comunicar, conectar, colaborar y compartir socialmente el conocimiento.
Nuestros estudiantes, desde los de parvulario hasta los universitarios pertenecen a generaciones que han nacido en la era digital y tienen una demostrada habilidad en el manejo de las herramientas tecnológicas. Y, casi lo más importante, esas herramientas aportan un alto nivel de motivación.
En nuestras manos está proporcionar un entorno en el que puedan desarrollar de manera efectiva toda esa potencialidad. Un entorno que requiere innovación pedagógica en profundidad, un cambio inteligente en el sistema que aproveche los instrumentos tecnológicos que hoy tenemos a nuestro alcance. Sin nuestra intervención nada será posible. Y eso ha sido así desde nuestros orígenes. Dos palos son sólo dos palos si nadie los frota para hacer fuego. Hoy, un ordenador es chatarra si no está conectado en red y nadie introduce información, la procesa, la emite y la recibe
1 comentario :
Hola colega, sigo tu blog.Siempre muy completo y actualizado. Te invito a que visites los míos. Saludos
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