Publicado por Documentación el enero 31
¿Por qué tu hijo descubre fácilmente [y tú con dificultad] los intrincados secretos de los gadgets?
Jessica Meza
(23 enero 2009).- Los niños de hoy toman el celular de papá y le configuran su acceso a internet; mamá les pasa el control de la televisión para que le arreglen el desperfecto que la dejó sin la señal del satélite...
¿Los papás están perdiendo algunas neuronas o las habilidades tecnológicas de los niños están tan desarrolladas que parece que nacieron con un chip integrado?
Para tranquilidad de los adultos, parece ocurrir lo segundo.
¿DE DÓNDE TAN EXPERTOS?
Un ejemplo de esta generación tecnológicamente activa es José Pablo, vecino de una colonia del sur de la Ciudad.
Mientras competía con su papá en el juego electrónico "Súper Mario Galaxy", en el Wii, logró cruzar con rapidez muchos niveles dejándolo atrás.
¿Cuál fue su secreto? Internet. Entró a YouTube y encontró varios videos donde usuarios explican formas de avanzar en este juego. Ensayó y listo. José Pablo tiene sólo 6 años.
Aunque no hay muchos estudios para conocer con exactitud qué parte del cerebro es la que está más desarrollada para aprender de la tecnología, sí hay cambios y alertas que señalan una diferencia de los niños de hoy con generaciones atrás.
Carlos Novo Olivas, especialista en neurociencia, explica que como todo proceso de aprendizaje, mientras más tiempo una persona esté en contacto directo con la fuente, el aprendizaje se desarrolla más.
"En este caso la tecnología es la fuente. Como todo proceso de aprendizaje, entre mayor contacto directo e indirecto (sólo observando) se tenga, más se aprende; es decir, la repetición sigue siendo desde el punto cerebral la variable más importante para conseguir un conocimiento", dice el especialista.
El investigador indica que las nuevas generaciones están en un mundo de novedades (léase iPods, videojuegos interactivos, celulares inteligentes y decenas de gadgets que parecen sacados de la ficción) y es ésa la razón que hace que sus cerebros aprendan más rápido.
Con él coincide la psicóloga infantil Josefina Cruz Costilla.
"En estos momentos es más usual que los niños jueguen con la tecnología, que está muy avanzada, y para ellos es normal. La información que hay en la televisión y en internet hace que sus gustos cambien y que, además, se hagan expertos en su manejo", dice la especialista.
Emma Hernández Solís, directora de la Escuela Belisario Domínguez, de San Nicolás, y quien tiene 38 años de docente, afirma que la diferencia entre los niños de hoy y los de hace algunas décadas es abismal.
"Ahora los niños tienen acceso a muchas cosas, incluso en la escuela, que antes no había, por eso ahora nos pasa muy seguido que un niño sabe manejar muy bien un celular muy sofisticado y nos pone el ejemplo a nosotros", dice.
Otro factor que influye en el amplio dominio que presentan los niños sobre el mundo digital tiene que ver con los papás, considera la psicóloga Silvia Rodríguez de García, quien se especializa en el estudio de las familias.
"Los niños juegan con lo que sus papás les facilitan, y si les compran juegos de videos es a lo que jugarán; y si no la compran de primera intención, cederán a la presión de los niños de querer tener el juguete de moda", dice.
CUESTIÓN DE ESTATUS... ¿Y SEGURIDAD?
Francisco Gutiérrez Rodríguez, investigador de la Universidad de Guadalajara, afirma que hay un factor que puede impactar en la manera en la que los niños se acercan con singular alegría y facilidad a teléfonos, juegos, reproductores de música y computadoras: la moda.
"Es un sinónimo de estatus y prestigio. Los niños y adolescentes exigen que el celular reúna ciertas características, a fin de sentir que pueden competir con el resto de sus amigos", dice en su investigación "Los niños y la tecnología", realizada en el 2007.
Ese deseo los hace entender y hurgar en los recovecos de cualquier aparato.
Lo malo es que si estos gustos no son satisfechos, puede surgir depresión, tristeza, frustración y pérdida de control de los impulsos. También, los nuevos juegos pueden provocar problemas de sedentarismo y sobrepeso, pues el menor no se levanta para no dejar de jugar.
Cruz Costilla señala que incluso la inseguridad actual interviene. Los papás favorecen que sus vástagos tengan gadgets, pues se exponen menos a salir a la calle.
"Como papás preferimos comprar Xbox, Wii o cualquier otro aparato pequeño que pueda estar bajo techo para que los niños no tengan que salir a la calle y exponerse al peligro", señala Cruz Costilla.
¿Y ESTÁ BIEN?
Que manejen gadgets no es problema, afirman los expertos. Lo malo son los excesos, como dicta el sentido común.
"La tecnología a la que tienen acceso los niños les ayuda y mucho porque aprenden más rápido, más cosas y los hace estar al nivel de los niños que se requieren en el siglo 21.
"Lo único que debemos hacer es acompañarlos y orientarlos", señala Hernández Solís, quien con su experiencia profesional ha visto cómo sus alumnos actuales "absorben" la información gracias al uso de computadoras e internet.
Rodríguez de García señala que los papás deben reeducar a sus hijos para que retomen el gusto por actividades en las que los avances tecnológicos no estén del todo inmiscuidos, como los juegos de mesa que unen a la familia y fomentan la imaginación.
Lo que sí es un hecho es que si antes los papás "se dejaban ganar" en juegos tradicionales, hoy les toca aceptar que ni esforzándose podrán derrotar a sus hijos. A resignarse.
Pon límites al uso de gadgets
Checa algunas alternativas que los especialistas aconsejan seguir para que tus hijos no se conviertan en tecno adictos:
• Vigila la información que tus hijos ven en internet, descargan a su celular y el nivel de violencia en sus juegos de video.
• Establece por lo menos un día para hacer actividades al aire libre como correr, caminar, ir al parque o andar en bicicleta.
• Limita el uso de celular si tu hijo no ha llegado a la adolescencia. Sólo en caso de emergencia, recuerda que en las escuelas hay teléfonos.
• Cuando tu hijo esté frente al Xbox o el Wii no te quedes fuera y juega con él conoce sus juegos, y limita los tiempos a dos horas al día (y siempre después de la tarea).
Fuente: http://www.illac.com.mx/profiles/blogs/nacidos-para-la-tecnologia
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